Un año de la bandera de Resistencia: ¿Qué significan su diseño y colores?
Hoy se celebra el primer aniversario de la creación de la bandera de la ciudad de Resistencia. Sus colores y el sol identifican el espíritu de la ciudad y la memoria colectiva de sus habitantes
El pabellón distintivo de la ciudad capital fue presentado de manera oficial el 17 de julio de 2019, luego de que un jurado conformado por funcionarios municipales y referentes culturales de la ciudad eligiera de entre 38 postulantes, el diseño propuesto por Sacha Mijail Vanioff bajo el pseudónimo de Jorge Quinto.
Sus colores están inspirados en la bandera del Chaco: El verde monte referencia a la naturaleza del territorio. El azul celeste hace referencia a la bandera nacional, y a su vez simboliza las aguas por las cuales llegaron los primeros inmigrantes friulanos. Por último, el amarillo dorado, mismo color que lleva el sol de nuestra bandera nacional.
El cuadrado blanco en el centro de la bandera se fundamenta en un aspecto particular de la ciudad: sus calles se orientan a 45° respecto al norte. Esto hace que las esquinas de las manzanas señalen los cuatro puntos cardinales convirtiéndolas en una brújula.
Sol: símbolo central El Sol de Resistencia, símbolo central, es el protagonista de la composición y en él confluyen distintos conceptos: en primer lugar, es una referencia directa al Sol de mayo, emblema de la bandera nacional inspirado en Inti, la deidad solar de los Incas. En este sentido es un símbolo que representa a los pueblos que habitan el territorio americano antes de la llegada de la cultura occidental. Asimismo, referencia a la Revolución de Mayo, causa emancipadora que hermana a los resistencianos con el resto de los pueblos latinoamericanos.
Sus trazos están inspirados en la plaza central, que alineada con los puntos cardinales da origen a cuatro avenidas (representadas en ocho líneas centrales de mayor longitud) y ocho calles (representadas en ocho líneas laterales de menor longitud). Las líneas que configuran al Sol de Resistencia son los caminos que conducen hasta el corazón de la ciudad, caminos en los que cada resistenciano tiene un recuerdo, caminos que configuran la estructura donde descansa la memoria colectiva.
Se construye como una forma escultórica, haciendo referencia a la trascendencia cultural que tiene el título de “La Ciudad de las Esculturas”, carta de presentación de Resistencia ante el mundo.