Perpetua para el hombre que mató y tiró a su mujer con su hija en una alcantarilla
La Justicia condenó a Gonzalo Lizarralde tras declararlo culpable de la muerte a puñaladas de la mujer y el intento de asesinato de su hija biológica, a quienes tiró en una alcantarilla, en Córdoba en 2014
. La Cámara 11ª del Crimen aplicó la condena esperada por el Ministerio Público Fiscal y la querella, quienes habían reclamado la prisión perpetua para Gonzalo Lizarralde, el único acusado por el crimen de Paola Acosta y la tentativa de femicidio de su hija.
Así, según la Justicia, Lizarralde es autor de homicidio calificado por violencia de género y por alevosía contra Paola, y homicidio calificado por el vínculo, violencia de género y alevosía, en grado de tentativa, contra Martina, de un año y nueve meses.
"La degolló, señores", afirmó el fiscal Diego Albornoz ante el tribunal en el marco de su extensa exposición. "La nena tenía cortes en el cuello, estaba con hipotermia y deshidratada en la alcantarilla", expresó, para luego afirmar: "Pido prisión perpetua, ¿alcanza?".
El abogado defensor, Walter Ferrero, expresó que "esta causa carece de motivos para llevar adelante el hecho que se le adjudica a Lizarralde" y aseguró que "el cuadro probatorio resulta insuficiente, no otorga ninguna certeza".
Además, minimizó la relación existente entre ambos al asegurar que "solo fueron unos encuentros esporádicos" y afirmó que el hombre cortó la relación y decidió no atender el teléfono a Acosta al comentarle ella del embarazo.
"Adoptó una conducta de no asumir la paternidad de la niña", expresó sobre los primeros meses de embarazo de Acosta, y consideró que "legalmente no existe ningún nexo jurídico que indique que Lizarralde tenga la obligación de asumir la paternidad sin estar seguro de ello". Tras el estudio de ADN y la confirmación de la Justicia, la noche en que se encontraron él debía entregarles los $1.400 de cuota alimentaria mensual, tal como se había detallado.
Por su parte, Lizarralde, en sus últimas palabras, aseguró: "Yo no asesiné a Paola Acosta y no generé ninguna lesión a mi hija MA".
El caso
Paola Soledad Acosta, de 36 años, salió de su hogar el miércoles 17 de septiembre de 2014 pasadas las 22:30. Con ella estaba Martina, su hija de un año y nueve meses. En la puerta del domicilio las esperaba Gonzalo Lizarralde, su ex pareja y padre biológico de la menor.
El hombre aseguró que se presentaría a darles la primera cuota alimentaria, además de un peluche y crayones a Martina. "Bajo", reza el último mensaje de texto escrito por ella. Por la mañana, tras notar la ausencia de ambas, todo Córdoba se movilizó durante 80 horas en su búsqueda.
Más de tres días después, la mujer apareció sin vida en una alcantarilla, con cinco puñaladas. Sobre ella, el cuerpo de Martina, con heridas diversas, que logró sobrevivir de casualidad entre la basura y las ratas. De hecho, sus gritos fueron los que alertaron a los vecinos. "¡Agua, agua!", eran sus únicas palabras.
La reconstrucción del hecho indica que tras encontrarse en la puerta del domicilio ubicado en Martín García al 200, en Córdoba capital, atacándolas de alguna forma logró que ambas ingresen a la parte trasera de su camioneta, una Peugeot Expert blanca, con la que hacía repartos de la panadería familiar.
Con ambos cuerpos en el interior del vehículo, condujo hasta una boca de tormenta ubicada en Domingo Zípoli e Igualdad, justo al lado de una de las panaderías de las cuales él era proveedor. Al llegar, arrojó los dos cuerpos y continuó su camino hasta su domicilio, donde su novia, embarazada de tres meses, lo esperaba para cenar.