LA TRANSICION ENTRO EN LA ETAPA FINAL Y PODRIA COMPLETARSE ESTE AÑO
Lunes, 19 de junio de 2017
Sin monedas ni boleto, usuarios se adaptan a los inéditos cambios para pagar el pasaje
Usuarios. La Sube logró una importante cobertura, aunque aún circulan las tarjetas anteriores.
Por primera vez, el transporte urbano abandona los tickets impresos para los pasajeros y el pago en efectivo. La Sube llegó hace un año y promete mantenerse un buen tiempo, tras una década en la que se dieron muchas modificaciones
En busca de unificar todas las formas de pago del boleto de colectivo en un solo plástico, el transporte urbano de pasajeros ya no permite la utilización de las monedas y se suspendió el sistema de recarga de saldo de las Tarjebus. Fueron varios los cambios que se dieron en este sentido en los últimos años en la ciudad, migrando de un mecanismo a otro, en busca de mayores comodidades y también seguridad.
Lo cierto es que, más allá de distintas modificaciones, las dos últimas resultan inéditas por distintas razones. En primer término, con la utilización del Sistema Unico de Boleto Electrónico (Sube), se eliminó por primera vez el boleto de papel.
Con las viejas boleteras que estuvieron vigentes hasta hace una década, los boletos eran de distintos colores, dependiendo del ramal y si el viaje era de ida o de vuelta. Además, el ticket lo cortaba y lo repartía el chofer, que también cobraba y daba el vuelto.
Más allá de que cambió de formato, el boleto de papel continuó con las máquinas expendedoras que aparecieron junto a las tarjetas magnéticas. Desde hace casi un año, se redujo la presencia de los tickets impresos ya que sólo se entregaba en caso de que el usuario abone con monedas o la Tarjebus. Actualmente, los boletos se siguen utilizando en los casos de los pasajeros que mantienen saldo remanente en las anteriores tarjetas y en los estudiantes que tienen la tarjeta Yo Voy, por la cual acceden al beneficio del pasaje gratuito.
El objetivo del Municipio a través de las disposiciones nacionales de la Sube, es lograr que todos los pasajeros utilicen el mismo mecanismo. De esta manera, cuando se suspenda completamente el pago con los plásticos anteriores y el carnet estudiantil sea incorporado a la Sube, el boleto desaparecerá por completo. Según comentaron desde la Comuna, este proceso está próximo a comenzar por lo que podría darse en el mediano plazo.
La desaparición paulatina del boleto significó también un cambio en el modo de viajar de algunos, el control de la empresa y generó ciertas dudas a los usuarios. En primer término, el inspector pide, en vez del papel, la Sube del pasajero para corroborar que el viaje haya sido pagado. Por otro lado, tras un comienzo en que los choferes no dejaban abonar dos boletos con el mismo plástico, finalmente lo aceptan.
La unificación en el pago a través de la Sube lo dispone Nación Servicios, operadora del sistema. De esta manera, a casi un año de su implementación, la Comuna determinó la suspensión del uso de las monedas y de las recargas de Tarjebus a partir del 10 de junio.
En este sentido, los usuarios mantienen cierto nivel de incertidumbre sobre cómo actuar en caso de que el dueño de la tarjeta (el que pagó el pasaje), se baje del colectivo. Algunos choferes advierten a los pasajeros que ante esta situación deberán descender los dos o bien el que se baja deberá dejar la Sube al que continúa.
Sin quedar muy claro el modo correcto de proceder, estas situaciones continúan generando confusión al igual que otras cuestiones como el seguro con el que cuentan las personas que utilizan el transporte público y la incidencia del boleto ante algún tipo de inconveniente.
Efectivo Además de la supresión del boleto impreso que comenzó en julio del año pasado, desde hace poco más de una semana se eliminó el uso de las monedas y en este sentido se da otra situación inédita en la ciudad. De esta manera, imitando a otros distritos como Buenos Aires, por primera vez en Corrientes no se puede pagar el pasaje con efectivo.
Aunque esta forma de pago era poco usada en el último tiempo, sí representaba una alternativa para quienes no contaban con la Tarjebus ni la Sube; sobre todo personas del interior de la provincia o de otros lugares de la región.
Con el pasaje a $7,68, la utilización de cambio fue perdiendo fuerza, teniendo en cuenta las dificultades que genera la escasez de monedas en la ciudad, que recrudeció desde 2007, cuando se incorporaron en los colectivos las máquinas expendedoras. A poco de cumplir un año, el sistema nacional de la Sube se erige como un mecanismo que puede perdurar bastante tiempo, tras varios cambios en los últimos 10 años.
Vale recordar que desde 2007 hasta el año pasado hubo varios cambios importantes en el transporte público de la ciudad. Las viejas boleteras funcionaron hasta 2007, cuando se colocaron las expendedoras a pedido de los choferes. Además, fueron varios los modelos de tarjetas que se utilizaron en este tiempo tanto para el boleto plano como para el estudiantil, además de la incorporación de las “Yo Voy” en 2013.