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Miércoles, 2 de junio de 2021
Con protocolos sanitarios, los bomberos voluntarios de todo el país celebran su día
Al aire libre, sin público invitado, con la participación de la comunidad a través de las redes sociales y, en algunos casos, con homenajes a sus compañeros fallecidos, los Bomberos Voluntarios de todo el país celebran su día este miércoles en conmemoración al 137 aniversario de la fundación del primer cuartel de bomberos del país.



Por Victoria Peralta para Télam

"Orgullo, compromiso, vocación de servicio, sentir que querés ayudar a personas que no conocés de manera desinteresada solo porque está en riesgo", así definió en diálogo con Télam Ariel Machuca lo que significa para él ser bombero voluntario.

El cuartel de Avellaneda prepara como celebración un homenaje a quien fue el jefe de la sede, Eduardo Fariñas, que falleció victima del coronavirus
El cuartel de Avellaneda prepara como celebración un homenaje a quien fue el jefe de la sede, Eduardo Fariñas, que falleció victima del coronavirus

El hombre que desde hace seis años reparte su tiempo entre el trabajo en el cuartel de Mina Clavero, Córdoba y sus tareas como técnico en una empresa de casinos, aseguró que "desde chico siempre me gustó colaborar, ayudar a la gente" y remarcó que el deseo de ser bombero es algo que "no se puede explicar; si vas a lo lógico no tiene mucho sentido, dejamos muchas cosas acá".


Machuca, de 37 años, se desempeña como jefe de un cuartel "que mueve mucho" ya que tiene en su jurisdicción la ciudad de Mina Clavero, desde el arroyo Los Patos hasta Santa Rosa, al norte, y encerrada por dos cordones montañosos y "muchísima" tarea en verano "con los incendios forestales".

"Esta temporada trabajamos en incendios en Deán Funes, Capilla del Monte, Alta Gracia, Carlos Paz, hemos podido colaborar con unidades livianas también, a veces estas operaciones demandan varios días. Nos ha pasado que salíamos de un incendio y teníamos que ir a otro, son en zonas complicadas, de difícil acceso, la sequía es mucha, el viento hace que se propague a velocidades impresionantes, realmente es muy peligroso", relató.


Para Machuca el trabajo de bombero no solo es difícil porque pone en riesgo su vida, sino que además "la familia tiene que apoyar y entender que, a veces, no podes estar en cumpleaños o navidades" y remarcó que trata de "trasmitirle al resto del cuartel la importancia de estar bien con la familia".


La sede, conformada por 28 bomberos voluntarios, mantuvo durante todo el año pasado dos burbujas y estrictos protocolos sanitarios para mantener siempre un equipo de emergencias, seis de los integrantes del cuerpo fueron vacunados con la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19 y "esta semana desde el Ministerio de Seguridad de la provincia nos avisaron que llegaban las vacunas para el resto, lo que para nosotros es un verdadero alivio", concluyó.

Como parte de los festejos por el Día del Bombero Voluntario y ante las restricciones por la pandemia, desde el cuartel convocaron a los vecinos a decorar sus casas con carteles, globos o cintas de color rojo, naranja o amarillo.


Marcelo Sandoval es bombero desde hace 11 años en la localidad bonaerense de Avellaneda, en la actualidad ocupa el cargo de Sargento Primero y, responsable de la Brigada de Rescate, desarrolla sus tareas en el cuartel central del municipio que tiene un cuerpo activo conformado por 60 hombres y 25 mujeres.


"Nací y crecí en un barrio humilde de Avellaneda, Villa Tranquila, en donde las viviendas son muy precarias, uno de mis tíos era bombero y cada vez que había un incendio y nos juntábamos todos a ayudar. Fue mi vocación desde siempre, lo veo como la manera de poder ayudar a mi barrio", recordó el hombre de 41 años en entrevista con Télam.

Para Sandoval, ser bombero es "una vocación de servicio, poder dar una mano a cualquier persona, sin importar nada, eso te fortalece el corazón" y aseguró que "a mí me cambio la vida, conocí un grupo maravilloso de personas de diferentes ambientes, clases sociales, culturas, sin dudas fue un antes y un después".


El hombre, padre de tres hijas y un nene pequeño, recordó que su familia le recrimina "todo el tiempo que me lleva mi trabajo como bombero, no hay cumpleaños ni fechas especiales cuando hay una emergencia, tengo que salir corriendo, además, las más grandes tienen miedo, siempre me dicen: no queremos un héroe en una placa, queremos un papá".

En este sentido, Sandoval recordó que estuvo en "varios episodios" en los que su vida estuvo en peligro, el peor de todos fue un incendio en el que explotó el tanque de GNC de un vehículo y un pedazo del mismo se le incrustó en un pie, situación por la que estuvo internado varios días.


Sin embargo, eso no detuvo su vocación, aunque recuerda que, la "única vez" que se replanteó el seguir siendo bombero fue cuando "en un incendio había una familia atrapada y logramos sacar a los padres, pero me tocó sacar el cuerpo sin vida de un nene de tres años, eso me desestabilizó emocionalmente, fue lo peor que me tocó vivir".

El cuartel de Avellaneda, ubicado en Florentino Ameghino 772, prepara como celebración para el Día del Bombero un homenaje a quien fue el jefe de la sede, Eduardo Fariñas, que murió tras contraer coronavirus, durante el acto se colocará una placa conmemorativa junto al uniforme de gala, donado por su viuda.


El 2 de junio de 1884 se fundó el primer cuartel de bomberos del país, en el barrio porteño de La Boca y desde entonces se tomó esa fecha para reconocer a los miles de bomberos que día a día llevan a cabo esa noble tarea.



Desde María, el reconocimiento de Eschaco a los bomberos voluntarios de Chaco


María Gómez: Ser bombero, la vida como parte de la causa


Es la Jefa de los Bomberos voluntarios de San Fernando. Una vida dedicada a servir al prójimo sin límites, en cada momento y ocasión que el deber la llama.

La vida de un bombero implica la entrega total, en cuanto a su vocación de servicio no hay término medio, porque jamás se puede dimensionar el tamaño del siniestro a combatir, como tampoco se puede prever lo que sucederá. Aunque se trabaje mucho y todo el tiempo en la prevención, en que la población tome conciencia de lo que significa el peligro por lo inminente.

Los hechos siniestros ocurren y cuando se producen, se debe actuar, y para ello es prioritario estar preparados. La contextura de la persona dedicada a este oficio, se supone, puede resistir cualquier embate y situaciones riesgosas, pero es inimaginable el tamaño de un acontecimiento y si ese voluntario no va a sufrir ningún tipo de consecuencia. En virtud de ello deberíamos pensar que la mujer, por estructura física-corporal menos, pero su ventaja está en la formación. Su fortaleza radica allí, es el caso de María Gómez, la Jefa de Bomberos Voluntarios de San Fernando.

Un corazón solidario y un espíritu indomable hacen de ella la más aguerrida en cada caso y la más intrépida a la hora de entrar en acción. “Nosotros vivíamos en Villa Ercilia, somos un familia numerosa con padres muy trabajadores. Mi papá se llama Marcelo, dedicó toda su vida a la carpintería, mientras que mi mamá, Nélida López, trabajó siempre en la salud pública, ahora ambos están jubilados. Somos 11 hermanos, yo era la cuarta, razón principal por la cual la vida no resultó nunca sencilla para nosotros. Pero a pesar de todas las dificultades nuestros padres se esforzaron para que no nos faltara nada, aunque siempre tuvimos carencias, nunca fueron las elementales”.

“Cuando tenía 5 años nos mudamos a Villa Don Alberto, a los 11 años comencé a trabajar como niñera, la situación económica hizo que así fuera. A medida que fui creciendo, me tomaron como empleada doméstica, para el lavado, planchado y otras tareas. A pesar de todo pude concluir la primaria, aunque no así la secundaria, eran momentos duros en casa, mis padres se separaron y hubo que afrontar, junto a mi madre, todo lo concerniente a la casa”, relata María.

La vida, en esos años, no la trató muy bien, pero ella supo afrontarla. A los 17 años creyó haber conocido el amor y formó pareja con quien, a la postre, fue el padre de sus hijos, Nahuel, Leo, Daiana y Alejandro, hoy adultos que la han convertido en abuela, siendo el principal motivo de su vida, una verdadera familia que hicieron olvidar aquellas escenas de violencia que tanto daño le hicieron.

Ella es una mujer valiente que sabe afrontar las situaciones con la mayor entereza. La vida continúa se dijo a sí misma, su derrotero fue el trabajo, como medio indispensable para no abandonar. Trabajó como contratada en distintas ocupaciones, luego ingresó en una de las más reconocidas prestadoras de televisión por cable, más tarde fue secretaria privada del ministro de Desarrollo Social, Luis Bernasconi, desde ese lugar pasó al Ministerio de Educación, al que pertenece actualmente, pudo terminar su escuela secundaria y realizó un curso de Paramédico, que le fue muy útil en su ocupación actual.

Durante este lapso de mucha vertiginosidad en su vida, descubrió su pasión por el trabajo de los Bomberos Voluntarios. Se enroló y, con el paso del tiempo, méritos de por medio y mucha perseverancia, hoy es la Jefa de Bomberos Voluntarios San Fernando, Resistencia.

Este año estando en Rosario, mientras participaba de un Encuentro de Bomberos de la Argentina, fue distinguida por su labor y aporte a la comunidad de su provincia, en el marco del Día Internacional de la Mujer. Un hecho sorpresivo y merecido a la vez. “Siempre me gustó la actividad de los bomberos, pero cuando mis hijos eran pequeños no me podía dedicar. Esperé el tiempo necesario y, cuando ellos crecieron y se podían valer por sus propios medios, ingresé a las filas de los Voluntarios.

Actualmente hay dos de ellos que están conmigo, son parte de la dotación del cuartel y me acompañan. Eso para mí es muy gratificante”. “Uno de los motivos principales por el que me atraía ser bombero, es que siempre sentí la necesidad de ayudar a la gente. De una u otra forma siempre lo hice, pero no me completaba la forma, era muy esporádico todo. Pensaba en que el compromiso debía ser mayor y más efectivo, eso más quenada me llevó a tomar la decisión. Luego, cuando ya pertenecía al plantel, me di cuenta que era una vocación. Esto es algo que reafirmo en cada situación difícil que me toca vivir”.

“Los comienzos fueron muy difíciles, todo era muy precario, teníamos muchas carencias, ni siquiera un lugar para estar en la guardia. Con el tiempo conseguimos una casilla, pero solo eso, carecíamos de lo mínimo y elemental para estar allí. Incluso no había lugar para el estacionamiento de las unidades, estaban paradas en un terreno de tierra que, cuando llovía, no podíamos salir. Recuerdo una noche que nos llamaron por un incendio que incluía un rescate, tres niños que estaban en peligro, llovía torrencialmente, las autobombas y las unidades de rescate quedaron atascadas en el barro y no pudimos salir.

Me invadió una terrible impotencia, la angustia se apoderó de mí y no paré de llorar, pensando en esos niños, toda la noche. Una jornada angustiante muy difícil de olvidar. Pero a partir de ese hecho todo cambió y el cuartel fue creciendo. La ayuda no se hizo esperar, se construyó la plataforma de hormigón y nunca más dejamos de salir. Pero además del equipamiento técnico, los vehículos conforman una de las mejores flotas. Nuestro cuartel es un modelo de lo que debe ser un edificio para este tipo de trabajo. La guardia tiene todo, eso facilita la tarea y que cada bombero esté preparado de la mejor forma para salir ante cualquier emergencia”.

La vida de María no ha sido fácil, desde pequeña las inclemencias han estado a la orden del día. Sin embargo, tuvo la virtud de transformar todo lo negativo, llevándolo a la máxima expresión de solidaridad y su capacidad de dar amor es infinita. Es Jefa del cuartel pero no cobra por ello, parece increíble, pero es así. Sus ingresos dependen de un cargo como celadora en el Ministerio de Educación. Es una apasionada que vive cada instante en su actividad con intensidad.



SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

"A veces son sentimientos encontrados, los que padecemos como bomberos, el sentir muchas veces que hacemos hasta lo imposible y nada alcanza para salvar una vida, un bien. Las tristezas que a diario vivimos, y muchas veces el nudo en la garganta que se nos hace y aún así contenemos nuestras lágrimas porque debemos mantenernos fuertes. Nuestra profesión es dura, sacrificada, llena de emociones, las cuales muchas veces nos juega en contra", se sincera María ante ESCHACO.


LA ANÉCDOTA

Hay un hecho que por natural no deja de ser importante.Un patrullero se encontró con una parturienta que subieron al móvil para llevarla al hospital, pero el tiempo apremiaba. En ese momento pasaba María con su uniforme de la empresa de cable, le consultaron si se animaba a ayudar y no lo dudó, asistió a la futura madre. Había que cortar el cordón umbilical y no había con qué, sus zapatillas (eran nuevas), utilizó sus cordones, previa desinfección en alcohol y procedió al corte.

Todo salió muy bien, terminada la tarea llegó a su casa conla chaqueta ensangrentada, al verla sus hijos se alarmaron, y no entendían la sonrisa plena en su rostro.

Esta situación es una síntesis de lo que humanamente es María y el por qué es parte de la Dotación de Bomberos de San Fernando. Personajes como María muchas veces pasan desapercibidas en la sociedad, pero no pueden faltar en ella.

Se vuelven imprescindibles, nacieron para servir y lo hacen de la mejor manera, con actitud y corazón. Es hija, madre y abuela, su mayor tesoro es la familia -sus cuatro hijos y sus tres nietos- vive por ellos y para ellos, pero además, la mayor parte de su tiempo la dedica a quien la necesite.


Fotos: Jorge Tello


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