Lactancia materna: Investigan la alimentación de los niños de hasta 2 años
La Dirección de Nutrición trabaja en la implementación de una historia alimentaria de los pacientes pediátricos menores a dos años con el fin de adjuntarlos a las historias clínicas.
El objetivo es que los profesionales de salud que brindan atención al niño detecten posibles signos de alarmas que puedan devenir de alguna interrupción del ciclo de lactancia materna exclusiva.
El documento, que dará cuenta de la alimentación del bebé hasta los dos años, se aplica en una primera etapa a los bebés de hasta seis meses. El mismo permitirá –como se expuso con antelación- que los profesionales de la salud tengan un registro de los índices nutritivos del paciente, además dará un panorama de posibles fallas en el proceso de lactancia materna permitiendo la actuación del organismo sanitaria para remediarlo.
La directora de Nutrición, Mónica Vera informó que, de la investigación realizada hasta el momento, se observó que el niño hasta los 4 meses tiene un promedio de alimentación de leche materna exclusiva del 95 por ciento, porcentaje que disminuye a un 45 producto de la suspensión de la lactancia exclusiva y para los 6 meses se reduce a un 30 por ciento.
Como aporte nutricional, la leche materna contiene todos los elementos necesarios para un crecimiento adecuado del niño, en especial en los primeros 6 meses donde la lactancia materna debe ser exclusiva. La lactancia incide en la reducción de la mortalidad infantil además protege al niño de enfermedades respiratorias, infecciones intestinales, celiaquía, diabetes y alergias.
Estimular la lactancia materna es una de las claves para nutrir y proteger a los niños en el primer período de sus vidas. “Para continuar incrementando la práctica de lactancia, desde el organismo seguimos promoviendo mejoras en la capacitación del personal abocado a la salud del niño que desempañan su función en los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS)”, señaló la directora Vera.
La lactancia materna debe ser constante y es recomendada hasta los dos años de vida para fortalecer la relación de afecto entre la mamá y el bebé así como para contribuir con el desarrollo de niños sanos. Las madres también se encuentran protegidas porque amantando a su bebé con frecuencia pueden prevenir el cáncer de mama y ovario y, al mismo tiempo, se resguardan de la depresión post-parto, la anemia, la hipertensión, la osteoporosis, la artritis y la obesidad.