COBERTURA IMÁGENES: Jornada Masculinidades y Violencias
Viernes, 30 de mayo de 2014
Gogo Doti: Visibilizar a las mujeres es un trabajo arduo, realmente doloroso y difícil
Se llevó a cabo esta semana la Jornada Debate Masculinidad y Violencias, Generación De Un Ámbito De Discusión, en el Recinto de Sesiones “Deolindo Felipe Bittel”, organizada por la Comisión Multisectorial de la Mujer.
Los paneles abordaron las temáticas “Femicidio y el rol de las Instituciones” y “El papel del hombre y el niño en el logro de la igualdad de género” a cargo de la Presidenta de la Comisión Multisectorial de la Mujer, María del Pilar Dotti, el Dr. Reynaldo Francia Fiscal de Cámara de Charata; por el Ministerio de Educación la Asistente Social María Bergara, Directora de Salud Educativa; el Coordinador de la Campaña “Lazo Blanco” Hugo Huberman y las Coordinadoras del panel Angélica Coll y la Magister Ester Staroserlky.
Dotti dio la bienvenida al público presente manifestando “nos debíamos esta capacitación, porque nosotras también debemos aprender el trabajo que están haciendo y llevando adelante los hombres con la problemática de las mujeres” y observó que “visibilizar a las mujeres es un trabajo arduo, realmente doloroso y difícil. Nosotras que vamos por los barrios, por las provincias, tratando de meter en las cabezas que los hombres y las mujeres somos iguales, nos tropezamos, nos caemos y nos volvemos a levantar, pero cuando nos encontramos con tantas muertes y con tanto dolor principalmente de las mujeres, es cuando parece que nos caemos y nos caemos en un vacío, a veces no vemos superadas por la problemática.”
“Entre nosotras nos fortalecemos” expresó, “nos damos fuerza, la violencia de género lamentablemente es producto de la desigualdad entre el hombre y la mujer, esa es la realidad, porque son muy lindas las letras de nuestras leyes, de nuestra Carta Orgánica Municipal, de nuestra Constitución Argentina, de tantos tratados internacionales, pero lo más difícil es cambiar esa desigualdad a nivel social”. Destacó la importancia de “visibilizar a las mujeres, hasta en el lenguaje nosotros estamos invisibilizadas, cuando decimos Cámara de Diputados por ejemplo, nosotras no estamos ahí, las diputadas no están en ese nombre, por ejemplo”.
Manifestó que “las mismas mujeres hemos aceptado esto por mucho tiempo sin darnos cuenta, entonces tenemos que empezar a romper los paradigmas y empezar a nombrarnos porque empezar a nombrarnos significa también reclamar nuestros derechos, empezar a decir ‘nosotras las mujeres’, empecemos a visibilizar en el lenguaje, que no nos metan en una bolsa en el genérico masculino porque por culpa de estas desigualdades y de este aceptar mueren las mujeres, nueve ya murieron en el Chaco y dos niños por nacer, es terrible lo que nos está pasando” instó.
Hugo Huberman, coordinador de la campaña “Lazo Blanco”, que aboga contra la violencia de género en 90 países, destacó que “en toda América Latina y Europa donde he trabajado, los que ejercemos la violencia de género de una manera o de otra, económica, simbólica, social, política, incluso adentro de los poderes judiciales y los poderes políticos somos los hombres; muchas veces me preguntan a mí que pienso de los hombres golpeados es ínfima la cantidad” y explicó que “la violencia de género implica que un hombre cree que la mujer no tiene derechos, por eso se llama violencia de género, porque hay una asimetría muy concreta entre el poder del hombre y la mujer”.
En ese sentido, aseguró que “lo que le da ese poder al hombre es la cultura, la tenemos que trabajar para transformarla en una cultura que escuche mas, una cultura que acepte mas las diferencias, una cultura que acepte mas la diversidad de posibilidades y una cultura que entienda que los derechos humanos son derechos de todos y todas y que no hay estrellitas ni estrellados hay personas, ciudadanas y ciudadanos de primera clase”. Para esto, puntualizó que “los poderes deliberantes deben generar la mayor cantidad de leyes de protección y nosotros tenemos que transformar la cultura mediante prácticas cotidianas en los lugares donde nos hacemos hombres, en las escuelas, en los clubes deportivos, en las organizaciones religiosas, nos vamos haciendo hombres y mujeres y nos hacemos bajo relaciones de poder, esas relaciones son las que tenemos que transformar”.