Proclamemos la segunda independencia - EsChaco.com - Resistencia

Por Carim Peche

Jueves, 10 de julio de 2014

Proclamemos la segunda independencia

El mundo habla del sentimiento de vergüenza y humillación del pueblo brasileño tras la caída ante el seleccionado de Alemania por 7 a 1 en las semifinales del mundial de fútbol. Se equivocan. Fue el pueblo argentino quien este 9 de julio ha recibido la mayor afrenta de la historia cuando Amado Boudou, primer vicepresidente procesado de la historia de nuestro país por estar involucrado en actos de corrupción, presidiera el acto central por el 198° aniversario de la declaración de la independencia. Si los próceres que se reunieron en el congreso de Tucumán en 1816 hubiesen estado presentes, no tardarían en expresar su ira ante semejante falta de respeto a la República.

Y por el gol de media cancha de la presidente Cristina Kirchner que, al designarlo como orador central, ha ratificado que el modelo que encabeza no castiga a los corruptos sino que los premia. Y lo que es peor, que no le importa lo que diga la justicia.

Amado Boudou, acompañado por los “patriotas del modelo” e intentando convencerlos de que es mas peronista que Perón y mas kirchnerista que Néstor, utilizó el pedestal de los independentistas para hacer una encendida defensa del relato oficial. Dijo por ejemplo que ha “llegado” el tiempo de la inclusión social, cuando hace 11 años que gobiernan el país y lo hacen bajo un modelo que ha profundizado las inequidades e injusticias.

Habló de un proceso de reparación histórica en materia de obra pública que no ha pasado por el norte argentino que sigue esperando agua potable, gas natural, energía, viviendas y obras estratégicas para el desarrollo como caminos, rutas, el ferrocarril Belgrano Cargas, los puertos, el segundo puente ferroautomotor Chaco-Corrientes y tantas otras.

Habló de un proceso histórico en materia de salud encabezado por otro funcionario oportunamente imputado por enriquecimiento ilícito como es el actual ministro Juan Manzur y que tampoco ha llegado al norte argentino donde los hospitales son cáscaras vacías sin medicamentos, sin insumos, con personal en situación de precarización laboral y salarios miserables.

Haciendo gala de la impunidad que los caracteriza, dio otro claro ejemplo de la corrupción del modelo al recordar que el gobierno nacional destina el 6,5% del PBI a educación, sin dar cuenta hacia donde va ese dinero que en 10 años no ha llegado a mejorar la calidad educativa ni a revertir el 50% de deserción escolar en el nivel medio como tampoco mejorar la calificación de los informes PISA que nos ubican en el lugar 59 entre 65 países participantes.
Claro que nunca habló de la enorme deuda económica y social interna que han generado y de cómo han desperdiciado toda una década a pesar de haber contado con las mejores condiciones de los últimos 200 años.

Los 39 representantes de pueblos y ciudades que se reunieron en el Congreso de Tucumán sabían que toda libertad tiene como finalidad la felicidad de los pueblos, por eso jamás se les pasó por la cabeza independizarse de su propia cultura, tradiciones y menos aún de su conciencia moral.

Por eso digo que se equivocan cuando describen una derrota futbolística como el más vergonzoso de los sucesos que ha vivido un pueblo en los últimos tiempos, un mal resultado futbolístico se podrá revertir en algún momento con una imponente victoria, pero del hecho histórico de haber mancillado la memoria de nuestros héroes libertadores no hay retorno.

Los prohombres de 1816 no solo quisieron asegurar un territorio libre de la dominación extranjera, sino un país en el que se ejerciera la política como servicio al prójimo y no a sí mismo. Esa es la antorcha que hemos recibido de nuestros héroes de la independencia.

Pero a pesar de Amado Boudou, que es solo la punta del iceberg de la corrupción de este modelo, nuestro compromiso en este nuevo aniversario de la independencia debe ser el de seguir luchando para que no nos roben la luz de esa antorcha que será un faro para las futuras generaciones. Si somos capaces de hacerlo, seguramente en un día no muy lejano podamos refundar la República y proclamar la segunda independencia: la de la corrupción que mata.

(*) CARIM PECHE
Presidente Interbloque Diputados Unión por Chaco