Policías rebeldes se sumaron a los saqueadores que arrasaron la ciudad
Incontables comercios robados y destruidos, balaceras y un centenar de demorados fue el saldo de la jornada. Denunciaron que se utilizaron móviles policiales para recorrer la ciudad "alzando manifestantes". Cerca de las 2 de la madrugada se restableció el orden.
Lo que primero había comenzado como una manifestación pacífica, se convirtió en pocas horas en una sublevación de algunos empleados policiales que desconociendo los mandos naturales respondieron a uno de los referentes policiales rebeldes al frente de la mencionada manifestación y se produjo el caos en la ciudad.
Los manifestantes encabezados por el comisario en servicio Ramón Canteros primero coparon la División 911 y desde la radio de ese lugar pedían, casi exigían a los demás uniformados y unidades policiales que bajen a la unidad a sumarse a la protesta, “porque lo que conseguimos también les va a beneficiar a ustedes”, decían. Solo consiguieron que cuatro patrulleros de los 11 que tenía el 911 se rebelaran, como así también efectivos de la Comisaria 2da y 4ta. Mientras se producía este principio de rebelión en distintas unidades, se desató una locura en la ciudad de Sáenz Peña, con numerosos focos de saqueos.
Lo lamentable de este suceso es que los sublevados comenzaron a utilizar los móviles para movilizarse de un lugar a otro, alzando a manifestantes en los patrulleros y recorriendo la ciudad.
LOS SAQUEOS
Primero fue en el Supermercados Changos Mas, donde efectivos de la División 911 con apoyo de Investigaciones y Gendarmería, muy diezmado lograron sofocar, enfrentándose casi cuerpo a cuerpo con los saqueadores, lograron evitar el ingreso masivo de casi 400 personas dispuestas a todo. A partir de ese momento la ciudad fue un caos, la policía, los pocos que no estaban de paro hacían lo humanamente posible para contener a la turba que alocadamente se desplazaba en motocicletas a distintos comercios de la ciudad.
Musimundo fue el más afectado, rompieron las vidrieras y se llevaron varios artefactos, intentaron ingresar a los supermercados Arriero, pero se encontraron con que los propios empelados estaban apostados en la puerta defendiendo su fuente laboral, sumado al apoyo policial. Otros locales de electrodomésticos se vieron afectados, mientras que varios más fueron precavidos y desarmaron las vidrieras o simplemente las taparon.
“A medida que podíamos íbamos interviniendo con uno o dos policías, en los lugares atacados que para la medianoche ya era un saqueo en cadena”, explicó el comisario Walter Retamozo, Director de Zona Interior.
Cuando la ciudad estaba totalmente descontrolada los rebeldes decidieron volver a sus puestos de trabajo, también prestaron colaboración los agentes penitenciarios que protestaban en el Complejo Penitenciario, Policía Federal y Gendarmería.
LOS "ZORROS" EN SUS MADRIGUERAS
Tampoco los agentes municipales colaboraron para mantener el orden. La policía no solo tenía que proteger a los ciudadanos y los comercios para evitar el saqueo sino también regular el transito porque los vecinos saenzpeñenses no tuvieron mejor idea que salir a pasear en medio del caos filmando y sacando fotos de lo que pasaba en la ciudad mientras se producía “un embotellamiento de curiosos” sobre todas las arterias céntricas de la ciudad.
Las camionetas de transito solo aparecieron con sirena de por medio para retirar de la cinta asfáltica las motos que fueron secuestradas por la policía cuando fueron detenidos los saqueadores. Para esa hora, 01.30, 02:00 de la madrugada la ciudad había vuelto a la normalidad.
NUMEROSOS DETENIDOS
A medida que pasaban las horas y la situación se volvía casi incontrolable, los insurrectos recapacitaron y se sumaron a colaborar para que vuelva el orden a la ciudad. Hubo numerosos detenidos, más de un centenar de personas fueron demoradas en la Comisaría Primera y en la División 911. Por el momento no se sabe cuántas personas heridas, como tampoco el personal policial.
Pasada la 01:30 se restableció el orden en la ciudad y no se registraron más avisos de denuncias de intento de robo a la propiedad privada.