Periodistas argentinos presentan ante la CIDH informes sobre el "alarmante deterioro" de la libertad de expresión en el país
Trabajadores de prensa y organizaciones de la sociedad civil brindarán testimonio ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para denunciar los discursos violentos y acciones judiciales abusivas que impulsa el gobierno de Javier Milei. En lo que va del año, se registraron 226 agresiones a la prensa.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) convocó a una audiencia para analizar el "deterioro sostenido y alarmante" de la libertad de expresión en Argentina y los ataques a la prensa por parte del gobierno de Javier Milei, sintetizados en la frase "no odiamos lo suficiente a los periodistas".
Será este miércoles a las 18:15 en la Universidad de Miami, Estados Unidos, en el marco del 194° Período de Sesiones del organismo. Participarán representantes de Amnistía Internacional, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA).
Además, el fotógrafo Tomás Cuesta y los periodistas Julia Mengolini y Hugo Alconada Mon contarán sus casos individuales y el hostigamiento que sufrieron. El objetivo es denunciar los crecientes ataques, amenazas y discursos estigmatizantes hacia periodistas y medios, muchos promovidos desde el propio Estado.
En el caso de Alconada Mon, según adelantó a este medio, será un testimonio "muy breve" en el que repasará "lo que pasó tras revelar la existencia del Plan de Inteligencia Nacional, el 25 de mayo, que entreabre la puerta para desarrollar tareas de inteligencia ilegal sobre opositores, periodistas y movimientos sociales, entre otros".
"En particular, los intentos de hackeo de mis cuentas de correo, WhatsApp y X, los registros en cuentas pornográficas y los mensajes amenazantes que recibí en mi teléfono celular desde cuatro números distintos. Antes o después, FOPEA hará una exposición más general", señaló.
Su situación no es aislada: el Informe Anual 2024 del Monitoreo de Libertad de Expresión de FOPEA detectó 179 casos de ataques al periodismo, un aumento del 53% respecto a 2023 y del 103% en comparación con 2022. Hasta fines de septiembre de este año, se registraron 226 agresiones a la prensa de las cuales 111, casi la mitad, provienen del presidente Javier Milei.
Cuál es la situación de los periodistas en Argentina y qué puede hacer la CIDH Este deterioro de la libertad de expresión se ve en las redes sociales, con insultos y difusión de datos privados de los periodistas; en la Justicia, con denuncias o medidas que impiden publicar información y actúan como censura previa; y en la calle, durante las manifestaciones, con casos como el de Pablo Grillo.
"Entre los puntos que vamos a presentar, el primero tiene que ver con la deslegitimación absoluta del periodismo a través del discurso oficial y sobre todo los ataques, discursos violentos, incitación a la violencia, discursos estigmatizantes dirigidos a periodistas y medios de comunicación en general", señaló la directora adjunta de Amnistía Internacional, Paola García Rey.
Su exposición hará hincapié, sobre todo, "en el contexto de las mujeres y las voces de mujeres periodistas, como Julia Mengolini, que sufren un ataque indiscriminado en donde se han servido incluso de estrategias de inteligencia artificial para crear noticias falsas y desinformación, y así generar un aluvión de violencia contra ella".
Otros puntos serán la "judicialización abusiva hacia periodistas" a través de demandas estratégicas contra la participación pública o acciones legales de intimidación, y el "ataque indiscriminado" hacia reporteros y fotógrafos por parte de los funcionarios encargados de la seguridad en el marco de las manifestaciones.
"Hemos visto a trabajadores de prensa identificados cubriendo las manifestaciones con (heridas de) balas de goma, incluso lesiones oculares. Por supuesto, el caso más grave es el de Pablo Grillo que, a través del uso ilegítimo de un cartucho de gas lacrimógeno, le fracturaron el cráneo y su situación sigue siendo delicada", recordó García Rey.
Para Amnistía y las demás organizaciones, el objetivo de la audiencia es exponer ante la CIDH cómo "desde el poder se impulsa una narrativa de enfrentamiento que presenta a toda crítica como una amenaza y a quienes disienten como adversarios". Con esta idea de "crear un enemigo" del otro lado, "se justifica cualquier tipo de discurso y se habilita un clima de agresión e intimidación".
"Es clave que la Comisión monitoree la situación de derechos humanos en Argentina. Uno de los caminos posibles es que, por ejemplo, la CIDH visite la Argentina junto con el relator de país y la relatoría para la libertad de expresión, y eventualmente pueda realizar un informe que dé cuenta de un diagnóstico", además de "construir un diálogo con el Gobierno nacional", explicó García Rey.
"Para nosotros es clave que las personas puedan ejercer su derecho a manifestarse sin temor a ser reprimidas de manera violenta, y que un periodista pueda informar sobre la situación de derechos humanos en el país sin temor a ser censurado y atacado. Y estamos convencidos que la mirada de la Comisión y de la comunidad internacional en general pueden ayudar mucho en este sentido", concluyó.