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Por Contador Fernando Novo
Domingo, 24 de enero de 2016
Coparticipación: Un debate necesario
Hemos observado en los últimos días, a numerosos canales de televisión, diarios y sitios web, hablando y analizando medidas del Gobierno Nacional que ponen sobre el tapete la distribución de fondos a las provincias argentinas. Bienvenido sea que después de 20 años, un Presidente, aun a costa de pagar altos costos políticos, se atreva a reabrir este debate, que es necesario y fundamental para nuestro país.


Nuestra Constitución Nacional establece que antes del 31 de diciembre de 1996, se debió haber dictado un nuevo Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos entre el Estado nacional y las provincias argentinas, y determina también que “la distribución entre la nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires y entre estas, se efectuara en relación directa a las competencias, servicios y funciones de cada una de ellas, contemplando criterios objetivos de reparto, será equitativa, solidaria y dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional”.

La última reforma constitucional va a cumplir 22 años y este mandato aún no se cumplió,aún peor, las sucesivas leyes, decretos, convenios, acuerdos y pactos que conforman el laberinto de la coparticipación, desvirtuaron el régimen de coparticipación, tornándolo complejo e injusto. No se puede demorar más el debate.

Su resolución requiere de un altísimo grado de consenso político e institucional. Es necesario el esfuerzo, para solo así poder revertir el deterioro de las relaciones fiscales que existen hoy entre Municipios, Provincias y Nación.

Un nuevo panorama

Hoy, esta nueva Administración comienza a poner el tema en la agenda política, asumiendo indudablemente un desafío que no es menor, manifestando su intención de institucionalizar y fortalecer el federalismo en nuestro país. Incluso, a costas de arriesgar, por este atrevimiento, el caudal político que con mucho esfuerzo va construyendo con otras medidas.

El federalismo necesita que levantemos sus banderas y trabajemos en serio. El Presidente Macri nos está dando la posibilidad de abrir el debate.

Se perdió una gran oportunidad

Nadie puede hacerse el distraído por no haber querido asumir la responsabilidad de liderar el tratamiento del tema. Muchos menos el justicialismo, que gobernó el país en 20 de esos 22 años, y no escucho los permanentes pedidos de gobernadores e intendentes, muchos de los cuales terminaron en súbditos del poder central para lograr el favor de transferencias discrecionales.

Por su lado, el Kirchnerismo en sus doce años de gobierno, ni siquiera amago con comenzar el debate de la distribución de fondos. Al contrario, abuso del uso discrecional del poder sin ningún pudor: benefició a gobernadores e intendentes amigos, violando sistemáticamente los preceptos de objetividad, equidad y solidaridad establecidos. Se desperdició la oportunidad de tratar el tema en la década de mayor bonanza en los últimos años.

Por un nuevo Régimen de Coparticipación

El tratamiento de ese nuevo Régimen de Coparticipación, debe darse de manera integral, donde se revea los criterios de reparto de fondos. En este punto, es preciso considerar que el reparto de fondos puede realizarse bajo dos criterios: un criterio devolutivo, mediante el cual se asignan fondos a las jurisdicciones de acuerdo al aporte de cada una de ellas en la generación de recursos totales; o bien un criterio distributivo, el cual tiene en cuenta repartir los fondos entre las provincias en función del desarrollo social y económico de cada una de ellas.

Aun así, el análisis debe ser mucho más amplio. e incluir cuestiones como la territorialidad de la obra pública sustentada en criterios de fortalecimiento para eldesarrollo económico y social de las regiones; la distribución federal de bienes y servicios públicos; la asignación de responsabilidades que le compete a cada jurisdicción; la capacidad y autonomía de los estados subnacionales para recaudar sus propios tributos, considerando el necesario equilibrio entre presión fiscal y la competitividad del sector privado y la Promoción de Regímenes de Promoción Industrial.

Inequidades vigentes

El actual mecanismo de reparto contempla dos distribuciones de reparto de los fondos: la primaria y la secundaria.

La distribución primaria es la que determina los fondos destinados a la Nación y al conjunto de las Provincias, que claramente ha favorecido al gobierno nacional: mientras que en 1988, del 100% que recaudaba la Nación a las Provincias les correspondían el 50%, hoy solo le corresponde el 25%.

En cambio, la distribución secundaria, que es la realizada entre las provincias, otorgando guarismos para cada una de ellas, se la puede someter a observaciones: por ejemplo, según datos del IARAF al analizar la distribución de coparticipación del año 2014, en Tierra del Fuego y Santa Cruz la coparticipación per cápita es de $25.174 y $19.454 respectivamente, mientras que en Salta y Tucumán es de $8.816 y $9.916 pesos respectivamente. Es decir, en el Sur reciben más del doble que en el NOA argentino.

Las diferencias son más grandes aun cuando se la compara con la coparticipación per cápita de la provincia de Buenos Aires, la cual apenas alcanza los $3.626.

Es tiempo que pensemos un nuevo mecanismo. Más justo, más equitativo, más correcto. Bienvenido sea el debate, es necesario.



COPARTICIPACIÓN FEDERAL: DESPUÉS DE 20 AÑOS, UN DEBATE NECESARIO
Por Contador Fernando Novo. Fundación Construir.


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