En defensa de la Educación sexual integral, con perspectiva de género
El proyecto presentado por Aurelio Díaz, de Educación sexual integral, con perspectiva de género, ha provocado una violenta reacción de parte de la iglesia católica y evangélica, y de diferentes sectores del poder político local.
En un audio amenazante, acusan a Aurelio de ser un diputado “anti cristiano” y luego han publicado un documento, firmado por el Arzobispado de Resistencia junto a varias agrupaciones evangélicas y católicas, impugnando nuestro proyecto.
¿De dónde partimos?
En la respuesta que dan a nuestro proyecto no se dice nada sobre la gravedad de la situación actual, con respecto a que la Educación Sexual Integral no se enseña en los establecimientos escolares. ¿Se puede arrancar esta discusión sin comenzar por admitir que el 74% de las y los estudiantes del Chaco reconoce, en el “operativo aprender” la falta de educación sexual como el principal déficit de las escuelas secundarias de la provincia? ¿Se puede comenzar a debatir la situación ignorando que en la provincia hay más de 250 niñas madres por año, de menos de 14 años, promedio, en los últimos años? ¿Se puede, acaso, ignorar que miles de jóvenes se ven forzadas a dejar las escuelas por no poder sostener la escolarización por embarazo? ¿Se han preocupado en mirar las cifras que brinda el Ministerio de Salud, según el cual hay más de 1400 hospitalizaciones por abortos clandestino por año en la provincia?
La Ley 1502, que establece que se dicte educación sexual integral, ha fracasado, porque no se aplica en la realidad cotidiana de las escuelas. La carencia de educación sexual agrava problemas ya de por si graves de la juventud, y especialmente de las mujeres jóvenes. Miles sufren abuso, acoso o discriminación; sufren las consecuencias de no tener herramientas para defenderse, y hasta de no saber cuidarse. Por eso, el reclamo de los, las y les jóvenes es que se dicte Educación Sexual Integral en las escuelas. El proyecto que presentamos viene a dar una respuesta a esta situación. Nuestra propuesta parte de destinar dos horas semanales al dictado de Educación Sexual, con participación en los talleres y diseño de los contenidos de los movimientos de mujeres, los centros de estudiantes, los sindicatos y las organizaciones interesadas en aportar su visión sobre el tema.
¿Con qué perspectivas?
La perspectiva de género coloca la educación sexual en el marco del avance enorme que ha sido la irrupción en la Argentina de un poderoso movimiento de mujeres que levanta los reclamos de la mujer y las minorías sexuales contra toda forma de opresión. Para los religiosos, en cambio, la mujer es la fuente del pecado y está condenada a someterse a un régimen patriarcal.
El texto de los religiosos demuestra de cuerpo entero por qué no pueden inmiscuirse en la Educación Sexual. Defiende una llamada “Ley Natural” que sería la pareja heterosexual constituida, y destila un rechazo violento contra la homosexualidad. Confirman así un punto de vista totalmente oscurantista y homo – lesbo fóbico, incompatible con la enseñanza de Educación Sexual en base a una perspectiva científica y mínimamente democrática.
Sostienen barbaridades, como que la “ideología de género” consistiría en pedirles a los niños que “que se miren y se toquen entre pares”. Esto constituiría abuso infantil, cuando justamente se trata de enseñarles a los niños a distinguir las situaciones de abuso. Más aún se miente cuando se sostiene que la ESI implica decirle a los niños que deben probar “relacionarse con otros del mismo sexo”. No se trata de decirles que “deban” probar nada sino de darles herramientas para desarrollar en forma consciente, libre y segura su vida sexual. Tampoco es cierto que la modificación de la Ley implique que se dé educación sexual desde edad más temprana, dado que la Ley actual la instituye desde el preescolar, por supuesto, adaptada a las edades.
A los autores de la nota, en la cual se preocupan por que la Educación Sexual fomente “las relaciones sexuales prematuras” no se les cae una palabra de repudio contra los miles de curas abusadores de niños que la Iglesia Católica protege a lo largo del mundo.
¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir!
En ocasión del debate del aborto escuchamos de parte de quienes se oponen a la legalización, que sería innecesario dado que ya se brinda educación sexual y por lo tanto las jóvenes tienen herramientas para tomar la decisión de quedar o no embarazadas. Ahora, que se busca subsanar este problema, los mismos “pro vida” lanzan una cruzada nacional contra la educación sexual. Con esto, buscan dejar a miles de jóvenes sin las herramientas básicas para iniciarse en una vida sexual libre y responsablemente, cuidándose y cuidando a sus parejas.
Frente a la negativa del Senado a votar el proyecto de legalización del aborto que aprobó la Cámara de Diputados, planteamos la convocatoria a una consulta vinculante.
Hay que discutir los problemas de frente. La falta de educación sexual en las escuelas debe ser subsanada. Las perspectivas oscurantistas y medievales deben ser desterradas de la educación pública. Por una educación sexual laica, científica y con perspectiva de género.