La Fábrica cultural Celebra el Día Internacional del Teatro
Internacional del Teatro y la Fabrica Cultural festeja, con la puesta en escena de la obra “Fabrica de Mujeres: Microficciones” y la lectura de los Manifiestos Teatrales, realizado por los creadores: Marcelo Padelin (Chaco) y Carlos Celdran (Cuba)
Este Miércoles 27 de Marzo se celebra el Día Celebracion y lectura de los manifiestos: El jueves 28 a las 21;30 en el CECUPO, se realizara una nueva función de la reciente producción estrenada “Fabrica de Mujeres: Microficciones” donde al finalizar se dará lectura a los dos manifiestos teatrales: El realizado por el teatrista Chaqueño Marcelo Padelin, creador, dramaturgo, director y actor de amplia trayectoria de nuestra provincia y región.
Seguidamente se dará lectura al manifiesto teatral, impulsado por el Instituto Internacional del Teatro (International Theatre Institute ITI) que ha dado a conocer el Mensaje del Día Mundial del Teatro correspondiente a 2019, cuyo autor es el director de escena, dramaturgo, educador teatral y profesor cubano Carlos Celdrán.
Manifiesto Teatral Chaqueño: Desde el año 2018, el espacio del centro de documentación de las artes escénicas de la Fabrica Cultural, impulsa los manifiestos teatrales para cada una de las fechas significativas para el Teatro, este año ha sido elegido al Teatrista Marcelo Padelin quien realizara el Manifiesto Teatral por el Día Internacional del Teatro, donde plasma un escrito con reflexiones que sirven para el debate, el compartir sobre el estado en que se encuentra el teatro en nuestra provincia.
Manifiesto “La Utopía hace que no muera la Ilusión” Por Marcelo Padelin
Con frecuencia solemos escuchar críticas acerca del nivel artístico de muchas de las producciones teatrales del Chaco, sobre todo en ocasión de los encuentros provinciales que reúne a la escena chaqueña, convirtiéndose éstos –los encuentros- en un mapeo integral de cómo se va configurando año tras año nuestro Teatro.
Una especie de paisaje escénico en donde claramente pueden reconocerse dos vastos territorios: la capital por un lado y el interior por el otro. Relatar la escena chaqueña significaría dar cuenta de esta singular perspectiva en su conjunto, ya que ambos territorios teatrales constituyen indisociadamente la heterogénea cultura teatral de la provincia, donde sin dudas la mayor concentración de propuestas se encuentra en Resistencia y son las que tienen más posibilidades de permanecer en cartel por más tiempo.
Pero también en gran parte de las ciudades del interior se despliega una constante y muchas veces sorprendente actividad.
Pensar y producir una estrategia que desestabilice los prejuicios interpretativos que subyacen inconscientemente a lo largo de nuestra historia en este campo, tratando de integrar toda la geografía, sin esa frontera que separe y limite una escena de la otra, constituye un complejo y estimulante desafío.
El hincapié en el eje de la calidad no es, de ningún modo, cuestionable en sí mismo, de hecho no todo vale en materia teatral; pero sí podría tratarse de tener la flexibilidad suficiente a la hora de establecer juicios y categorías de modo que permitan realmente interpretar un fenómeno tan complejo como lo es el Teatro teniendo en cuenta el contexto donde se enmarca.
Actualmente en nuestra provincia se está produciendo un fuerte recambio generacional de teatristas: nuevos grupos/elencos con propuestas más ligadas con la experimentación empiezan a establecerse dentro de un panorama que, sobre todo en los últimos años, parecía haberse detenido en lo que a investigación se refiere.
Comienzan a aparecer nuevos responsables de la escena, con espíritu de búsqueda que no sólo se quedan en lo temático sino que además se detienen en el actor, el trabajo sobre el espacio y hasta en algunos casos proponen nuevas textualidades y modelos de actuación. La Tragedia, la Comedia y el Drama parecen instalarse en el espacio escénico bajo otras características; quien día, ni buenas ni malas…distintas. Lo Viejo “versus” lo Nuevo.
El dilema de siempre. No podemos negar que lo Nuevo genera resistencia. Pero tampoco se lo puede detener.
Por eso es que todo el tiempo estamos trazando el destino de lo que viene. Un destino que no se puede predecir ni producir, porque no nos da tiempo. Porque en realidad el destino que inconscientemente tratamos de trazar se vuelve presente, inmediatamente.
Desde lo teatral vivimos contruyendo el presente, porque el mundo hoy también se mueve así. Tenemos lo que hay; y hay lo que tenemos. Y lo que tenemos y hay es tan valioso como lo que tuvimos y seguramente lo que vamos a tener, quizás más modernizado. Las luces Led tienen hoy la misma función que las históricas candelas o candiles.
Eso sí, quien las encienda pero en realidad cómo lo haga podrá generar, una ilusión óptica para la escena en función dramática, ó -en su defecto- un simple alumbramiento. Posiblemente en esta última frase de este párrafo está la ventana abierta por donde entrar a pensar cómo estamos haciendo este Teatro del presente constante.
A cuántos problemas nos enfrenta esa palabra, verdad? Siempre se instala flotante como una necesidad aunque en realidad terminamos tratándola como un tabú, como algo que es factible de postergar, porque resguarda.
El Teatro del país se está recalculando todo el tiempo, algunas zonas con respuestas más concretas acerca de la calidad y voluntad de públicos, otras prefiriendo resguardarse, esperando. No podemos escapar del contexto; el Teatro siempre fue parte de esta Argentina cíclica, donde todo el tiempo está reprogramándose, con un destino que no deja verse, porque todos los días siempre fueron presente.
Una Argentina que sobrevive eternamente…como el Teatro, que sin dudas tiene su destino aunque esté en el constante presente; …y si no es ahí, ¿dónde radica la Utopía que nos permite seguir para que no muera la Ilusión?.
Entonces me pregunto…¿Por qué le exigimos tanto al Teatro lo que nuestro país no pudo darnos durante tanta décadas? ¿Tal vez hará falta resignificar el hecho teatral? ¿Quizás repensarnos deba tomar un tiempo de mayor reflexividad en la formulación de nuevas políticas teatrales que ayuden hacernos crecer? Nuestras obras, nuestros hacedores y nuestro público seguramente mostrarán la senda.