Jueves, 13 de Noviembre de 2025
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JUICIO POR JURADOS
Jueves, 13 de noviembre de 2025
Caso Cecilia: Marcela Acuña defendió su rol de madre y Emerenciano habló de persecusión política
Especial - Pamela Soto para Eschaco - En una jornada cargada de tensión en el marco del juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, la mayoría de los acusados tomaron la palabra para defender su inocencia y cuestionar el proceso. El único imputado que optó por no declarar fue César Sena, pareja de la víctima. Sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, junto a otros tres coimputados, ofrecieron descargas emocionales y técnicas, buscando desvincularse del crimen.



MARCELA ACUÑA, LA MADRE QUE ENCUBRE
La madre de César Sena inició su declaración expresando su dificultad y reivindicando su rol de madre, al tiempo que criticó duramente a la prensa por la "imagen de millonarios" que les atribuyen.

Sobre su vínculo materno, describió a César como el centro de su vida, pero con un "desarrollo emocional" deficiente, a pesar de su formación intelectual. Señaló que él estaba en una "alarma roja" psicológica cuando se unió a Cecilia. Negó sentir odio hacia Cecilia y afirmó que pagó el divorcio de su hijo.

El 2 de junio fue una fecha clave para ella y la defensora le pidió que detalle qué pasó ese día. Acuña relató que el 2 de junio, cerca de las 16:30, encontró un "bulto" en la habitación de la casa que relacionó con la pelea previa de César, y que salió "espantada". Su primera acción fue enviarle un mensaje a Gustavo Obregón con la orden: "Sacá eso", refiriéndose al "problema que le había caído encima", sin especificar qué era.

Confesó que ocultó la situación a Emerenciano por temor a que este "iba a llevar la policía", y que su objetivo al declarar días después (8 de junio) fue proteger a César e impedir que fuera detenido por los rasguños que presentaba.

Si bien se declaró inocente del crimen, se siente "muy culpable" por no haberse dado cuenta del estado mental de su hijo y por el daño causado a su familia y al movimiento. Finalmente, le pidió disculpas a Gloria Romero, la madre de Cecilia, "de madre a madre".


UNA VIDA PATRIARCAL
La declaración de Marcela Acuña en el marco del juicio por el femicidio de Cecilia es digno de un análisis de estereotipos de género y de ideas que tenemos las mujeres respecto a nuestro rol en la maternidad, nuestro rol en el vínculo de una relación amorosa, el rol de las mujeres en las instituciones como el casamiento y la familia, y el rol de las mujeres en una organización política.

Marcela en su declaración habló de cómo crió a César y de cómo César se vinculaba con las mujeres y cómo se vinculó con Cecilia y qué propósitos tenía ella para su hijo. Se pudo ver que Cecilia y César de entrada tuvieron un inicio a una relación compleja por la diferencia de edad, por el tipo de vínculo que tenían, pero también se pudo ver cómo una madre crió a su hijo -sin ánimos de culpar a Marcela- en un entorno patriarcal.

En Acuña, se pudo palpar, específicamente, como ese tipo de crianza desde una mirada machista, patriarcal, donde no había espacio para las emociones, donde no había espacio para el trabajo de la salud mental, más allá de que César iba a un psicólogo, terminó en en esto que sería un o aparentemente sería un femicidio que es el de Cecilia.


EMERENCIANO, LA POLÍTICA COMO EJE DE LA CONDENA
Emerenciano Sena afirmó categóricamente: "Yo lo único le quiero decir es que en mi caso yo no hice nada". Su defensa se centró en su trayectoria de vida como constructor social.

Aseguró que su origen humilde y cómo se dedicó a organizar a los pobres ("los crotos") para construir un barrio digno, empoderando a las mujeres como albañiles y especialistas. Afirmó que "ni una empresa hizo plata con eso", y consideró que su único "delito" es haber desafiado el negocio inmobiliario.

Respecto al día de la desaparición de Cecilia señaló que mantuvo su rutina de trabajo. Criticó la actuación judicial, citando un encuentro con el fiscal Jorge Gómez al inicio de la causa, quien supuestamente le dijo que "no hay nada de usted... Usted tiene que ir a su casa". Expresó asombro porque, a pesar de esa supuesta promesa, se le dictó prisión preventiva dos días después.


“QUE PAGUE EL CULPABLE”
Los otros tres coimputados, Gustavo Melgarejo, Fabiana González y Griselda Reinoso, ofrecieron defensas centradas en su falta de vínculo directo con el matrimonio Sena-Acuña y en coartadas para el 2 de junio.

Gustavo Melgarejo (puestero rural) afirmó no tener "nunca comunicación ni trato" con Emerenciano, Marcela o César. Recibía órdenes y pago solo de Obregón. Dijo que el 2 de junio estaba haciendo un asado con vecinos desde las 17:00 hasta la medianoche. Días después, solo vio un "rastro de que hubo fuego" en el campo. Finalmente, pidió que el verdadero culpable pague, pues perdió a su familia por la causa.

Griselda Reinoso (expareja de Melgarejo) señaló que solo conocía a la familia Sena "de he visto nada más". Además, confirmó la coartada del asado con Melgarejo y el vecino Ríos hasta las 00:00. Aseguró no haber visto fuego esa noche. Remarcó que es inocente y que sufrió amenazas en la prisión.

Fabiana González (asistente de Marcela) afirmó ser un apoyo constante, pero "no soy la chica de limpieza". El vínculo era como de una hija a sus padres. Relató que Marcela le pidió donar un colchón, y ella "no vi digamos que tenía sangre". Pide que el culpable pague, haciendo hincapié en el sufrimiento de su familia.


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