Cansada de recibir órdenes de la gente - EsChaco.com - Resistencia

Alejandra Stamateas

Viernes, 18 de agosto de 2017

Cansada de recibir órdenes de la gente

¿Estás cansada de recibir órdenes de la gente? Recibir y obedecer órdenes no está mal. Todos hemos tenido que obedecer a nuestros padres cuando éramos chicos, y ahora, de adultos, es bueno y necesario que obedezcamos las señales de tránsito, las indicaciones del médico, las leyes.

El problema para recibir y obedecer órdenes aparece cuando escuchamos frases como: “Mientras vivas en esta casa vas a hacer lo que yo te diga”, “mientras seas mi esposa vas a hacer esto”, “para demostrarme que me amás tenés que hacer todo lo que te pido”. Es entonces cuando levantamos un muro y ya no queremos obedecer. De alguna manera el mensaje es que para ser amada, para que no haya problemas, tenés que ser poseída, tenés que obedecer a rajatabla lo que el otro te ordena: “Te estoy dando esto, así que tengo todo el derecho de decirte cómo vivir tu vida”.

Lamentablemente, hay muchas mujeres que frente a este tipo de situaciones, comienzan a creer esas mentiras y empiezan a tener ciertas conductas infantiles, como creer que un hombre les va a solucionar cualquier problema que dejen en sus manos. Así obedecen como niñas a ese hombre, a esa madre o a ese jefe, y se ponen en el rol de “pobrecita”, de mujer que tiene que ser protegida. El gran peligro de ponerse en ese papel es creer que los otros saben mejor que ellas mismas lo que es bueno para sus vidas, lo que necesitan, lo que deberían hacer y lo que les conviene.

Si sentís que tenés que aguantarte que alguien te dé órdenes, te maneje la vida, y te diga lo que podés hacer y lo que no porque te deja dinero o te da trabajo, por ejemplo, es hora de que recuperes tu independencia. Y para eso, necesitás estar convencida de que realmente tenés valor.
Para ayudarte a reflexionar acerca de tu valor, respondé con sinceridad estas preguntas:

• ¿Qué sabés hacer muy bien?
• ¿De qué cosa que lograste te sentís orgullosa?
• ¿Qué fuiste capaz de hacer?

Reflexionar acerca de estos tres puntos te hará ver que en realidad tenés un gran valor que debés recuperar para no depender del puntaje que los demás te den, sino de tu propia valoración. ¡Sos valiosa y tenés que ir por más!