La cláusula de salida de Barovero generó diferencias con los dirigentes
Una de las figuras del equipo pretende un valor bajo para poder emigrar a futuro. La Comisión Directiva del club de Núñez tiene otros planes.
El arquero pretende una cláusula no demasiado elevada que no le complique salir en un futuro del club de Núñez
Con varias salidas definidas y con la intención de River Plate de rearmarse para seguir en la búsqueda de éxitos deportivos, el arquero es un bastión a retener. Pero no parece que vaya a ser tan sencillo para la dirigencia millonaria.
En la mitad de 2016, el ex Atlético de Rafaela cumplirá cuatro años vistiendo el buzo con la banda roja en el escudo. En todo este tiempo, no sólo se ganó un lugar y se convirtió en indiscutido, sino que también se hizo ídolo y hasta bandera. Pero su ascendencia va más allá de eso, tanto dentro como fuera de la cancha: a pesar de su perfil bajo, es una voz escuchada y respetada puertas adentro y, además, las veces que faltó, su ausencia en el césped se sintió y mucho.
Como a Barovero sólo le quedan seis meses de contrato, la dirigencia de River ya viene trabajando en los números de la renovación. El acuerdo está casi cerrado desde lo que pretende cobrar el guardameta. A los dirigentes la cifra les parece aceptable y no tendrán problemas en reconocérselo en el recibo de sueldo. Sin embargo, hay un detalle que por estas horas complica el panorama más de lo esperado: la cláusula de rescisión.
El arquero, de 31 años, tan sólo vistió cuatro camisetas en su carrera: la mencionada de Atlético, la de Huracán, la de Vélez y, claro, la de River. Sabe que no tiene muchos más peldaños por escalar en el medio local y que, si bien su puesto es más generoso que el resto a la hora de estirar la actividad profesional, tampoco le quedan muchos años de recorrido.
Por eso, pretende una cláusula no demasiado elevada que no le complique, eventualmente, salir del club de Núñez hacia algún otro destino que le permita hacer la diferencia económica, chance que hasta ahora no tuvo. Pero en River no quieren saber nada con dejarlo ir a cambio de "monedas”, y ahí radica la mayor diferencia. La distancia entre arquero y dirigencia es bastante importante en ese punto, aunque la predisposición de ambas partes está.
El 10 de enero, el plantel volverá a entrenarse en el Monumental antes de partir a Punta del Este. Los dirigentes ya fueron claros: no irá a la pretemporada quien no tenga el contrato firmado.