La sesión en la Cámara alta comenzaría al mediodía
Viernes, 26 de diciembre de 2025
Llega al Senado la batalla por el Presupuesto 2026
El oficialismo dice tener los votos para sancionar el proyecto. Pero hay un problema. Un sector del radicalismo se opone a votar el artículo 30, es el que aplica recortes a la educación y la ciencia. Menem sueña con sesionar en enero si hay modificaciones.
Paula Marussich para Página12
A todo o nada, el Gobierno se prepara para dar este viernes el golpe final del período de sesiones extraordinarias y sancionar, por primera vez, un Presupuesto que ordene el manejo de los fondos públicos tras dos años de discrecionalidad. Sin embargo, el oficialismo vuelve a empantanarse en el ajuste. Los recortes previstos para educación y para el sistema nacional de Ciencia y Tecnología amenazan con trabar la votación en particular. El peronismo trabaja para hacer caer el artículo 30, que elimina metas de financiamiento en esas áreas, y un sector del radicalismo evalúa acompañar la ofensiva. Con los vencimientos de deuda de enero a la vuelta de la esquina, Luis Caputo necesita que el Presupuesto 2026 quede aprobado sin cambios para exhibir solvencia ante los mercados y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si el proyecto sufre modificaciones, la Cámara baja -como consideran en el despacho de Martín Menem- podría volver a sesionar recién el 6 de enero, pero antes Milei debería emitir un decreto de ampliación de las extraordinarias.
Sin reforma laboral y con un presupuesto que se deshilachó en Diputados tras la caída completa del capítulo 11, el período de sesiones extraordinarias llega este viernes a su fin sin el éxito que imaginaba Patricia Bullrich en su vuelta al Congreso. La Casa Rosada ahora apuesta a exhibir un pergamino que le permita disimular los tropiezos de un gobierno que ganó volumen en ambas Cámaras tras las elecciones de octubre, pero que todavía no controla del todo la rosca parlamentaria. En ese marco, el oficialismo buscará además aprobar el proyecto de Inocencia Fiscal, que en los hechos funcionará como un nuevo blanqueo para que los argentinos saquen los “dólares del colchón”. En la misma sesión asumirá Enzo Fullone en reemplazo de la narcodiputada Lorena Villaverde, cuya designación fue impugnada por el PJ rionegrino por sus vínculos con Fred Machado.
Si bien el oficialismo se muestra confiado en aprobar el presupuesto en general, una vez más la clave estará en la votación en particular. El texto que aprobó la Cámara baja dejó en pie el artículo 30, que elimina las metas de financiamiento para la educación, la inversión progresiva en ciencia y tecnología, el fondo para las escuelas técnicas y las partidas destinadas al sistema de defensa nacional. La oposición buscará reinstalar en la reunión de labor parlamentaria prevista para las 10.30 la discusión sobre la modalidad de votación. Si no logra imponer la votación “por artículo”, el debate se trasladará al recinto y calentará el inicio de la sesión previsto para las 12 del mediodía. Cualquier cambio al texto dinamitará los planes del Gobierno y obligaría a que el presupuesto regrese a Diputados. Bullrich ya le avisó a su tropa que no piensa admitir que se modifique “ni una sola coma”.
Los radicales El gobierno cuenta al radicalismo entre sus aliados para aprobar el proyecto en general pero lo cierto es que un sector de la bancada no se siente cómodo con seguir ajustando gratuitamente a la ciencia y la educación. La posición dentro del bloque no es homogénea y se terminará de definir en una reunión previa a la sesión.
El artículo 30 no es el único punto de conflicto. El 12 atenta contra el financiamiento universitario y le da la potestad a la Secretaría de Educación de manejarse con discrecionalidad. Por su parte los gobernadores acumulan malestar por la parálisis de la obra pública y por la deuda que el Estado nacional mantiene con las 13 provincias que no transfirieron sus cajas previsionales. “No me extrañaría que, para no voltear el artículo 30, algunos gobernadores terminen negociando un ‘dame lo que me debés’”, explicó un senador de ese bloque a Página/12, y reconoció que “los números están ajustados”.
En efecto, la bancada radical tiene diez senadores. Si se pliegan al peronismo, que se encamina a votar en contra del artículo 30, incluidos los díscolos que integran el subbloque Convicción Federal, el texto debería volver a la Cámara Baja para su sanción definitiva.
En Diputados, muchos legisladores ya comenzaron sus vacaciones y la logística podría complicarse. Cerca del presidente de la Cámara, Martín Menem, se mostraron confiados en que los radicales no votarán en contra, pero, por las dudas, ya activaron un esquema que permita sesionar el próximo 6 de enero. La urgencia es llegar al día 9 de enero, cuando el gobierno debe afrontar un nuevo vencimiento de deuda con el Presupuesto 2026 aprobado.
Las cuentas de los libertarios En la Casa Rosada reina el optimismo. La Libertad Avanza tiene un piso de 21 senadores para avanzar con la aprobación general del presupuesto. A los 18 propios se suman los aliados del PRO, aún después del cruce por la AGN y de la UCR. Con el presupuesto como prioridad absoluta, Bullrich pidió cajonear el tema de las vacantes en ese organismo. Los nombramientos impulsados en Diputados generaron un cortocircuito con el PRO que derivó en una denuncia motorizada por Cristian Ritondo. Las vacantes que corresponden al Senado deberán esperar.
La estrategia oficial suma la negociación con los bloques provinciales, clave para blindar la votación. La salteña Flavia Royon acompañará la iniciativa. El excel libertario cuenta como propios votos del subbloque Convicción Federal. El puntano Salino, presidente del bloque, votará en contra del presupuesto pero no pudo confirmar que esa postura se replique en el resto del espacio. Podría ser la primera vez que el peronismo en la Cámara Alta vote dividido. La definición llegará en una reunión que ese bloque mantendrá antes de labor parlamentaria.
Las ausencias jugarán en favor del oficialismo porque achica el número de votos necesarios para alcanzar la mayoría simple y serán también una carta de negociación para que el proyecto no regrese a Diputados. Las metas que fija el Presupuesto parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026 por debajo del precio actual.