Colonia Aborigen honró con un mural a las víctimas de la Masacre de Napalpí
Colonia Aborigen, inauguró un emotivo mural en las paredes de la comisaría local, un acto que simboliza la reconciliación y el respeto por la memoria de los pueblos originarios. La obra, titulada "Memoria por Napalpí", fue una iniciativa de la subcomisario Carolina Maidana y creada por la artista qom Fiorella Anahí Gómez.
El mural busca convertir un espacio de seguridad en un lugar de reflexión histórica y cultural, rindiendo homenaje a las víctimas de la masacre de 1924, que enlutó a las comunidades Qom, Moqoit y Vilela.
La artista Fiorella Gómez describió este proyecto como una "acción de sanación" y un "gesto de pedido de perdón" por parte de la fuerza policial. El mural no solo representa el trágico pasado, sino que también es un canto a la vida y la resistencia. En sus imágenes, se pueden ver tolderías, mujeres tejiendo con esperanza, y símbolos ancestrales como el sol, la flor del lapacho y el ñandú. La obra también hace referencia a la justicia, incorporando la figura de Salustiano Romualdo, nieto de sobrevivientes y testigo clave en el histórico juicio de 2022 que condenó la masacre como un delito de lesa humanidad.
Desde la Policía del Chaco, la subcomisario Maidana destacó la importancia de este aporte institucional para fortalecer los lazos con la comunidad y trabajar por un bien común. En sus palabras, "el respeto y reconstrucción de la identidad y memoria" son pilares fundamentales de su gestión. La inauguración, que contó con la presencia de diversas autoridades provinciales, municipales, líderes comunitarios y vecinos, subraya el compromiso de las instituciones y la sociedad civil para construir un camino de paz y entendimiento mutuo.
El evento de inauguración no solo fue un acto formal, sino una celebración de la cultura. La ceremonia incluyó la participación de grupos artísticos locales como Cande y Teo Luna, Renacer de la Cultura y Lquiyacte Nam Qom, quienes con su música y danza reafirmaron el valor de la herencia cultural indígena. Este mural, en su dualidad de lamento y renacimiento, se erige como un recordatorio de que la memoria, al igual que la justicia y la verdad, son esenciales para que un pueblo pueda sanar y proyectar un futuro de esperanza.