Desarrollan una vacuna nasal para tratar el Chagas
Mónica Pérez Gianeselli, anatomopatóloga de la Facultad de Ciencias Veterinarias, realiza el análisis histopatológico del tejido cardíaco en un proyecto interuniversitario que desarrolla una vacuna nasal para pacientes crónicos de Chagas. Los ensayos demostraron reducción de inflamación, fibrosis y cantidad de parásitos en el corazón.
Un equipo del Laboratorio de Tecnología Inmunológica de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) desarrolla una vacuna nasal experimental contra el Trypanosoma cruzi, el parásito que causa la enfermedad de Chagas. El proyecto involucra a investigadores del CONICET, la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad Nacional del Nordeste.
Precisamente la magíster Mónica Pérez Gianeselli, investigadora de la UNNE que integra la Cátedra de Farmacología y Toxicología de la Facultad de Ciencias Veterinarias, forma parte del equipo desde 2017. Su ingreso al grupo se produjo por la convocatoria de la doctora Giuliana Lupi, quien realizaba su doctorado en la Universidad del Litoral de Santa Fe.
El equipo requería un anatomopatólogo y Pérez Gianeselli había obtenido esa especialización a través de una beca de la UNNE en la Universidad Austral de Chile, donde se tituló como Magíster en Patología Animal en el año 2000.
El estudio que desarrolla una vacuna nasal experimental, fue publicado en la revista Frontiers in Immunology y presenta resultados para la prevención y el tratamiento de la cardiomiopatía chagásica crónica, una de las complicaciones de esta enfermedad. El proyecto se dirige a pacientes crónicos, ya que existen drogas para pacientes con Chagas en fase aguda, pero los pacientes crónicos desarrollan afecciones cardíacas.
El ensayo se encuentra en fase dos. Los experimentos se realizan en ratones con períodos de observación de 54, 90 y 140 días. El grupo logró patentar el coadyuvante de la vacuna, un componente que permite que el organismo no genere una respuesta contraria al tratamiento. Los primeros ensayos se realizaron por vía inyectable.
El mal de Chagas es una enfermedad parasitaria crónica causada por el parásito Trypanosoma cruzi, que se transmite principalmente por la picadura del insecto triatomino (vinchuca o chinche). Si no se trata, puede causar serios problemas cardíacos y digestivos. La infección puede transmitirse también de madre a hijo o por transfusiones de sangre.
Resultados alcanzados. Los investigadores demostraron que la vacuna nasal logra reducir la inflamación, la fibrosis del tejido y la cantidad de parásitos en el corazón de los modelos experimentales infectados.
En los ensayos profilácticos, la vacuna previno por completo las alteraciones electrocardiográficas, mientras que en tratamientos aplicados después de la infección disminuyó a la mitad la incidencia de arritmias, evidenciando beneficios incluso en etapas avanzadas.
En cuanto a los efectos sobre el sistema inmunológico, los investigadores observaron que la vacuna logró estimular defensas capaces de proteger mejor el corazón frente al parásito. También se registró una menor presencia de anticuerpos que dañan el propio tejido cardíaco, lo que indica un mejor control de la respuesta inmunitaria.
Opción Intranasal. La vía intranasal representa una alternativa menos invasiva que la inyectable. La fosa nasal presenta alta permeabilidad, lo que permite que los componentes lleguen a la circulación de forma más rápida y generen efectos sobre el sistema inmune con mayor velocidad. Esta vía se ha utilizado en farmacología veterinaria para especies sensibles a reacciones adversas.
El desarrollo de vacunas contra el Trypanosoma cruzi requiere tiempos prolongados de ensayos debido a las características del parásito, que atraviesa etapas en las cuales sale al exterior y luego se esconde en el tejido graso del corazón. Esta condición dificulta su detección y hace que los protocolos de experimentación requieran períodos extensos para simular la fase crónica de la enfermedad.
Aporte científico. La magíster Pérez Gianeselli realiza el análisis histopatológico del tejido cardíaco, el órgano donde el Trypanosoma cruzi permanece y puede generar lesiones. Su trabajo consiste en observar mediante microscopio los tejidos del corazón a medida que se realizan diferentes combinaciones de medicación con el coadyuvante desarrollado por el equipo. También evalúa si hay lesiones en el intestino y otros órganos.
La investigadora verifica si existe mayor protección a nivel cardíaco con las diferentes combinaciones de tratamiento. Los resultados histopatológicos se comparan con los estudios de respuesta inmunitaria y citometría de flujo que realizan otros miembros del equipo. El grupo, liderado por Iván Marcipar, responsable del LTI en FBCB-UNL y Ana Rosa Pérez IDICER-UNR, está conformado principalmente por bioquímicos; Pérez Gianeselli es la única veterinaria.
El equipo ha presentado sus resultados en congresos. El paper publicado recientemente es la cuarta publicación del grupo en revistas internacionales. El proyecto continúa en fase de experimentación con ratones. Antes de pasar a la fase tres, que involucra estudios farmacológicos en pacientes humanos, el equipo debe confirmar la mejoría en el modelo animal.
“El modelo de infección oral empleado en este estudio, será importante en el futuro para evaluar la eficacia de las respuestas inmunitarias frente a otras vías de infección constituyendo un objetivo esencial para futuras investigaciones”, señaló Pérez Gianeselli.