Movilización provincial contra la represión en Machagai
Luego de la represión del último viernes de abril en Machagai, al movimiento social encabezado por Walter Ojeda, en el marco de un reclamo que lleva más de 9 meses, distintas organizaciones sociales, políticas y sindicales de la provincia se movilizaron frente al poder político, en Casa de Gobierno y distintas intendencias del interior para repudiar la violenta represión y las detenciones ilegales, de cuatro trabajadores desocupados. Que luego fueron liberados por la movilización a las comisarías donde se encontraban detenidos
En el marco de estos hechos el Bloque del Partido Obrero presentó, en soledad, en la Cámara de Diputados un proyecto de repudio al accionar de las fuerzas represivas del estado y las negligencias de parte de éste en todas sus instancias, ya que, el reclamo se funda en los compromisos que hizo el poder ejecutivo para que se reactive la vivienda, el fortalecimiento de los comedores comunitarios, la creación de fuentes de trabajo genuino, entre otros.
Juan García, dirigente del PO Chaco, quien concurrió a la manifestación convocada en Machagai, disparó: “El reclamo de los compañeros de Machagai no es un hecho aislado. Decenas de organizaciones se encuentran reclamando por los mismos motivos: la parálisis de la obra pública, la falta de respuesta a la necesidad de obras para los barrios y de trabajo para los desocupados, sumada al congelamiento de los planes sociales provinciales, la falta de pago de muchos de ellos (en el Ministerio de Educación) la negativa al pase a planta, etc. La respuesta represiva es el último paso de la falta de respuesta del Gobierno a toda esta agenda de las organizaciones sociales y movimientos populares de la provincia.
La represión de este viernes cuenta con antecedentes recientes en la provincia, como la represión a la UPCP en Casa de Gobierno o la represión a los porteros precarizados que reclamaban el pago de salarios (de 2600 pesos) adeudados por el Ministerio de Educación. También se enmarca en una política represiva en avance, impulsada por el Gobierno Nacional y llevada adelante por numerosos Gobiernos Provinciales, como pudo verse en el desalojo del Ingenio El Tabacal, en Salta, la represión a trabajadores estatales en Jujuy, la militarización de la Mina de Rio Turbio para hacer pasar los despidos, o la represión contra los trabajadores del INTI que se movilizaban contra los despidos.
La falta de respuesta a los reclamos elementales de trabajo y vivienda agrava la ya de por si grave situación social de una provincia que hoy sufre el 39 por ciento de pobreza en la capital, una desocupación estructural en aumento, la precarización laboral generalizada y una crisis habitacional de enormes dimensiones.”