Mons. Barbaro confirmó a un centenar de jóvenes y adultos chaqueños
El obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Barbaro, confirmó a un centenar de fieles pertenecientes a la parroquia Nuestra Señora de Luján, de Tres Isletas, durante una celebración que tuvo lugar en el templo parroquial el sábado 1º de noviembre. Durante su presencia en la ciudad, monseñor Barbaro dio cierre a las clases del Instituto Itinerante de Teología.
Hugo Barbaro, confirmó a un centenar de fieles pertenecientes a la parroquia Nuestra Señora de Luján, de Tres Isletas, durante una celebración que tuvo lugar en el templo parroquial el sábado 1º de noviembre.
Durante su presencia en la ciudad, monseñor Barbaro dio cierre con un acto a las clases del Instituto Itinerante de Teología, y entregó los certificados correspondientes junto con el director del centro de estudios, el presbítero Tomás Emanuel Gallarato.
El Director del Instituto dirigió unas palabras de agradecimiento por el esfuerzo de cada uno de los que realizaron el curso perseverando, por más de dos años, en el estudio del contenido de la fe, y basándose en palabras del papa Francisco, resaltó la importancia de formar el corazón cristiano ante la “dictadura del relativismo” y su práctica, como “cultura del descarte”.
Monseñor Barbaro animó a los presentes a perseverar en una formación más profunda, que no se quede solo con creer, sino que pueda dar razón de aquello que profesa. Destacó que la formación debe estar siempre acompañada no solo con el esfuerzo personal, sino con la oración constante.
Tres Isletas es la tercera ciudad de la diócesis, luego de Villa Ángela y Presidencia Roque Sáenz Peña, donde numerosos fieles han recibido una formación profunda del contenido de la fe, a través del Curso Itinerante de Teología de la Diócesis.
Luego del acto protocolar, monseñor Barbaro presidió la misa en la que un centenar de fieles recibió el sacramento de la confirmación. En su homilía, el obispo invitó a los presentes a aspirar y trabajar por la santidad. Para esto, observó, hay que dejar actuar la gracia de Dios en la vida personal y cotidiana. También animó a crecer en la oración, la frecuencia de los sacramentos y las buenas obras.+