Cierran hoy alianzas para octubre: el PJ y LLA definieron trazo grueso y restan negociaciones finales
El partido de Karina Milei logró acuerdos con el PRO en Buenos Aires y CABA. El peronismo alcanzaba unidad en buena parte del país, aunque se dificultaba en Córdoba, Salta, Jujuy y Tierra del Fuego. Los gobernadores buscan hacer pie en el Congreso con sellos propios y agendas comunes.
El mapa electoral del próximo 26 de octubre comenzará a definirse este jueves cuando queden confirmadas las alianzas que competirán por el diseño del nuevo Congreso para el segundo tramo del Gobierno de Javier Milei, quien se esperanza con ganar el músculo parlamentario del que careció hasta ahora.
Tras un dificultoso cierre para los comicios desdoblados bonaerenses del 7 de septiembre, esta presentación de frentes transcurrió con cierta calma, y el trazo grueso quedó configurado incluso antes, más allá de tensiones puntuales en algunos distritos. Los detalles finos se conocerán más tarde, ya que en muchos distritos la justicia electoral anticipó prórrogas para la mañana del viernes.
Si bien los mayores tironeos se esperan para el 17 de agosto, deadline para presentar las listas de candidatos, un primer análisis demuestra que se trata de un cierre ecléctico, con alianzas a la carta que no coinciden de manera lineal distrito por distrito.
Por un lado, La Libertad Avanza (LLA) logró imponerle al PRO las condiciones también para una sociedad en CABA, como antes lo había hecho en la provincia de Buenos Aires. Asimismo, el peronismo alcanzó esquemas de unidad en buena parte de las provincias y se esperaban definiciones en un puñado de distritos, como Córdoba, Tierra del Fuego, Salta y Jujuy.
Asimismo, se verá la performance de los gobernadores que se unieron bajo la promesa de conformar un bloque parlamentario conjunto, llamado Provincias Unidas, después del recambio. En la práctica, cada mandatario tendrá sus propios armados y se trata de una apuesta de mediano plazo de unificar agendas federales en el Congreso, después del recambio de diciembre.
PRO-LLA El amarillo del PRO se diluyó en el violeta del partido de Karina Milei. El sello de Mauricio Macri entregó color y nombre incluso en su casa matriz, la Ciudad de Buenos Aires, como antes había ocurrido en la Provincia, tras el acuerdo entre Sebastián Pareja y Cristian Ritondo, titulares de las filiales bonaerenses de ambos partidos.
LLA copó el espacio de centro derecha, traccionado por la buena imagen de Javier Milei. Y en paralelo negociaba alianzas con el PRO en distritos como La Pampa, Catamarca, Santiago del Estero o Tucumán. También en Entre Ríos, con el gobernador Rogelio Frigerio, que no obedece al mandato de Mauricio Macri y busca blindar el distrito, que elige senadores, ante un peronismo que logró la unidad. El diálogo se aceleraba en estas horas.
Asimismo, los libertarios se habían dado el apretón de manos con los mandatarios radicales Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco). En buena parte del país irá como partido, en soledad, y no como frente. Un test para medir el arrastre de la marca sin Javier Milei en la boleta.
PJ (casi) unido El peronismo, por su parte, se ordenó con el cierre espinoso de la provincia de Buenos Aires, donde todo estuvo a punto de estallar por el aire. Esas negociaciones, de las que nació el sello Fuerza Patria, incluyeron a las elecciones nacionales, donde el kirchnerismo tendrá prioridad para el armado de listas.
Esa unidad permitió que se avanzara, por caso, en un esquema similar en suelo porteño, donde se incluirá a los sectores que habían ido por fuera en los comicios locales de mayo: las nóminas de los sectores de Juan Manuel Abal Medina (empujado por el Movimiento Evita) y del ortodoxo Guillermo Moreno. Algo similar ocurrió en Chaco, donde Jorge Capitanich, que apunta a postularse a senador, imantó a los sectores de los intendentes que en las provinciales de mayo fueron separados.
Los gobernadores, además, aseguran que no tendrán injerencia del kirchnerismo en el armado de listas. Y, en esa lógica, hubo consenso en distritos con mandatarios hasta ahora dialoguistas, como Tucumán y Catamarca. Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, respectivamente, dieron guiños a sus antecesores y jefes locales de los PJ, Juan Manzur y Lucía Corpacci. E, incluso, adoptaron un discurso opositor a Milei en los últimos días.
Distinto es el panorama en Salta y Jujuy, donde el Partido Justicialista está intervenido por la conducción nacional de Cristina Kirchner. En la primera provincia el gobernador Gustavo Sáenz intentaba definir candidatos propios, al tiempo que el exmandatario Juan Manuel Urtubey se lanzaba por fuera. El PJ, en tanto, diagramaba un espacio con sectores cercanos al kirchnerismo. En tanto, en Jujuy, los interventores Aníbal Fernández y Gustavo Menéndez mantienen una tensa interna con el sector no K que encabeza la senadora nacional Carolina Moisés. En las provinciales de mayo se presentaron cuatro listas peronistas, y no hubo acercamientos para este cierre de cara a octubre.
También había asperezas en Tierra del Fuego, con un gobernador de FORJA, línea filo radical aliada a Unión por la Patria, como Gustavo Melella que se alineó con el intendente de Ushuaia Walter Vuoto. No obstante, había empujones con los otros dos intendentes peronistas del distrito: Martín Pérez (Río Grande) y Daniel Harrington (Tolhuin).
Sin embargo, el caso más traumático es el de Córdoba, donde el peronismo responde a Juan Schiaretti (posible candidato a diputado) y al gobernador Martín Llaryora. No obstante, el kirchnerismo armaría su propio frente, al tiempo que se escindió Natalia de la Sota, cuyo padre José Manuel fue el socio histórico de Schiaretti, con una alternancia cronometrada en la gobernación de la provincia durante largos años. Ahora, esos apellidos podrían enfrentarse en octubre en la boleta única.
Provincias buscan hacer pie en el Congreso Llaryora fue uno de los cinco gobernadores que la semana pasada firmaron “el grito federal”, que apunta a conformar después de diciembre el bloque “Provincias Unidas”. Los otros: Maximiliano Pullaro (Santa Fe); Ignacio Torres (Chubut); Carlos Sadir (Jujuy); y Claudio Vidal (Santa Cruz). Los tres primeros reeditarán frentes que unirán al PRO con la UCR, más otros espacios afines que varían en cada terruño. Vidal tiene su provincialismo nacido desde filas sindicales.
Los cinco gobernadores que conformarán "Provincias Unidas". “Mucha gente estaba esperando un espacio de estas características. No es un espacio de centro o moderado. Es un espacio de gestión. Es un espacio que toma los problemas y los resuelve. No es un espacio ideológico”, dijo este miércoles Pullaro. “En nosotros van a encontrar sensatez. Acompañaremos lo que entendamos que está bien, como hicimos con muchas políticas del presidente Milei que consideramos que eran lo mejor para la Argentina”, agregó.
En Santa Fe, el frente Unidos para Cambiar Santa Fe, que también integra al Partido Socialista, mantendría partidos pero cambiaría el nombre, con una potencial candidatura de la vice Gisela Scaglia (PRO).
Los provincialismos, en tanto, se alistaban para jugar en la nacional: Juntos Somos Río Negro de Alberto Weretilneck, La Neuquinidad de Rolando Figueroa y el Frente Renovador de la Concordia misionero de Carlos Rovira y Hugo Passalacqua apuntaban a ganar espacios en el Congreso. Las dos primeras eligen senadores.