Los dos miran a 2015 con el mismo objetivo, pero deben compartir barco. El mandato para que el jefe de Gabinete no retacee recursos por ahora, y la visión del sciolismo sobre el arribo de un competidor
Daniel Scioli y Jorge “Coqui” Capitanich son competidores para 2015, y nadie contradice esta realidad impuesta por Cristina Fernández desde el momento en que nombró jefe de Gabinete al gobernador del Chaco. Precisamente ese ministerio, cuando al frente estaba Juan Manuel Abal Medina, era uno de los de mayor contacto y sintonía con el gobierno bonaerense.
La realidad cambió, y el chaqueño ejerce un poder mayor que el de su antecesor, con un claro objetivo personal que, además, vino a solucionar el problema de muchos kirchneristas de paladar negro esquivos a un alineamiento con el bonaerense.
La demora del jefe de Gabinete en convocar a Daniel Scioli a una reunión, como lo hizo con otros mandatarios, abrió especulaciones en la semana, pero por el momento no hay clima de guerra de parte del flamante funcionario, aunque no cayeron nada bien sus dichos sobre la responsabilidad exclusiva de las provincias en seguridad.
Desde Casa Rosada aseguraron a La Tecla que “la orden es no retacearle fondos a la Provincia”, e iría acompañada por un período de paz, sin fuertes agresiones. Eso sí, nadie se atreve a fijar el tiempo de la tregua.
Capitanich necesita instalarse, mostrarse activo, dialoguista y como un kirchnerista de pura cepa, aunque con matices diferentes de los que tienen los funcionarios que acaban de dejar el Gobierno.
Fiel a su estilo anticonfrontativo, Scioli y el sciolismo todo prefieren elogiar los cambios de la Presidenta, y hasta alabar a quien aparece ahora como un competidor interno. “Somos un equipo de gobierno a nivel nacional, provincial y municipal que pertenece al Frente para la Victoria, y trabajamos para que al país le vaya mejor todos los días”, sostuvo públicamente el jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez.
Por lo bajo, otros funcionarios bonaerenses aseguran que, lejos de ver un problema, “la aparición de un competidor es importante para las aspiraciones de Scioli”.
Un hombre allegado al mandatario habló de tres claves al respecto. “La primera es que es una condición para el proyecto presidencial de Daniel Scioli que al Gobierno nacional no le vaya mal, y consideramos que los cambios van a fortalecer la gestión; por lo tanto van en dirección correcta. Segundo: para ser Presidente hay que ganarles a otros, y si no le ganamos a Capitanich no se puede ni soñar con llegar a la Rosada. Y tercero: el que debe estar preocupado es (Sergio) Massa, porque cada vez se lo nombra menos. Todo eso explica por qué no nos preocupa la llegada de Capitanich”.
En rigor, en el sciolismo esperan que la envalentonada gestión del chaqueño, cuando todavía falta un largo trecho para 2015, haga derrapar más de una vez a Capitanich, y con ello comience a hipotecar sus propias chances. Además será quien quede más “pegado” al ultrakirchnerismo.