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Corrientes
Miércoles, 23 de octubre de 2013
Hallan sin vida en una laguna al hombre que desapareció el domingo
Tenía 49 años y la última vez que lo vieron fue cuando asistió a un cumpleaños junto a su concubina. La mujer se retiró antes y él jamás retornó. Ayer lo encontraron flotando en estado de descomposición en el barrio Quintana con algunas lastimaduras en el cuerpo.

Un hom­bre que es­ta­ba de­sa­pa­re­ci­do des­de la ma­dru­ga­da del do­min­go, cuan­do asis­tió a una fies­ta de cum­ple­a­ños en las afue­ras de la ciu­dad de Co­rrien­tes, fue ha­lla­do ayer sin vi­da en una la­gu­na y en es­ta­do de des­com­po­si­ción.

Se tra­ta de Hu­go Ra­món Ra­mí­rez, de 49 años, quien fue re­co­no­ci­do por su con­cu­bi­na en ba­se a las pren­das de ves­tir que lle­va­ba pues­tas, lue­go de ser en­con­tra­do por la Po­li­cí­a.

El ma­ca­bro ha­llaz­go se dio en ho­ras de la ma­ña­na cuan­do un cui­da­dor del com­ple­jo po­li­de­por­ti­vo del Sin­di­ca­to de Luz y Fuer­za, si­tua­do en ave­ni­da Mai­pú a la al­tu­ra del 4.000, en el ba­rrio Fray Jo­sé de la Quin­ta­na, di­vi­só un ca­dá­ver en aguas de una la­gu­na allí exis­ten­te.

Por es­ta ra­zón dio avi­so a la Fuer­za de se­gu­ri­dad que en­vió, por ra­zo­nes de ju­ris­dic­ción, un mó­vil de la co­mi­sa­ría De­ci­mo­cuar­ta cu­yos agen­tes cons­ta­ta­ron la pre­sen­cia del cuer­po sin vi­da de un hom­bre ma­yor de edad. Al lu­gar só­lo se pue­de ac­ce­der ca­mi­nan­do y es­tá bas­tan­te ale­ja­do de la men­cio­na­da ar­te­ria ca­pi­ta­li­na.

Lue­go se dis­pu­so la pre­sen­cia de efec­ti­vos de la Po­li­cía de Co­rrien­tes y de Bom­be­ros Vo­lun­ta­rios. Es­tos úl­ti­mos, con su­ma pa­cien­cia y cui­da­do, res­ca­ta­ron el cuer­po.

“A sim­ple vis­ta (el oc­ci­so) pre­sen­ta­ba ma­gu­llo­nes y sig­nos de ha­ber si­do ata­ca­do por ali­ma­ñas que ha­bi­tan en la la­gu­na. Se no­ta­ba un he­ri­da pro­fun­da en el ab­do­men y otras le­sio­nes en el sec­tor del cue­llo”, ex­pli­có a épo­ca una fuen­te que par­ti­ci­pó de la ex­trac­ción del ca­dá­ver del es­pe­jo de agua.
De­bi­do a que des­de ha­ce dí­as se en­cuen­tra de­sa­pa­re­ci­do un odon­tó­lo­go del Ser­vi­cio Pe­ni­ten­cia­rio Pro­vin­cial (SPP), tam­bién lle­ga­ron al lu­gar agen­tes de esa ins­ti­tu­ción pen­san­do que po­dría tra­tar­se de Luis A. Aya­la (29). Pe­ro no fue así.

Tam­bién se aper­so­nó la con­cu­bi­na de quien re­sul­ta­ría ser Ra­mí­rez, que lo re­co­no­ció gra­cias a có­mo ves­tí­a. “Al mo­men­to de su au­sen­cia usa­ba ca­mi­sa de co­lor cre­ma, bom­ba­cha de igual co­lor y cal­za­ba bo­tas de cue­ro ne­gras”, in­di­ca­ron vo­ce­ros ofi­cia­les a es­te me­dio.

La úl­ti­ma vez que vio con vi­da a su ma­ri­do fue cuan­do am­bos, en la no­che del sá­ba­do, acu­die­ron a una fies­ta de cum­ple­a­ños en la ca­sa de unos ami­gos en el ba­rrio Doc­tor Mon­ta­ña. Ese día la mu­jer, iden­ti­fi­ca­da co­mo Ma­ría To­rres, se au­sen­tó cer­ca de las 3 del do­min­go jun­to a sus hi­jos, que­dan­do Ra­mí­rez en el fes­te­jo.

Al día si­guien­te des­per­tó y el hom­bre no ha­bía vuel­to, ra­zón por la que lo bus­có e in­da­gó en­tre los pre­sen­tes en el acon­te­ci­mien­to y to­dos in­di­ca­ron que se ha­bía re­ti­ra­do por sus me­dios y na­da sa­bí­an de su pa­ra­de­ro.

Es­to mo­ti­vó a que, lue­go de ir y ve­nir en­tre se­des de las co­mi­sa­rí­as De­ci­mo­cuar­ta y Vi­gé­si­ma, en es­ta úl­ti­ma de­pen­den­cia le to­ma­ran la ex­po­si­ción por de­sa­pa­ri­ción de per­so­na.

Al to­mar co­no­ci­mien­to del ca­so en la jor­na­da de ayer, la Jus­ti­cia en tur­no dis­pu­so el tras­la­do del cuer­po has­ta la mor­gue ju­di­cial ubi­ca­da en La­gu­na Bra­va, don­de hoy por la ma­ña­na le prac­ti­ca­rán la au­top­sia mé­di­ca le­gal que per­mi­ta es­ta­ble­cer qué le cau­só el de­ce­so.
(Epoca)


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