La norteamericana Bethanie Mattek-Sands se lesionó su rodilla derecha mientras enfrentaba a la rumana Sorana Cirstea, en uno de los encuentros que se disputaban por la jornada de jueves del Grand Slam de Wimbledon
Durante un peloteo entre ambas rivales, Mattek-Sands se desplomó subre el centro de la cancha 17 y comenzaron los gritos desgarradores, ante la mirada de preocupación de la europea, pero luego de nerviosismo y desesperación.
“Ayudadme, ayudadme, por favor. Duele, duele mucho”, gritaba la norteamericana. “Oh, Dios mío, Dios mío”, se escuchaba en el court.
Los médicos del torneo comenzaron a atender a la norteamericana durante casi 20 minutos, donde además de los dolores la tenista precisó asistencia de oxígeno, para luego ser trasladada a un hospital de la zona.