Hay finales o la llegada a término de la mucha cosas del complaciente universo y de las actividades humanas. Hablo del final de las malditas gestiones o casi convencido de los gestores malditos, es el caso del Instituto del Defensor del Pueblo y de su archiduque cumpliendo años vividos después de un largo embarazo de 18 años de tardar, de parir y no digo de dar a luz, que sería bueno eso, pero esto es comparado a una nube gris toxica, perjudicial, dejando a todos los chaqueños en la posición de decir para que cohete pedimos esto, si desde donde nos deben defender a so pretexto de pedir recursos humanos, que tal vez sean necesarios, se encubrió para privilegiar y premiar en cargos a los acólitos o simpatizantes de una elite o secta académica con la toga puesta y así incurrir en fallas contra la ley, será prevaricato esto?.