El agua dulce posee un valor e importancia innegables para el desarrollo sustentable de las sociedades, para la producción de alimentos y la soberanía alimentaria. El caso de la Agricultura Familiar, por sus dificultades para el acceso a agua segura, resulta uno de los sectores más vulnerables. Con esta premisa, entre los días 26 al 29 de octubre de 2015, se desarrolló el Curso teórico-práctico sobre “Calidad de agua y perforaciones”, en la sede del INTA Corrientes
El Ing. Federico Paredes, del Grupo de Agricultura Familiar de la EEA Corrientes del INTA, a modo introductorio, expresó las motivaciones del evento, aclarando que “se trata de un tema muy sensible para las comunidades y los pobladores rurales; y que aún existe un sector importante de nuestra Agricultura Familiar con dificultades para el acceso al agua segura”.
Además, agregó “esta capacitación surgió de la demanda de diferentes actores relacionados, como resultado de identificar perforaciones mal diseñadas, problemas de contaminación, pozos abandonados, y de la necesidad de profesionalizar a los responsables de equipos de perforación”.
El objetivo principal de la actividad fue ampliar los conocimientos en la correcta elección del método para realizar perforaciones, el dimensionamiento de la obra según el uso y destinos, los cuidados elementales durante el proceso de perforación para evitar contaminaciones de capas de agua y la seguridad de los operarios.
El disertante y encargado de la práctica fue el geólogo Hugo Mery, del INTI Salta, quien centró los contenidos del curso en las tecnologías apropiadas para implementar obras de captación y utilización de aguas subterráneas poco profundas.
Participaron 99 asistentes provenientes de diferentes localidades de la región (Virasoro, San Cosme, Empedrado, San Luis del Palmar, Riachuelo, Ituzaingó, Bella Vista, El Sombrero, San Cayetano, San Roque, Berón de Astrada, Chaco, Santa Fe y Misiones), con diferentes experiencias y formación, entre ellos, poceros, técnicos, productores, estudiantes, responsables de Municipios del área específica y jóvenes emprendedores.
La actividad se enmarca en el proyecto de “Adaptación y Resiliencia de la Agricultura Familiar del Noroeste de Argentina, ante el impacto del cambio climático y su variabilidad”. El mismo implementado por el INTA junto a la Unidad para el Cambio Rural, la Dirección de Cambio Climático de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable y la Oficina de Riesgo Agropecuario del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, se plantea, entre otras cosas, aumentar la capacidad adaptativa de los agricultores familiares frente a los impactos del cambio y variabilidad climática.