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Por Centro Mandela
Viernes, 12 de diciembre de 2014
El Impenetrable: El mal de chagas fuera de control
El domingo 30 de noviembre Nallip Salomón, Subsecretario de Desarrollo Local y Regional del Ministerio de Planificación y Ambiente del Chaco, ponderó intensamente el Mega Operativo realizado por el Estado a partir de febrero de este año.

Lo hizo invocando lo valioso que es la realidad concreta para la doctrina peronista. Para tratar de contraponer la información entregada por el Centro Mandela sobre el Mal de Chagas, que fuera editado y publicado por diario NORTE el domingo 23 de noviembre, dijo que se basaría en hechos, para lo cual se redujo a leer papeles que le entregaron, en los que prolijamente aparecen equipos y menciones de acciones supuestamente desplegadas. Después de la lista, Salomón terminó de exponer su inventario de papel mencionando que “la única verdad es la realidad, el resto es prosa política”.

Salomón parece que no entendió que excepcionalmente una nota periodística puede desarrollar integralmente el contenido de un documento que deriva de una compleja investigación de datos y de realidades. Los hábitos, pautas de trabajo y el manejo de los reducidos espacios periodísticos gráficos prevalecen en las notas de síntesis, de interpretación y de valoración de los contenidos complejos de estos documentos. No obstante ello, el gobierno conoce perfectamente la real dimensión del resultado de la investigación social que efectuó el Centro Mandela porque entregamos el documento completo cuando formulamos la correspondiente denuncia administrativa ante el propio Gobernador en ejercicio por el posible desastre humanitario que supone el reinado de la vinchuca y que el Mal de Chagas está fuera de control, especialmente en El Impenetrable, convirtiéndose como una endemia dura y en expansión. La población, en gran número, ya contrajo esa cruda enfermedad, que como cuadro socio-sanitario se agrava diariamente porque se multiplica el vector con el parásito, mientras la inmensa mayoría de enfermos desconocen que contrajeron el Mal de Chagas porque no han sido diagnosticados o informados que padecen el Mal, no reciben el correspondiente tratamiento médico y un seguimiento médico adecuado. Este cuadro real también justificó que efectuáramos presentaciones ante las Defensorías del Pueblo del Chaco y de Nación, suponiéndose que se están tramitando las actuaciones porque finalmente pretendemos que intervenga la Corte Suprema de Justicia de la Nación, experiencia que el Centro Mandela compartió en 2007 con el ex Defensor del Pueblo de Nación, Eduardo Mondino, cuando finalmente dicho funcionario promovió un juicio contra Argentina y Chaco por violación de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos por el exterminio continuo, sistemático y silencioso de las comunidades indígenas de El Impenetrable.

De cualquier manera, Salomón -si es que ignoraba el contenido del documento- pudo haber accedido a nuestra publicación porque en primer término siempre lo hacemos en la web del Centro Mandela y luego entregamos a los medios de comunicación. Posiblemente, si hubiera leído inteligentemente el documento, otra podría haber sido su visión de la realidad como funcionario que postula la doctrina peronista de única verdad. Como parece que no lo hizo, burocráticamente recurrió a los papeles a través de los cuales se nutrió y formó opinion, que si prosperara garantizaría la continuidad del posible desastre humanitario de las poblaciones de El Impenetrable dado que la vinchuca continuará infectando a los pobres más pobres de Chaco. Evidentemente incurrió en el fenómeno indeseable de publicar una opinión desinformada o desatinada, cuyas consecuencias son inestimables.

Además, cuando entregamos la primer nota a los medios, tuvimos en nuestro poder un diario (una verdadera bitácora), cuyo autor hizo una crónica detallada y anotada de hechos y de informaciones relevantes en el marco de la ejecución del Mega Operativo sanitario que se iniciara en la segunda quincena de febrero. Valoramos este diario como de lectura obligatoria. Es tan descarnada la descripción que realizó este médico que su contenido produce dolor, estupor e indignación por el desempeño de los funcionarios y de algunos agentes del sistema de salud pública. Puso en evidencia concreta la deshumanización y la desorganización del sistema, como también el montaje efectista que luego se difundió masivamente por los medios de comunicación como un gran trabajo y una extraordinaria intervención para atender a comunidades indígenas y criollos que viven en El Impenetrable. Ahora decimos que es necesario la lectura de este diario para comprender el proceso inhumano de dominación y subordinación que predomina en el monte chaqueño, cuya población sobresale por la pobreza extrema, la máxima exclusión social, el sometimiento de las comunidades y el estado de indefensión en el que viven, que combinados generan miles y miles de horas perdidas que debieran ser vividas satisfactoriamente, como también enfermedades -principalmente endémicas- altamente evitables y muertes prematuras. Salomón tendría que leer este diario. Le puede servir para que difunda opinión informada y objetiva. Está invitado a leer el diario porque nuestras puertas están siempre abiertas a todos.

Información menos confiable

Las distintas mediciones corroboran que la información menos confiable de las que aporta el Estado es la que corresponde a seguridad. Compiten por el fatídico segundo lugar los datos que proporciona el gobierno en materia de salud, educación, pobreza, empleo e inflación, que se escalonan según los vaivenes de los distintos escenarios políticos, económicos y sociales que sobresalen en cada etapa de Argentina. Y esto ocurrió porque nuestro país perdió soberanía estadística de la mano del Indec, fenómeno que se replica en casi todos los organismos del Estado nacional y de las provincias. En definitiva, la opinión pública mayoritaria no confía en las estadísticas ni en la información suministrada por el Estado. Seguramente Salomón sabe de este fenómeno nocivo, que debe ser revertido, pese a lo cual tomó posición y divulgó su opinión desinformada, que disimuló refiriéndose que mencionaría hechos, que siempre son importantes para el periodismo serio y para la formación de la opinión pública, en el marco del derecho social a la información.

Además de evitar pronunciarse sobre el Mal de Chagas, lo que está muy mal y resulta inexplicable para cualquier dirigente peronista en función pública, basándose en papeles oficiales perfectamente redactados, que no confeccionó ni manejó, se redujo a defender el Mega Operativo sanitario aunque la realidad fuera y es otra, que suponemos conoce porque pasó por un cargo importante en salud pública cuando el Ministro era Oscar Holzer, de discreto desempeño en esa función y actual responsable de planificar y ejecutar mega operativos sanitarios desde el gobierno nacional. Por lo tanto, Salomón debería conocer que el sistema sanitario funciona caóticamente, con escasos resultados positivos, influido por los fenómenos de desorganización y de deshumanización, lo que ha llegado a niveles superlativos que la comunidad paga con pérdidas de salud y de vidas.

La realidad, según Perón. A no auto-engañarse

En 1952, ediciones Mundo Peronista publicó el libro “Conducción Política” en el que se reprodujeron los conceptos más importantes desarrollados por Juan Domingo Perón en materia de conducción, que expuso en la Escuela Superior Peronista. Es útil releer la obra para entender que la buena conducción se mide por los resultados. El líder aconsejó juzgar todo empíricamente (o sea por las soluciones) porque -dijo- que todas las restantes consideraciones son inútiles. En un tramo importante de su exposición, Perón aconsejó “no engañarse a sí mismo”. Enfatizó en que el hombre está más inclinado a errar cuando se fía de sus mediciones teóricas. Afirmó que nada reemplaza la impresión personal en el conocimiento de los hechos y que la información debe ser estudiada y depurada, además de vivirse la situación.

Suponemos que Perón llamó la atención de quienes aprendían sus enseñanzas cuando dijo que el mejor amigo es el que nos dice la verdad, que reflexiona y aconseja, y que la verdadera colaboración no es alabar siempre sino señalar los errores. Habló de los cuenteros y aduladores, para terminar afirmando que toda conducción necesita de un método, de una acción colectiva y de conducciones políticas y técnicas. Dijo que si no “confundiremos lo bueno con lo malo y lo malo con lo bueno”. Destacó que los conductores deben “distinguir perfectamente cuál es la acción política y cuál es una acción técnica”. Desarrolló ampliamente los métodos de ejecución. Dijo que si se “realiza la acción oportunamente en el lugar propicio, no necesitará ni la cuarta parte de los métodos que otros necesiten si actuaran esporádicamente, irracionalmente, en cualquier momento y en que cualquier lugar”. Destacó que este aspecto es muy importante “porque muchas veces de un pequeño medio se obtiene un gran efecto, y otras veces, de innumerables medios no se obtiene ninguno. Agregó que “la política, más que ninguna otra actividad, por el amplio campo en el que se desarrolla, necesita cumplir perfectamente el principio orgánico que establece que la concepción ha de ser centralizada y la ejecución descentralizada y que la organización vence al tiempo”. Con mucha claridad enseñó la economía de fuerzas, la continuidad en el esfuerzo, la preparación y organización de la comunidad y la conducción aplicada. Concluyó que con todos estos argumentos se puede empezar. Perón desarrolló estos conceptos y otros muy valiosos en 1952 y en los años siguientes; sin embargo, parece que muchos dirigentes del actual gobierno no aprendieron y así nos va, especialmente para los pueblos más pobres que viven en El Impenetrable, sometidos a la vinchuca y al Mal de Chagas, a la tuberculosis, a la desnutrición, mal nutrición, anemia, parasitosis y tantos males que cuesta enumerarlos, que puestos en conjunto demuestran el fracaso de las políticas, de las acciones y de los programas de este gobierno y de los anteriores en lo social y sanitario.

La realidad social y sanitaria en El Impenetrable

El Centro Mandela progresivamente se fue asentando en El Impenetrable, con errores y aciertos. Acentuamos nuestra labor de investigación social porque allí vive la población más pobre del Chaco, la más abandonada, la más explotada, la más indefensa y la más abusada y sometida a las ambiciones de los múltiples filibusteros de las más variadas calañas, que impunemente se enriquecieron a costilla de sacrificar la salud y la vida de las comunidades indígenas y de los criollos pobres de la zona. Por cierto que no todos los filibusteros viven en la región. Muchos van desde Resistencia, incluso de Casa de Gobierno, aunque luego publican acciones que auto elogian como solucionadoras de los graves problemas socio sanitario existentes en El Impenetrable.

En ese complejo escenario, anticipadamente se sabía que el Mega Operativo no podía generar los resultados que potencialmente se pudieron haber contemplado o planeado. Los escasos beneficios sociales y sanitarios de esta intervención obedecieron a muchas causas, varias de las cuales desarrollamos en el documento cuya síntesis periodística publicó Norte el domingo 23. Pero el factor más objetivo e indiscutible que conspiró contra el potencial de buenos resultados consistió en que el sistema sanitario público instalado en El Impenetrable funciona muy mal, caóticamente y con escasos niveles de eficiencia y de eficacia. Por añadidura, intervenciones complementarias como el Mega Operativo encarado a partir de febrero no pueden articular ni coordinar funcionamiento con la red local; por lo tanto, no aportan absolutamente nada como atención y solución integral y estructural en el marco de una salud pública de mala calidad asistencial. No se podía esperar otro resultado que los escasos que lograron, además de los propios errores de implementación del operativo y de las limitaciones impuestas por órdenes silenciosas dirigidas al ocultamiento de la realidad.



Un Mega Operativo efectista

Debería comprender Salomón que el operativo respecto del Mal de Chagas contemplaba la fumigación del 100% de las viviendas de El Impenetrable, que se estimó en aproximadamente 9.500 unidades, según el informe preliminar que se había confeccionado. Se debía trabajar en cinco zonas. En febrero de 2014 se comenzó en el área de El Sauzalito para fumigar 2.525 viviendas; sin embargo, solamente fumigaron menos de 1.000, o sea el 39,60 % de los ranchos. En marzo de 2014 el operativo se trasladó a Comandancia Frías (718 viviendas) y Fuerte Esperanza (751 viviendas), de las cuales solamente fueron fumigadas alrededor de 100 ranchos, o sea un 6,81%, con la buena voluntad de un equipo integrado por tres personas de Salud Indígena ya que los agentes del Programa de Lucha contra el Chagas de Chaco, con tres camionetas, estuvieron acampando en Frías varios días y al comprobar que no les depositaban sus viáticos se retiraron del lugar y regresarona Resistencia.

Respecto a las restantes zonas, no se fumigó ningún rancho en Misión Nueva Pompeya, sobre el total previsto de 2.095 viviendas, como tampoco en El Sauzal y Wichi-El Pintado (624 casas) y Miraflores (2.622 ranchos). En definitiva, fue tan deficitario el desempeño en el marco del costoso y ampuloso Mega Operativo planificado que se fumigaron –en el mejor de los casos- 1.100 viviendas de un total de 9.335. O sea que el resultado logrado apenas habría alcanzado el 11,78% de la meta que se había planificado, dato que marca perfectamente la infructuosidad de la intervención. Si sumamos la falta de un programa -continuo y permanente- de fumigación, que cada cuatro meses debería organizar Nación y Chaco, “la verdad y la realidad” que enseñaba Perón queda objetivamente revelada y al desnudo.

Respecto a nuestro informe de que el 90% de las casas estaban infestadas de vinchucas, este hecho está reflejado en la estadística confeccionada sobre 3.000 personas que fueron entrevistadas en el operativo, cuando -además- se efectuó casi 2.000 electrocardiogramas que, inesperadamente, fue corroborado por los papeles que leyó Salomón. Aceptaron que “existe la posibilidad de que el 90% de las viviendas hubiesen estado infestadas antes de la fumigación que se realizó en el Mega Operativo”. En base a este reconocimiento, se entiende que si la fumigación que realizaron, cuya efectividad ponemos en duda, fue del 11,78% del total (9.335) de viviendas, la infestación bajaría al 78,22%, lo que refleja un cuadro socio sanitario caótico y de posible desastre humanitario. Si sumamos que las 1.100 viviendas trabajadas no fueron re-fumigadas cuatro meses después (y ya han pasado 9 meses), se volvió a la situación anterior a la intervención del Mega Operativo porque epidemiológicamente se debe considerar que en la actualidad el 90% de las 9.335 están nuevamente infectadas de vinchucas. Esta es la realidad de la que hablaba Perón y que Salomón pretende negar, lo que lo convierte en un militante del negacionismo del Mal de Chagas y en un activista para que esta endemia permanezca en la sombra e integre las “cifras negras” de la salud.Esa actitud facilita que la vinchuca se multiplique geométricamente y que aumenten los enfermos de Mal de Chagas. Si se agregara otro factor determinante, que fue planificado en el proyecto original, que consistía en la realización de serologías y tratamientos en terreno que no se llevaron a cabo, es evidente que quienes defienden el Mega Operativo actúan por intereses personales, corporativos o políticos muy mal entendidos. Si sumamos que ningún especialista integró el equipo de epidemiología que figura en el organigrama, la ineficacia e ineficiencia del Mega Operativo se hace aún más visible. Únicamente llevaron una técnica que vacunaba, pero que no hacía serología, profilaxis, ni tratamiento.

Tampoco hicieron nada relacionado con tuberculosis, salvo la intervención de los médicos del operativo que en los casos sospechosos pedían examen de esputo, cuyo resultado sería enviado de vuelta al lugar a los veinte/treinta días, o sea cuando los camiones sanitarios ya no estaban, ni regresarían. Lo mismo ocurrió con sida y dengue. Se redujeron a ejecutar, limitadamente, el plan nacional de vacunación de manera que la intervención fue más que modesta para ser tan costosa e impactante por la logística desarrollada. En realidad, en el tema de entrega de DNI, pensiones, oftalmología y odontología, sobresalió la inmunda exposición de los funcionarios en las entregas para las fotos y los aplausos.


Un vuelo rasante sobre el pésimo funcionamiento de la red sanitaria pública de El Impenetrable

El puesto sanitario de Fortín Belgrano no cuenta con médicos desde hace casi dos años, a pesar de que en su extensa área sanitaria viven aproximadamente 2.680 personas. En los hechos, el puesto está cerrado, agudizándose la desatención en virtud de que el hospital de El Sauzalito, que es el de referencia de Fortín, no funciona bien. O sea que la atención es prácticamente nula, a tal punto que los enfermos deben recurrir al hospital de Ingeniero Juárez, de la provincia de Formosa

Los cuatro médicos que integran el plantel profesional del Hospital de El Sauzalito trabajan dos o tres horas por día, sobrecargando al que está de guardia, según varios sectores sociales de la localidad. Los que apoyan a la directora, Norma Plebani, afirman que los médicos trabajan cuatro horas por día, cuando la carga horaria es de cuarenta horas semanales, o sea que debieran trabajar ocho horas diarias, y que no puede exigírseles más por ordenes de la jefatura de zona por temor a que los médicos se retiren del hospital. En el mejor de los casos atienden a la mitad de pacientes, aunque los más críticos señalan que solamente un tercio de los enfermos son atendidos y dos tercios rechazados. Mal acostumbraron a lospacientes a que pasen por la guardia hospitalaria, de tal modo que se pierden o pierdan los datos estadísticos, lo que alimenta las “cifras negras” de la salud. Los médicos cobrarían guardias activas y pasivas a la vez, aunque -salvo excepciones- permanecen en sus hogares e internan por radio vhf. Sumando sus salarios y los montos que cobran por guardias, recaudarían entre 28 y 32 mil pesos. El odontólogo y el bioquímico trabajan más horas que las establecidas. Los ambulancieros de “guardia” nunca duermen ni están en hospital. Es dificultoso ubicarlos cuando se producen situaciones de urgencias y emergencias. Las carencias de medios, recursos, insumos y medicamente signa el mal funcionamiento de este Establecimiento. El edificio está muy deteriorado.

Ahora se agrega una triste noticia. El bioquímico, José Chervak, cansado de manoseos y de promesas incumplidas, se retirará del hospital. Trabaja -con su ayudante técnico- muchas horas al día, superando largamente la carga horaria, en un consultorio de 3x3 en donde funciona el laboratorio. Le prometieron, hace mucho tiempo, la construcción de un nuevo laboratorio, que fue diseñado y proyectado hace años y quedó en la nada. Se retirará abatido por un sistema sanitario en el que sobresale la desatención de los enfermos. Chervak solicitará su traslado a otra localidad porque ve comprometida la salud de su señora y de su hijo, por lo que han decidido dejar el hospital. Es una pérdida para la comunidad.

Los puestos sanitarios “B” (sin médicos) de El Tartagal y Tres Pozos, que dependen del hospital de El Sauzalito, no pueden utilizar las ambulancias que fueran restauradas durante la gestión de Ministro Morante. Atribuyen la situación al actual Ministro de Salud, Jaime Parra. Las comunidades siguen padeciendo el abandonosanitario sistemático por ineficiencia institucional.

El puesto sanitario de El Sauzal, paraje que depende del municipio de El Sauzalito, actualmente no cuentan con un médico. Allí la médica es Miriam Ramona Saucedo, quien por diversos motivos se “cansó” de trabajar sin medios, apoyatura ni acompañamiento. La población que vive en ese paraje es indígena wichi y algunos pocos blancos. En el área habitan aproximadamente 750 personas. Deben recurrir a los hospitales de Sauzalito o de Nueva Pompeya. El panorama es desolador. Toman agua de una laguna contaminada. Allí ganan el Mal de Chagas, la tuberculosis, la mal nutrición, la anemia, la parasitosis y enfermedades gastrointestinales por el agua que consumen.

Wichi-El Pintado es una localidad que está ubicada a 60 km de Misión Nueva Pompeya y a 40 km de El Sauzalito. En el área sanitaria viven aproximadamente 1550 personas. La mayoría es indígena. Allí existe un puesto sanitario en el que trabajan doce personas (enfermeros, mucamo, farmacéutico, limpieza y un médico). Actualmente en este puesto tampoco se cuenta con un médico. La única doctora que allí trabaja, Miriam D’agostino, reiteradamente toma licencia. En la actualidad no está. Se fue y volvería a fin de año, si es que decide hacerlo. A cargo del puesto quedó el enfermero Juan Raña, bastante cuestionado por su manejo

El lunes 24 de noviembre falleció de tuberculosis el joven Wichi Domingo Digan, de 19 años, en el hospital de Pompeya. Fue llevado por sus familiares en estado terminal. Volvió como cadáver al día siguiente. Su cuerpo quedó en el rancho hasta que, luego de bastante demora, consiguieron un cajón y lo enterraron. Hace un año la mamá de Domingo murió, también de tuberculosis. El núcleo familiar era de diez integrantes, entre los cuales viven varios chicos sin cobertura de profilaxis, o sea que están expuestos directamente a contraer tuberculosis.

La semana pasada se agravó la salud de la niña indígena Claudia Soledad Jaime, quien vive con sus padres en Wichi-El Pintado. Por muchos días cursó dolores estomacales, perdiendo peso, con sangrado en nariz. Concurrió al puesto sanitario porque se agravó. Los enfermeros le pusieron tapones en la nariz y le suministraron ibuprofeno, que es un antiinflamatorio que se utiliza como antipirético para disminuir el dolor de cabeza, la fiebre y los dolores, o sea que solamente actúa sobre los síntomas, pero que -además- está contraindicado para tal paciente por tener efecto antiagregante plaquetario (anticoagulante), pudiendo favorecer el sangredo. Como continuó agravándose su cuadro sanitario, los familiares reclamaron en el puesto sanitario que Claudia fuera derivada al hospital de Pompeya, pero no obtuvieron ninguna solución. Se realizó una denuncia en la comisaría. La trasladaron al hospital de Pompeya con vehículo policial, a pesar de que el puesto de Wichi tiene ambulancia. En Pompeya fue atendida por un médico brasilero, formado en Cuba. La internaron. Estaba anémica. Le aplicaron suero y le extrajeron sangre. Los resultados estarían a quince días de su ingreso. La devolvieron a Wichi. La niña está en su casa. La familia tiene antecedentes de tuberculosis.

El hospital de Misión Nueva Pompeya funciona un poco mejor que los señalados anteriormente, pero la prestaciones son insuficientes y, en muchas ocasiones, sumamente precarias. Las ecografías a las embarazadas se realizan una vez por mes. Faltan ambulancias. Hay seis choferes, con acomodos políticos. El director del hospital (obstetra) volcó con una ambulancia porque se durmió, y el enfermo que llevaban se fracturó. Pasaron a planta a una empleada que como contratada no pisaba el hospital y a los peores ñoquis, que contribuyen a desmejorar el servicio.

Eliseo Abelardo Parada, de 14 años, ingresó al hospital con signos y síntomas muy definidos de cursar apendicitis. No fue atendido porque el personal estaba de paro. En estas ocasiones no se atiende nadie, o sea que no se organizan las guardias de urgencias o emergencias. Casi no se atienden a los enfermos porque el personal está realizando paros. Estuvo tres días sin atención médica. Finalmente le “reventó” el apéndice. Una médica lo atendió y fue derivado de urgencia a Resistencia, en donde se encuentra en este momento en aparente mejoría, entubado. Quedó al cuidado del padre. Una señora del campo que internaron volvió a su casa porque no aguantó la mugre que había. Afirmó que las hijas limpiaban el baño porque el personal del hospital no lo hacía.

El puesto sanitario de Miraflores tiene una dotación de personal más que suficiente, pero con escasa capacidad de resolución. A la menor contingencia o posible complicación derivan los pacientes al hospital “Güemes” de J.J.Castelli, que es el establecimiento sanitario cabecera de toda la amplia región de El Impenetrable, que también funciona bastante mal, en un edificio innecesariamente ampuloso pero con escasos niveles de prestaciones. La crisis recurrente de profesionales afecta especialmente los servicios de pediatría, ginecología, terapia intensiva y unidad coronaria. Carece de neumonólogo y de tisiólogo, aunque es una de las zonas rojas de la tuberculosis en el país. Ante las derivaciones de pacientes, sobre todo indígenas y criollos pobres, suministran suero e ibuprofeno y los devuelven a sus localidades para continuar los “tratamientos”, que luego no se ejecutan. El tráfico de ambulancias intenso. Predominan en las rutas y picadas. Las ambulancias se “rompen” por las malas condiciones de los caminos y porque los choferes no fueron capacitados para desempeñarse en esa estratégica función. Es notable el déficit que presenta como hospital de referencia regional.

Soluciones mágicas, decepciones y funcionarios que no asumen sus culpas

Sin embargo, allí -en El Impenetrable- mágicamente pretendieron solucionar -por complementación- el pésimo funcionamiento de la red de salud pública a través del Mega Operativo que Salomón intenta defender y destacar, negando la verdad y la realidad que debió captar objetivamente, especialmente porque se ha desempeñado en diversos puestos públicos. No entendió que El Impenetrable está poblado por pobres y enfermos porque están sub-alimentados.

Quizás disfrute del éxito del Festival de la Chacarera del Monte Impenetrable, declarado Patrimonio Cultural y de Interés Municipal y Provincial, que ha tenido mucha difusión en los medios, mientras el Mal de Chagas sigue siendo una grave endemia sin prensa, en la sombra, negada por los gobiernos y sufridas por los pobres más pobres del Chaco. O quizás apueste al turismo de aventura en El Impenetrable, que impulsa el gobierno chaqueño con tanto ahínco como con escasos resultados, olvidándoseque los pobladores de la región son los que presentan los peores indicadores sociales, económicos, sanitarios y educativos de la Argentina, a pesar de que el Ministro Soto publicita que la escuela pública chaqueña es un faro que irradia inclusión, igualdad y democracia, cuando que los alumnos de la región, cuando culminan el ciclo primario, son analfabetos funcionales. Es evidente la falta de interés gubernamental para que todos los habitantes de El Impenetrable tengan acceso a aceptables sistemas y programas sociales, sanitarios y educativos. Casi todos los funcionarios se manifiestan en un contexto de hermandad mal entendida con la gestión de gobierno. Con sus opiniones pretenden clausurar el debate, que es indispensable que se active para revelar la verdad y la realidad de los pobladores de El Impenetrable. Las ausencias más notables, en la acción y difusión, pasa por el ministro de salud, su gabinete y colaboradores, que parece que no existieran para el Mal de Chagas o que esta endemia no existiría para tales funcionarios.


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