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Por: Eduardo López
Lunes, 25 de agosto de 2014
Las seis vidas que perdió Aerochaco. ¿Habrá una séptima?
Se suele decir que los gatos tienen siete vidas. Aquí en la provincia, Aerochaco, una utopía que una y otra vez muere y renace de sus cenizas, terminó hace un año con la sexta etapa de su existencia. ¿Tendrá aún otra oportunidad, como dicen que sucede con los felinos? Esto viene a raíz de que el 28 de agosto de 2008 el Chaco puso en marcha la recuperación de uno de sus grandes sueños: la empresa provincial de aviación con proyección nacional y latinoamericana. Ese día hace seis años- firmó una carta de intención con la empresa Macair Jet del Grupo Macri y constituyó un fondo fiduciario para recrear Aerochaco. La aventura duró poco tiempo y puso fin a otro hito de la empresa.


El intento tomó forma cuando el 5 de noviembre de ese año reinició sus operaciones, tras diez años de silencio. En el primer vuelo el gobernador Jorge Capitanich junto a funcionarios salió desde el aeropuerto de Resistencia rumbo a Sáenz Peña. De allí retornó a Resistencia y, a las 11, llegó el avión principal que sobrevoló la capital provincial junto a periodistas.

Jet Macair, operó con tres aviones, dos Jetstream 32 de 19 plazas y un MD 87 para 132 pasajeros. El primer vuelo comercial fue el 8 de diciembre de 2008 desde Capital Federal a Resistencia, regresando por la tarde.

El 12 de enero de 2009 se iniciaron los vuelos desde Sáenz Peña a Buenos Aires con escala en Resistencia, con tres frecuencias semanales. En el primer vuelo no viajó ningún particular, solo funcionarios y periodistas. En el segundo vuelo del 13 de enero, tampoco hubo pasaje desde Sáenz Peña. Posteriormente el 23 de enero se anunció la suspensión de los vuelos desde la Termal por desperfectos en el avión.

El 3 de febrero de 2009 se iniciaron los vuelos a Córdoba que se realizaban los martes y viernes en una hora 40 minutos, con un Jet Stream 32, de 19 plazas. En el primer vuelo viajaron funcionarios y periodismo y se ofreció una conferencia de prensa en el Hotel Sheraton.

En esos días, ante una denuncia de que Aerochaco perdía un millón de pesos por mes, se aclaró que Chaco compraba horas de vuelo por un millón y medio de pesos por mes, 80 para el avión de 109 plazas y 60 para el de 19 plazas. Las horas se pagaban siempre y cuando se realizaran los vuelos.

El 10 de abril de 2009 se iniciaron los vuelos a Puerto Iguazú con dos frecuencias semanales: lunes por la mañana y jueves por la tarde, con una duración de 85 minutos. El 20 de abril, luego de varias postergaciones, se reanudaron los vuelos a Resistencia y Buenos Aires desde Sáenz Peña.

El 15 de julio de 2009 el presidente de la Fiduciaria del Norte, Patricio Fiorito, pronosticó que para ese año la aerolínea llegaría a 100.000 pasajeros.

El 15 de agosto, desde Sáenz Peña se informó que los vuelos desde esa ciudad disminuían, al punto de que el primero del mes fue ese día. Hubo malestar porque varias veces debieron devolverse pasajes por no haber vuelos. Finalmente, el 1 de octubre se anunció la suspensión definitiva de los vuelos desde Sáenz Peña. A fines de año, en un balance se expresaba que durante el año viajaron desde Sáenz Peña un total de 80 pasajeros en 23 vuelos, en diez de éstos sin ninguno.

A fines de marzo de 2010 se firmó un acuerdo con Aerolíneas Argentinas que entró en vigencia el 1 de abril por el que se comercializaban pasajes en forma conjunta: los pasajeros podían optar por el horario de su conveniencia. Aerochaco siguió vendiendo pasajes y prestando servicios desde Resistencia con las rutas de Aeroparque y Córdoba. Se anunció que en breve volaría a Rosario y la reactivación desde Sáenz Peña.

Sin embargo, de hecho, la empresa chaqueña dejó de volar a Buenos Aires y se redujo a hacerlo a Córdoba, con perspectivas de sumar otros vuelos regionales. Los vuelos a Aeroparque quedaron en forma exclusiva para Aerolíneas. Con el paso de los días, no se implementaron las nuevas líneas y Aerochaco desapareció de hecho. Al 2 de mayo de 2012 la compañía mantenía la operación solamente en sus rutas Resistencia - Córdoba; Aeroparque - Villa María y Aeroparque - Sunchales. En mayo de 2013 la aerolínea suspendió definitivamente sus vuelos Resistencia - Córdoba. Aerochaco dejó de volar a principios de mayo, y Macair Jet lo suplantó en sus vuelos. Hoy en día Macair Jet vuela, pero sin el nombre de Aerochaco.


Primera vida: un lugar en el cielo

La gran aventura de crear una empresa de aviación para vuelos transversales motorizada por la Provincia y el Aeroclub Chaco se inició el 9 de septiembre de 1957 cuando el interventor federal coronel Pedro Avalía firmó el decreto de creación de Aerochaco, Sociedad de Economía Mixta. Fue primer presidente el ingeniero Pablo Fraschina.

Sin embargo, fue durante el gobierno democrático de Anselmo Zoilo Duca cuando a las 7.30 del 28 de septiembre de 1959 realizó su primer vuelo comercial. Este vuelo, con un avión Beaver, fue entre Resistencia y Sáenz Peña, comandado por Atilio Pisarello. Viajaron como pasajeros los señores Marcelo Lemer, Eduardo Gnus, José Rancer y Ambrosio Pujal. El diagrama inicial incluía vuelos a Formosa, Sáenz Peña y Clorinda.

Atilio Pisarello quien fue el que piloteó ese primer viaje. Surgido del Aero Club Chaco, luego comandante de AeroChaco, y desde 1963, hasta su jubilación en 1980, comandante de Austral. Fue el encargado de traer, en marzo de 1957 la primera máquina, un Beaver DCH2, bautizada con el nombre de “Toba”, en un vuelo de varias jornadas que unió Toronto (Canadá )con Resistencia.

Estuvo parada cuatro meses en el hangar, a la espera de su habilitación. Al poco tiempo se sumó otra máquina, un Twin Otter y con ellas se realizaban vuelos que unían Resistencia con las ciudades de Ceres, Salta, Tucumán, Córdoba, Mendoza, Tartagal, Formosa, Corrientes, Posadas, Puerto Iguazú y San Salvador de Jujuy. Llegó a ser, en sus mejores años, la más importante aerolínea de Argentina con base fuera de Buenos Aires. Su lema era Alas para la Cuenca del Plata.


Segunda vida: mejores aviones y decadencia

Afianzada la aerolínea y con un nombre en el país durante casi dos décadas, el 14 de mayo de 1978 llegaron a Resistencia dos aviones Fairchild FH 227 B para 40 pasajeros, adquiridos para incrementar y mejorar los servicios. Fueron comprados en Brasil a la Fuerza Aérea. Una se llamó “Centenario” en homenaje a los cien años de la llegada de los primeros colonizadores y la otra “Impenetrable” como la región cuya colonización se intentó en esos días.

Se incrementaron los vuelos y las frecuencias, pero al mismo tiempo empezaron señales de decadencia. Tres años y medio después, el 1 de enero de 1982 se anunció la decisión de suspender los servicios, ante la sorpresa generalizada. Se alegó que, a la situación económica que provocaba el retraimiento del mercado, se sumaba el desfinanciamiento de la empresa, la negativa del gobierno provincial de seguir cubriendo los déficits y la negativa de aportes de las otras provincias integrantes del directorio como Santa Fe, Misiones, y Formosa y de las que gozaban de los servicios como Córdoba, Tucumán, Salta y Mendoza

El 14 de junio, luego de seis meses y medio de suspensión, se reanudaron los vuelos. El primero fue a Santa Fe Córdoba y regreso a Resistencia. Las dificultades económicas y operativas fueron superadas gracias al aporte de la Fuerza Aérea.


Tercera vida: el intento de ALFA

El regreso de la democracia potenció las relaciones entre las regiones NEA NOA y los países vecinos. Por eso el 15 de octubre de 1984 una asamblea extraordinaria de Aerochaco decidió el cambio de nombre por el de Aerolínea Federal Argentina (ALFA). Los directivos oficiales argumentaron que, así, se extendía el proyecto a las demás provincias de la región sin personalizarla en una, en una apertura necesaria para el crecimiento. Se opuso la representación del Aero Club Chaco, entidad fundadora.

El 25 de enero de 1985 comenzaron los vuelos como ALFA según lo acordado por los gobernadores del NEA NOA. El primer vuelo partió de Resistencia con destino a Iguazú, mientras que el segundo, a Santa Fe y Córdoba. El 8 de mayo la Legislatura aprobó el cambio de nombre.

El 1 de mayo de 1985 una asamblea extraordinaria del Aeroclub decidió su desvinculación definitiva de Aerochaco de la que había sido promotor y fundador. Los socios no estuvieron de acuerdo con el cambio de nombre, ni con que el Estado no tenga la obligación de mantener el 51 por ciento de las acciones.

El 17 de diciembre de 1985 ALFA, realizó el vuelo inaugural a Asunción, en el primer intento de integración latinoamericana regional entre el NEA, NOA y Paraguay. Desde Resistencia viajaron los gobernadores de Chaco, Florencio Tenev; de Jujuy, Carlos Snopek; de Salta, Roberto Romero y representantes de las demás provincias, además del ministro del Interior, Antonio Tróccoli que fueron recibidos por el presidente Alfredo Stroessner. Los vuelos eran dos por semana con escalas en Salta y Jujuy y se iniciaron el 4 de enero de 1986, pero duraron poco tiempo.


Cuarta vida: adiós al federalismo

El prometedor proyecto de integración regional ofreció dificultades económicas debido a que las otras provincias nunca hicieron efectivos sus aportes y fueron tomando distancia. Se llegó así al 5 de enero de 1990, bajo la gobernación de Danilo Baroni, ALFA decidió la suspensión de sus vuelos hasta el 31 de enero. La conducción alegó la imposibilidad de autofinanciación ya que desde septiembre de 1989 no recibía la complementación económica que determinaba una ley nacional.

Días después, el 11 de enero el gobernador anunció que la suspensión se prolongaría tres meses. Finalmente nunca se volvieron a reanudar los vuelos y, a principios de junio, se decidió su liquidación y el despido de los empleados. El último vuelo había sido el 4 de enero a Tucumán y Mendoza. El 5 de octubre se alquiló uno de los aviones a la empresa Aeroposta del sur del país.

El 23 de marzo de 1991 una asamblea extraordinaria decidió la transformación en una Sociedad Anónima con participación mayoritaria del Estado provincial para ser luego privatizada. También le restituyó el nombre original de Aerochaco.

El 24 de abril de 1993, en la gobernación de Rolando Tauguinas, una asamblea extraordinaria de Aerochaco S.A. determinó la disolución y liquidación en función de la situación patrimonial que exhibieron los balances de los dos últimos ejercicios aprobados en asamblea general ordinaria. Se tomó en cuenta, además, el decreto provincial 441 del 23 de abril por el que se dispuso esa medida de acuerdo a los estatutos sociales y a la ley de Asociaciones Comerciales que la eximía de una quiebra por tratarse de una Sociedad Anónima con capital mayoritario del Estado.


Quinta vida: efímera aventura chilena

El 24 de septiembre de 1996 -gobierno de Ángel Rozas- inició sus vuelos desde Resistencia para volar las rutas que habían sido de Aerochaco, ALTA (Asociación Latinoamericana de Transporte Aéreo) empresa de capitales chilenos, que ganó la licitación de la venta de la empresa chaqueña realizada por el gobierno anterior.

El primer vuelo partió con destino a Santa Fe y Rosario y el segundo hacia Córdoba. Se anunciaron dos vuelos diarios a esas ciudades y conexiones con Tucumán y Posadas. El dueño de ALTA era el empresario chileno José Luis Ibáñez, el presidente argentino Máximo Ribero Kelly y el gerente comercial residente en Resistencia, Carlos Sánchez Alvarado. El 11 de junio de 1997 inició los vuelos entre Resistencia y Asunción del Paraguay con un vuelo diario de lunes a viernes.

El 13 de agosto de 1998, a poco más de un año de actividades, suspendió en forma imprevista sus vuelos, sin dar explicaciones, entre rumores de quiebra. A principios de septiembre anunció el cese de actividades. Antes, el 28 de agosto, había sido despedido todo el personal que hacía meses trabajaba sin cobrar.



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