Hacer visible lo invisible - EsChaco.com - Resistencia

Por Domingo Peppo

Domingo, 31 de agosto de 2014

Hacer visible lo invisible

Desde la gestión de un estado presente, en los últimos años se ha consagrado en la comunidad chaqueña un proceso de reinvindicación histórica en todos sus estamentos sociales y en cada rincón, paraje, pueblo y ciudad. En este escenario se ha producido la ejecución de redes de agua, de energía eléctrica, centros de salud, viviendas, emprendimientos productivos hasta el lugar más recóndito de nuestro amplio territorio y dignificando así la vida de cientos de pobladores.

Los pueblos originarios de nuestro Impenetrable Chaqueño han sido unos de los reconocidos beneficiados en este marco, pero cabe aquí también incluir a los criollos que habitan de igual manera esta zona y han accedido como nunca a mejoras trascendentales en su nivel de vida. En este sentido se ha posibilitado que familias accedan a una vida digna manteniendo sus tradiciones, su lugar de origen y evitar el exilio.

En esta oportunidad me gustaría referirme a ellos, los criollos invisibles y olvidados por mucho tiempo, quienes han apostado más allá de las vicisitudes y dificultades, también a la vida rural y productiva en el Chaco.

En su mayoría estos pobladores para vivir organizan espacios de trabajo de producción donde se dedican al ganado, la cría de vacas, chanchos, chivos u ovejas o pequeñas producciones agrícolas que desarrollan con su familia, con mucho esfuerzo y dedicación. De la misma forma, por mucho tiempo han pertenecido a una población invisible ante el estado y han pasado por años falencias estructurales en su comunidad pero que tras una paciente espera hoy ven saldadas de a poco.

Prueba de ello es verlos integrados en consorcios rurales, viviendo en viviendas dignas, que sus hijos asistan a escuelas rurales, que puedan recurrir a un centro de salud en la zona, o bien pueden acceder a beneficios sociales como , asignación universal, una jubilación o una pensión; entre muchas otras cosas.

En mis numerosas recorridas por el Impenetrable y zonas aledañas he visibilizado todo esto y he escuchado con alegría el agradecimiento y valoración de la gente ante este estado que dice presente y no se olvida de ellos.

Ejemplo de ello es Benito Paz a quien hace algunos días conocí en El Tartagal, cuya nueva vivienda hoy esta en construcción y al que vimos feliz por el cambio de calidad de vida que significara esta obra. Para nosotros es importante tener una mirada hacia esos sectores que son productivos y viven básicamente de lo que producen y que merecen también su reinvindicación tras tantos años.

En este marco, desde el Instituto de Vivienda profundizamos los programas habitacionales destinados a pobladores rurales, criollos y aborígenes, pequeños y medianos productores para que todos ellos accedan tengan posibilidades de contar con su hogar digno.

Como en muchas otras cosas, sabemos que aún hay muchas situaciones por atender, pero es bueno que lo invisible hoy se haya hecho visible, porque significa que se ha tenido la responsabilidad de asumir un problema y brindado alguna solución que otros no brindaron.

Y este es el camino que creo debemos seguir y que me he propuesto, por ello continúo visitando cada pueblo y ciudad, escuchando a sus autoridades y a sus vecinos, tratando de ver sus necesidades y analizar desde nuestro lugar que opciones y soluciones podemos dar y de esa manera tratando de que ningún chaqueño aborigen o criollo en zonas urbanas o rurales se sienta invisible sino que sepa que es parte e importante para nosotros, que trabajaremos para él como para todos para que acceda a condiciones de vida digna, segura y feliz para él y su familia. Esta es siempre nuestra vocación y dedicación, una provincia donde reine la justicia social, y donde en cada rincón de la provincia una familia pueda vivir con seguridad, salud, bienestar y con dignidad.