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VIERNES, 21.30
Miércoles, 15 de mayo de 2013
Adriana Varela con una Gala de Tango en el Guido
Adriana Varela está presentando junto a sus músicos una Gala de Tango, este viernes 17 de mayo a las 21.30, en el Complejo Cultural Guido Miranda, la acompañan en esta ocasión su hijo Rafael Varela, en guitarra, el bandoneonista Walther Castro y el pianista Marcelo Macri .




Su voz grave, su forma de cantar y esa pose arrabalera y sexy a l


a vez, la hacen única dentro del mundo del 2X4. Fue apadrinada por el gran Polaco Goyeneche. Joaquín Sabina la invitó a cantar varias veces a España, y la llena de halagos. Cacho Castaña le dedicó un tango, y el escritor español Manuel Vázquez Montalbán la incluyó como personaje de su novela "El cuarteto Buenos Aires".

Esta cantante ha sabido crear un espacio personal en un género difícil para las mujeres, y nos propusimos conocer un poco más de su carrera y su vida:

¿Siempre hubo rock en la Varela?

- Hubo y habrá. Más que nada música, en mi casa siempre fue como una cosa permanente de fondo. Mis viejos no eran músicos pero les gustaba mucho. Yo cante toda la vida, soy profesora de piano, es decir, la música siempre estuvo presente.

¿Y qué pasó antes de que la música se transformara en algo profesional?

- Estaba casada con un jugador de tenis muy famoso ranqueado quinto en el ranking argentino. Viajábamos por todo el mundo, a Roland Garros y todos los torneos de tenis que te puedas imaginar. Tuve dos niños, Rafael y Julia, ahí paré de viajar, cuando nació mi primer hijo. Mi marido también dejó de viajar porque ya había cumplido 29 años y entró en una depresión muy grande típica de los jóvenes deportistas, ya considerados viejos a esa edad.-

¿Te tocó laburar a vos?- Si. Yo era fonoaudióloga, mejor dicho, soy fonoaudióloga. (aclara) Me dedicaba a la neurología, o sea, la dificultad para el lenguaje. Trataba a pacientes con el síntoma de afasia, son personas que sufrieron algún accidente cerebral y pierden la capacidad del lenguaje. Me dedicaba a la misión imposible de que recobren el lenguaje oral y escrito. Es una profesión que realicé con muchísimo amor y me sigue apasionando. – ¿Qué era lo que mas te apasionaba?- La investigación sobre la lingüística y el psicoanálisis, me comí todos los libros de Freud que existen.-

¿Con tu marido que pasó? - Me separé, por una de esas crisis afectivas que hacemos las mujeres, que son crisis muy profundas donde siempre la excusa es el amor pero después te das cuenta que es la identidad. Sentí una necesidad de búsqueda de identidad y seguridad personal. Bueno ahí es cuando decido que voy a hacer un repertorio. Contraté un guitarrista muy joven y empecé a hacer todas las canciones que yo quería cantar, nada que ver con el tango.-

¿Pasaste necesidad económica en esa búsqueda de identidad?- Me quedé en bolas. Perdí mi casa, vivía en un departamento prestado de dos ambientes con mis hijos chiquitos. -¿Mal momento?- No lo viví mal, si despojada. Obviamente la poca guita que entraba era para mis hijos que tenían lo básico, pero mamaron música y hoy no le tienen miedo. Son dos músicos estupendos que aprendieron a vivir y comer de lo que les gusta, por eso no la recuerdo como una época mala porque en definitiva ellos fueron mis compañeros de vida y se hicieron conmigo. -¿De dónde sacaste el coraje de dejar todo? - Yo creo profundamente en el deseo, tiene que ver con eso. Si yo miro para atrás me doy cuenta que mi deseo me impedía seguir con lo que estaba haciendo, tenía que dejar todo.

¿Por qué no fue el rock?

- Después de los 80´ vino mi crisis de identidad conmigo y con el rock. No quería seguir con la vanguardia, porque la vanguardia no esta en la apariencia, esta en la esencia. Se volvió algo netamente comercial. - ¿El tango corre ese riesgo? - No, porque conserva la cultura del no trance. Quisieron llevarlo a los puntos altos de marketing y no funciona. Se preserva solo y no deja ser impuesto. Es un fenómeno rarísimo. Siempre me gustó mucho la música y más la que no me mostraban sino que yo descubría, eso me pasó con el tango.

¿Alguna vez sentiste prejuicio por el hecho de ser una mujer que canta tango?

- Nunca, igual considero que fue una cosa de atrevimiento muy mía. Fui una inconciente. -¿Qué rol tiene la mujer ahí? –La mujer esta híper idealizada por el tanguero por eso la tiene que matar afuera, porque no la puede matar adentro. Es algo muy edípico. El tanguero es un tierno disfrazado de macho Paredes pero todo hombre es un tanguero. A la mujer que canta tango y lo siente, le toca mostrar la verdadera cara del tanguero, que en realidad, es un ser humano con esa faceta que no quiere ser femenina y por eso le da la mayoría de las veces con un palo a la mujer. El tango representa la esencia del hombre.

¿Qué lugar ocupa el tango en tu vida?

- El tango es mi lugar de expresión hoy. Yo me enamoré del tango de una forma alucinarte y lo utilizo hoy como género para comunicarme. Es parte de mi búsqueda de la identidad. No me gusta caretear con que soy tanguera, no nací en un arrabal, mi vida no es un tango y no soy una melancólica. El tango es mi identidad artística ahora y una aventura en lo musical. Aunque simplemente lo canto, me bajo y ya está, terminó. - ¿Afuera te ven como una tanguera? - No, soy rockera más que tanguera. No tengo la actitud solemne del tango. Es como el porte del Polaco que siempre tuvo una actitud más bien rockera. ¿No escuchas tango? – No, solo lo canto. Lo escucho cuando tengo que elegir un repertorio. También es una cuestión de no fatigar el oído con ninguna cosa que yo tenga que hacer.

¿Te cambiaron en algo las giras?

- Cuando empecé a disfrutar. El año pasado hice algo increíble, en el Liceu, que es lírico de Barcelona. Cantar ahí como única invitada argentina para mas de dos mil personas me cambió el tema de la exigencia, a partir de ahí no doy mas examen. Yo canté cinco veces en el Colon, a mi no me va mucho eso, no es por el lugar sino por quien me va a ver. - ¿Cuál es la diferencia?- En el Colon soy Argentina y soy reconocida, pero en España soy una de las del mundo que la invitan a cantar en el lírico de ellos, fue muy fuerte. El público catalán es uno de los más exigentes de Europa y aplaudían a rabiar, por eso digo que ya pasé el examen .Porque me cambió mucho y a mi grupo también, dijimos: bueno, a disfrutar se ha dicho.

¿Es mas fría la gente en el exterior?

- Mi público no. Yo lleno teatros grandes donde la gente viene a ver a Adriana Varela. No llevo mucho show, la gente viene a escucharme a mí. Ya saben quien soy y vienen con la calidez de la complicidad. - ¿Sentís que tus seguidores se identifican con el tango? - En general la gente me sigue porque tiene algo conmigo, no con el tango. . - ¿Qué le queda al tango entonces? - Lo que le da éxito al tango es la oferta de la pasión algo que escasea mucho en esta época. La cosa del cuerpo, el agarrarse, hablar del otro como en cada poema de tango.

¿Lo más original que viste afuera?

- No veo espectáculos de tango como tampoco los escucho, pero hay de todo. Lo más original fue una pareja de pibes que son increíbles. Se llaman los Hermanos Macana. Bailan extraordinariamente bien aparte de que hacen un acting cómico que te matas de la risa.- ¿La mayor sorpresa? - Especialmente lo que pasó en Londres, en el Barbican Center, me sorprendió. Mientras Soledad y Divididos, dos grosos, cantaban en la entrada, a mi me tocó escenario consagrado por el hecho de ser artista de tango. Y cuando me nombraron se cayó abajo el Barbican. Yo decía: ¿a quién aplauden tanto? Mi representante me contestaba: a vos, a vos. Estaba repleto de jóvenes ingleses cantando tango. -¿Te siguen muchos jóvenes?- La mayoría te diría que son jóvenes. Sobre todo en el exterior. Es que muchos jóvenes escucharon tango por mí.

¿Tenés algún invitado pendiente?

- La verdad, ya canté con tantos. El otro día llene el Círculo de Rosario y llevé de invitado a Pedro Aznar, el era mi pendiente. Nos queremos mucho y hacía tiempo que teníamos ganas de cantar juntos. Cuando le pregunté que querés cantar, si folclore o rock. El me dijo: tango, yo con vos quiero cantar tango. Me dio mucha gracia porque me miró con una cara de qué me estas preguntando. Así que se compró un traje divino unos zapatos súper tangueros y se cantó diez tangos conmigo.- ¿Eras admiradora de Aznar? - Siempre, para mi Pedro es el numero uno a nivel musical, pero necesitaba explorar en el tango, le faltaba eso. Siempre venía a escucharme cantar con el Polaco, cuando yo recién empezaba. Pensar que era mi ídolo y ahora estaba tangueando y divirtiéndose conmigo en el escenario, eso para mí fue algo inolvidable.

¿Qué estás haciendo en vivo ahora?

- Estoy haciendo Tumbas de la Gloria de Fito, en tempo de tango. Estuve en la Plata, en Rosario y en Belgrano - ¿Ya lo estás grabando?- No por ahora solo en vivo. Es una fantasía que por ahora se concreta así, pero vale la pena el riesgo.

Entonces sos como dice Cacho Castaña, de andar por la cornisa sin caer al precipicio.

- Yo soy absolutamente cornisera, esa imagen es tremenda. Soy del riesgo y de andar al límite todo el tiempo. Hay que tener ciertos reflejos para no caer al precipicio. Igualmente cada vez ando menos por la cornisa. – ¿Te gustó la canción? - Es extraordinaria y exacta. Cacho es brujo.- ¿No revela demasiado de tu persona?- No, porque no solo se refiere a mi vida personal sino a mi vida laboral también. Siempre me atreví a romper esquemas y a patear tableros pero por una cuestión de personalidad. - ¿Pero hay una gata herida? - Por supuesto, qué mujer tiene el lujo de decir que no esta herida, una nena de ocho. - ¿Porqué no una nena de ocho años? -Si tenés razón, pero esa herida viene por el lado de la frivolidad, de no pertenecer, de no inclusión. Algo mas existencial, es que las mujeres somos súper sensibles y esta bueno porque esa sensibilidad es lo único que después nos fortalece. De todas formas sí, soy una gata herida, lo asumo, pero la herida ya no sangra, es una cicatriz que de vez en cuando viene bien mirarla.

La cita será el 17 de mayo en el Complejo Cultural Guido MIranda, a las 21.30 horas, los precios de las entradas según ubicación numerada son $ 110, 150, 180, 200 y 250. Las entradas pueden abonarse en efectivo, debito y tarjeta de crédito en cuotas.

Puntos de venta: de Lunes a Miércoles de 9 a 12.30 y de 17.30 a 20.30, en el Local Musimundo de Perón 133 planta alta, y de Jueves a Sábado por la mañana en Musimundo (Perón 133), y por la tarde, de 18 a 20.30 en el Complejo Cultural Guido Miranda ubicado en Colón 164 de Resistencia.


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