Colombi diferenció su gestión de “la política nacional con matriz del ’90”
Reivindicó la “solidez financiera” de la provincia. Reiteró reclamos por fondos y por el “centralismo” en el que tres de cada cuatro pesos se quedan en la Nación. Pegó fuerte a legisladores que traban créditos para obras que mejoran la calidad de vida de los pobres.
En un discurso que duró 55 minutos el gobernador Ricardo Colombi definió lo que será el eje de la campaña electoral desde el oficialismo provincial: presentar los logros de la gestión y cuestionar lo que considera “la política del falso progresismo que se administra con la matriz neoliberal de los ’90”, y cuestionó con dureza la “perspectiva mendicante y descalificadora que se ve en otras provincias, donde los gobiernos municipales están a expensas del Gobierno provincial”.
En una sesión que cumplió con todas las formalidades y ante legisladores que lo escucharon con atención, logró arrancar aplausos y alguna que otra ovación. Sólo cuando citó a Juan Domingo Perón al compartir aquello de “a este país lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie”, o “para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino”, obtuvo aplausos de parte de las bancadas justicialistas y ahí terminaron las coincidencias.
Destacó líneas de acción centrales de la gestión como: “El fortalecimiento del Estado como promotor del progreso; la jerarquización de los gobiernos municipales; el trabajo codo a codo con el sector privado para impulsar el desarrollo y la generación de empleo; la lucha frontal para corregir las desigualdades sociales; el reconocimiento y puesta en valor de nuestros activos culturales”.
También enumeró obras, montos de inversión en salud, educación, infraestructura productiva, acción conjunta con el sector privado y el Plan Alimentario Corrientes “Lo que nos permite afirmar con orgullo porque nuestros niños crecerán sanos y fuertes”.
Insistió en “el respaldo irrestricto a los municipios con el incremento de los porcentajes de coparticipación para que sean constructores de sus propios destinos”.
En este punto también se diferenció del Gobierno nacional al asegurar que desde la Capital Federal sólo se apoya a los que aceptan ser parte de la misma política y que en Corrientes se otorgan beneficios a los municipios sin pensar en su alineamiento político.
También ocupó una parte importante del discurso para fustigar a los legisladores que no acompañaron al Gobierno en la solicitud de créditos y en su opinión esa negativa de los opositores “implican menos calidad de vida para las familias, mayores costos para los productores, imposibilidad de crear empleo” y por “votar negativamente y después llenarse la boca reclamandole obras a este Gobierno”.
También cuestión a los dirigentes políticos que exponen su “contradicción entre la declamada sensibilidad social y las trabas para realizar obras que necesitamos para vivir mejor”.
En ese plano afirmó que “la construcción de una Corrientes grande debe partir del afianzamiento de nuestras instituciones, de nuestros valores y de nuestras virtudes y no como el furgón de cola de los caprichos que otros y en otros lugares, pergeñan”.