Caso Tatiana: Declaró esposa de Rosa y se rechazó pedido de careo - EsChaco.com - Resistencia

INFORME DIARIO NORTE

Jueves, 21 de agosto de 2014

Caso Tatiana: Declaró esposa de Rosa y se rechazó pedido de careo

Ayer se realizó la sexta audiencia del juicio por el crimen de Tatiana Kolodziey con la declaración de cinco testigos y la ampliación del imputado Juan Cabeza. Fue solicitado que se investigue a Magdalena Mancuello, esposa de Jorge Rosa por falso testimonio pero el tribunal consideró innecesario el planteo de la querella, mientras que la defensa propuso careo entre Cabeza y Walter Sena, el dueño del auto que alquilaba pero tampoco prosperó dicho recurso. No habrá debate hasta el lunes 25.

Con una explicación técnica del acusado Cabeza de cómo logró la libertad condicional por el informe elevado al juez Áxel López de parte del equipo forense del poder judicial del Chaco ya que la jefa del departamento social de la Unidad Regional 7 Silvia Ferrer comenzó a confeccionarlo dos meses después de la requisitoria, se abrió ayer la sexta jornada del juicio que se sigue por el asesinato de Tatiana Kolodziey (32).

Las principales novedades pasaron por la declaración de cinco testigos y planteos de las partes que no prosperaron ante el tribunal presidido por Marisa Lehmann e integrado por Lucía Martínez Casas de Sanchís y Glenda Vidarte.

Hoy no habrá debate por el chequeo médico que deberá efectuarse Cabeza (Ver aparte) y mañana tampoco ya que el fiscal de cámara Jorge Gómez se ausentará por un congreso.

Ayer prestaron testimonial Carlos Alberto Rostand (dueño de Remisería Resistencia); Walter Sena (propietario del auto que alquilaba Cabeza); Magdalena Cuello (esposa de Jorge Rosa), Raúl Oscar Zanazzi (alquiló pieza al acusado) y Rubén Oscar Zuco, oficial de Investigaciones que tomó denuncia a Arnaldo Enciso.

Cabeza en su ampliación aclaró que el beneficio de la libertad condicional otorgada por el juez de ejecución penal López surgió por el informe del equipo forense del Poder Judicial del Chaco. Así se abrió el debate oral y público que se le sigue al tucumano por los delitos privación ilegítima de la libertad, abuso sexual con acceso carnal, homicidio criminis causa y uso de documento público falso, todos en concurso real.
El acusado Juan Cabeza ayer volvió a hablar para referirse a sus diferencias con equipo de forense y para señalar al querellante Ernesto González, por sus hipótesis de falso testimonio.
Cuestionó a equipo forense

El planteo del imputado surgió luego de conocerse que la querella a cargo de Ernesto González propuso como testigo al psiquiatra forense Ramiro Isla quien integra el equipo del poder judicial chaqueño y recomendó en aquella oportunidad al magistrado López sobre los riegos de reincidencia en delitos sexuales.

“Yo ya he tenido roces con el equipo forense del poder judicial del Chaco y ellos me hicieron dar la libertad y ahora se rasgan las vestiduras diciendo que soy un psicópata”, reclamó ayer ante el tribunal luego que el defensor oficial 12, Alfredo Rendina anunciara que su defendido deseaba hablar nuevamente.

En cuanto a la presencia de Isla en la sala para la próxima semana, ya Rendina sugirió al tribunal que lo haga únicamente en esa condición y no como perito forense.

Luego respondió una pregunta acerca del llamado que realizó a las 9.11 el 20 de octubre del 2012 a Jorge Rosa: “Yo quería hablar con él el tema de la venta de la moto y le dije que pasaría por su casa”, dijo a la querella.
Dueño de remisería lo incriminó

Carlos Alberto Rostand, titular de la remisería Resistencia a la que Juan Cabeza prestaba sus servicios con un auto alquilado, señaló que el imputado le había pedido permiso diez días antes del hecho para dejar estacionado el auto frente a su local. El 20 de octubre de 2012, cuando se produce la desaparición de la pasajera el Corsa gris, identificado como móvil 41 no estaba.

Contó cuáles eran en aquel entonces los requisitos para poder sumar un vehículo a su flota que a la fecha los fines de semana dispone entre diez y quince unidades.

El testigo pormenorizó cuestiones pero lo central fue cuando reconoció haberse preocupado a no ver el Corsa gris de Cabeza estacionado frente a su remisería tal cual acostumbraba a hacerlo.

“Me llamó la atención que no dejara el auto, justamente por eso yo tomé el recaudo de buscar los papeles e ir a la comisaría Primera”, recordó sobre lo que hizo enterado de la desaparición de Tatiana.

El fiscal Gómez le preguntó cuáles requisitos exigía su remisería: “Habilitación municipal y carnet de conductor del chofer o dueño del auto”, en cuanto a cómo Cabeza llegó a su local, dijo que se presentó Walter Seña, propietario del Corsa pero que dos meses antes de que se hiciera cargo Cabeza, había otro chofer del cual no recordaba su nombre.

Aparte de la clausura por una semana de su remisería tras los hechos, otra consecuencia que tuvo fue la renuncia de la operadora Cándida Yolanda Peticarini, a la que la llamó días después para que se reincorpore pero ella no quiso seguir.

Se enteró de la desaparición de la radióloga a la que no conoció pero si sabía que era clienta, “por el operador Carlos Oviedo” y de a poco se enteró cuando comenzó a hablar con el resto de los choferes que se buscaba a una pasajera que “había subido al móvil 41”.

“Agarré los papeles y me presenté en la comisaría Primera”, reiteró Rostand, al advertir que el auto no estaba estacionado pese a que Cabeza le había pedido permiso para dejarlo estacionado.

Según el testigo, Cabeza hacía quince días que manejaba para su empresa y que en 2012 no se pedía antecedentes penales y que nunca tuvo problemas con el investigado y tampoco le llegaron quejas de compañeros de trabajo y pasajeros. Detalló ante el tribunal que según la operadora, el imputado se retiró a su casa entre las 4.30 y 5.
Tres expresos en un templo umbanda

Walter Sena era en ese entonces el titular del auto Corsa gris secuestrado en el marco de la investigación por la desaparición de Tatiana Kolodziey. Ayer también declaró.

Sena, el imputado Cabeza y Jorge Rosa se conocieron en el templo umbanda ubicado en calle 27 y Fortín Rivadavia de Resistencia. “Nos conocimos en una ceremonia”, contó Sena ayer en la sexta audiencia.

Cabeza, Rosa y Sena, los tres estuvieron detenidos, a diferencia que el último no estuvo alojado en la cárcel federal 7, sino en Jujuy, pero no fue condenado.

Contó que al hoy detenido Rosa lo conoció tres meses antes de los sucesos y que sabía que había estado preso pero no los delitos cometidos y que a través de él entabló una relación con el tucumano, pero que no eran amigos y tampoco conocidos.

En relación al estado mecánico del auto coincidió con lo dicho por su chofer de que el motor recalentaba y que se le cortó el cable dela acelerador, suplantándolo con uno de moto y que fue a auxiliarlo cuando Cabeza tuvo desperfectos frente a Sameep.
Debía dejar el auto en la remisería

Sena acerca del carnet de conducir al que le tramitó refirió al “el carrero del barrio, el que recogía la basura y él sabía quién lo hacía en Puerto Vilelas”, aunque admitió ante el fiscal Gómez que nunca fue a ese municipio a solicitarlo.

Admitió haber recibido un llamado telefónico de Cabeza el 19 de octubre a las 22.30 ya que ese día cortó el acelerador. Señaló no haber recibido una llamada de Rosa o de su esposa.

Sobre ese percance mecánico le dijo que se quedara en el lugar así lo auxiliaba, yendo hasta la avenida 9 de julio con una hija.

El dueño del coche informó al tribunal que Cabeza acostumbraba a retirar el coche a las 7 y hasta las 23, pero cuando se mudó a calle Ameghino donde alquilaba una pieza le pidió el auto para poder trabajar en hora pico y que lo dejaría al término del trabajo frente a la remisería.

El 20 de octubre confirmó que Cabeza le fue a pagar el alquiler, cerca de las 10 y le preguntó cómo estaba el vehículo tras la ruptura y le contestó bien. Le propuso que se quedara ese día con el Corsa ya que no lo usaría. Según Mesa, siempre lo entregaba limpio y con el tanque lleno.

También describió que se comunicó aquella fecha a las 9.45 con el remisero porque no pasaba a pagarle los 120 pesos, pero luego Cabeza le hizo saber que se demoró porque hizo lavar el rodado.

En tanto reconoció que no estaba habilitado para remis aunque contaba con seguro y solamente un cartel blanco sobre el parabrisa informaba del servicio remis y refirió que el remisero ya no tenía puesta la misma ropa del momento que lo auxilió.

Por algunas imprecisiones o diferencias en las declaraciones entre Walter Sena y Juan Cabeza, la defensa solicitó que se realice un careo a fin de poder dilucidar las cuestiones, pero la solicitud de Alfredo Rendina no fue aceptada por el tribunal.

Fiscal en turno deberá investigar a Mancuello

Magdalena Mancuello asistió ayer a prestar declaración testimonial y reconoció conocer a Cabeza hace dos años por intermedio de su marido Jorge Rosa y por algunas inexactitudes en llamadas telefónicas el tribunal dispuso que se remita copias de su testimonio para que investigue si cometió delito como ayer pretendió demostrar la querella.
Separados, fueron los pedidos esta vez de la querella y el fiscal de cámara Jorge Gómez sobre temperamentos a adoptar tras declaración de testigo.

Dijo desconocer hasta el día que se lo llevaron detenido los antecedentes del remisero y que se enteró cuando acudió a Investigaciones Complejas para averiguar que sucedía con su marido ya que había dicho que el trámite le llevaría una hora. Luego de “Marta”, se transformó en tutora de Cabeza que solamente estuvo una semana hospedándose en su casa, durmiendo en la parte de adelante del comedor.

Según Mancuello el 19 de octubre de 2012 se acostaron cerca de las 2.30 y se levantaron el 20, a las 9 y descartó haber escuchado que Rosa haya recibido una llamada o bien haberlo visto desplazarse con el teléfono en alguna parte de la casa a la que definió como chica, por lo que a ella se le haría fácil poder escuchar.

Mientras descartó que su esposo haya salido del inmueble, solo fue durante el allanamiento cerca de las 10. También se refirió al segundo procedimiento en su casa el domingo donde los investigadores se retiraron con bolsas y elementos de Cabeza tenía allí.

Fue el querellante González quien le hizo saber que contaba con informe de la policía federal y compañía telefónica sobre las llamadas entrantes y salientes. Y de acuerdo a ese entrecruzamiento hubo una comunicación entre Rosa y Cabeza a las 21.43 del 19 de octubre y a las 9.11 del 20 cuando ya Tatiana se encontraba desaparecida. La testigo negó esa posibilidad basándose en que estuvo siempre cerca de Rosa por lo que el abogado de la familia Kolodziey afirmó: “O miente el informe policial o miente ella”, dijo al tribunal.

Esgrimiendo los mismos fundamentos de cuando solicitó el martes la detención por falso testimonio de Pablo Ariel Barrientos, desde la querella se pidió que se le tipifique el mismo delito aunque González hizo la salvedad que por su condición de madre quedara en libertad pero a disposición del fiscal de investigaciones en turno.

La contradicción de Mancuello según la querella, es la visita de Cabeza esa noche a su domicilio de Fontana, negando la mujer que eso haya sucedido y además la venta de una moto que Cabeza pretendía hacer, algo que la testigo no pudo acreditar si realmente había un interés de comercializarla de parte del acusado.

Por su lado, el representante del ministerio público tomó distancia de González por entender que no había sustento para interpretar una comisión de delito porque el teléfono lo usaba Rosa y es lógico que Mancuello no pueda precisar sobre esas supuestas comunicaciones. Sin embargo requirió envió de las copias de las declaraciones para que sea analizada por el fiscal en turno.

Nuevamente solicitó la palabra Cabeza, para defenderla de las acusaciones y negar que tanto Mancuello y Rosa pretendan encubrirlo y sostuvo que “este señor (por González) quiere meter presos a todos”. La jueza Lehmann le llamó la atención pidiendo respeto a los profesionales de la sala y reiteró el derecho constitucional de declarar las veces que desee pero siempre en la forma adecuada y correcta.