Bomberos de Barranqueras homenajearon a sus colegas caídos en Barracas
El cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad portuaria recordó este jueves a los nueve valientes que murieron en el incendio de Barracas con un minuto de silencio. Los bomberos, liderados por Pablo Winckler, se aprestaron para el saludo con el equipo estructural y el sonido de la sirena.
Antonio Gauna, uno de los integrantes del cuartel central, destacó el sacrificio con que los bomberos de Barracas siguieron actuando, a pesar de haber perdido a nueve compañeros. Rubén Roa, otro bombero portuario, recordó con dolor a sus colegas, con quienes habían compartido un curso de capacitación en 2013. Lealtad y solidaridad. Sirenazo y minuto de silencio de los Bomberos Voluntarios de Barranqueras por los colegas muertos en Barracas.
“Nosotros estamos capacitados para salvar la vida de otros, pero cuando nos toca a nosotros perder a algún compañero en servicio no sabemos cómo reaccionar, nos cuesta”, destacó Roa. “Este trabajo es así: por más que tomes todos las precauciones y estés capacitado para actuar en una situación de emergencia, nunca se sabe lo que puede pasar y el azar esta vez jugó una mala pasada con el desplome de la pared hacia afuera”, dijo Gauna.
Ayer el cuartel central de Bomberos Voluntarios de Barranqueras tenía la bandera argentina a media asta, en señal de luto por los nueve bomberos de Barracas que murieron en un incendio con desplome de la muralla de un depósito. A las 12 en punto, los diez miembros presentes en el turno vespertino se pusieron el equipo estructural, hicieron el saludo y con un minuto de silencio, que se inició con la sirena, dieron el último adiós a sus colegas bonaerenses.
Historia de la solidaridad
En 2014 se cumplen 130 años de la creación del primer cuartel de bomberos, en el barrio porteño de La Boca. Los bomberos voluntarios de Barranqueras --que cumplen 26 años de servicio-- forman parte de una fuerza movida por la solidaridad y el voluntariado que reúne a más de 40.000 personas en todo el país.
En este cuartel central hay 35 personas, entre ellos cinco mujeres. Estos se suman a los cuerpos de Bomberos Voluntarios de Resistencia y de la Policía del Chaco, que actúan en conjunto en el área metropolitana.
Gauna resume la misión del bombero, al decir que “la mejor paga es el saludo de la gente, que tras una situación conflictiva o una urgencia se acerca a dar las gracias por haberlo ayudado o salvado su vida”. De corazón. La entrega y el sentido comunitario de los 40.000 bomberos de todo el país, representados en los 10 bomberos de turno en el cuartel central de Barranqueras.
Todos los bomberos que trabajan en el cuartel portuario lo hacen por vocación y convicción. “Este es un trabajo que hacemos de corazón: acá cada uno tiene su trabajo, algunos son albañiles; otros, empleados públicos. Tenemos los más diversos trabajos y usamos nuestro tiempo libre para el trabajo comunitario”.
El cuartel está comandado por Pablo Winckler, quien cree en la formación permanente de sus compañeros. Para sumarse a la fuerza, el interesado debe que pasar por una formación de medio año y luego recibir constante capacitación, que es la única clave para actuar con seguridad en terreno.
Parte de la formación permanente de los bomberos voluntarios de Barranqueras se realiza con simulacros de siniestros en empresas de la zona, como YPF, Total Gas o Shell, entre otros.
La mujer bombero
Vanesa Roja es una de las bomberas que está en el cuartel de Barranqueras y esta mañana la acompaña su bebé de dos semanas, hijo de otro bombero. “Ellos se conocieron acá en la Escuela de Bomberos, surgió el amor y ahora tenemos un nuevo integrante en la familia”, cuenta Gauna riendo.
Una gran familia es lo que son los bomberos voluntarios de Barranqueras y eso lo demuestran los Roja, la tercera generación en este cuartel, donde están padres, hijos y hermanos. El benjamín del grupo es un muchacho de 14 años de Puerto Tirol, que se recibió de bombero en la última camada de la escuela, tras seis meses de formación.
Cuando uno pregunta qué significa el fuego para un bombero, Gauna dice muy serio que “hay que respetar al enemigo y sobre todo conocerlo. La adrenalina por el servicio está dentro; pero al fuego hay que saber cómo contenerlo”.