La producción en bruto de algodón en Argentina alcanzaría las 750.000 toneladas durante la actual campaña, un 17% más que en el período anterior, según un informe elaborado por el Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Eduardo Delssin -director del Centro Regional Chaco-Formosa y especialista en algodón del INTA- afirmó que "la producción nacional rondaría las 750.000 toneladas de algodón bruto, lo que supone 285 mil toneladas de fibra con un rendimiento promedio de 500 kilos por hectárea".
El cultivo superó en un 17% la producción de la campaña anterior y cuenta con grandes ventajas debido a la baja producción de Estados Unidos, principal exportador mundial, por la sequía y el alza de los precios internacionales.
"En este contexto, -destacó Delssin- el trabajo realizado por el INTA en materia de desarrollos tecnológicos, maquinaria apropiada y manejo de plagas resulta fundamental para aumentar los rendimientos y crecer en producción".
Asimismo, posibilitan a la cadena algodonera, en todos sus eslabones, alcanzar mayores niveles de competitividad para que la industria textil disponga de una materia prima de alta calidad para satisfacer la creciente demanda interna y los exigentes mercados internacionales.
Las acciones impulsadas desde el INTA apuntan a que estas innovaciones y nuevos desarrollos son numerosos y, algunos de ellos, incluso, se exportan al mundo.
La forma tradicional de siembra y cosecha de algodón se realizaba en surcos anchos, de 70 centímetros y un metro entre hileras de plantas.
En cambio, la tecnología de surco estrecho impulsada por el INTA permitió reducir a 52 centímetros la distancia entre filas y, así, obtener una alta densidad de plantas, de porte mediano a pequeño y con apertura de capullos concentrados.
Con esta lógica, el INTA Reconquista -Santa Fe- construyó la Javiyú, una cosechadora de algodón que permitió la mecanización de pequeñas superficies con un bajo costo y mantenimiento.
Este desarrollo conquistó el mercado internacional y ya se comercializa en Brasil, Paraguay, Colombia, Venezuela y Turquía.
Con la consigna de hacer más eficiente el proceso de cosecha y poscosecha del cultivo de algodón, el INTA presentó una nueva maquinaria -La Lola- que sintetiza dos procesos en uno: extrae y prensa el algodón de forma simultánea para obtener un producto de óptima calidad, mejor rendimiento y mayor rentabilidad.
En cuanto a la sanidad vegetal y la lucha contra el picudo del algodonero, los técnicos del INTA Sáenz Peña, Chaco, desarrollaron un dispositivo de captura masiva -conocida como trampa de observación mata insectos (T.O.M.I.)- para la observación y control de esta plaga algodonera.
Una innovación simple, de bajo costo y ambientalmente segura. Asimismo, los profesionales del INTA Castelar -Buenos Aires- y de Sáenz Peña -Chaco- crearon un método biotecnológico más sencillo y económico para mejorar la metodología de selección de germoplasma resistente a la enfermedad azul del algodón.