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Aldo Adolfo Leiva
Lunes, 25 de febrero de 2013
Cambió de nombre del puente Libertad en San Martín
Un tributo a los 30 años de democracia y a la reconciliación de los argentinos
Este año se cumplen tres décadas de democracia sin interrupciones. En 1983, tras las elecciones presidenciales, asumió el cargo de Presidente de la Nación, el doctor Raúl Ricardo Alfonsín con lo cual finalizó el período de gobierno del mal llamado Proceso de Reorganización Nacional. Fue también el fin de los golpes de Estado en Argentina, ya que no hubo nuevas perturbaciones al orden constitucional desde entonces y hasta la actualidad.


La gestión de Alfonsín es conocida principalmente por la realización del Juicio a las Juntas, así como también por el Tratado de Paz y amistad entre Argentina y Chile y la formación del Mercosur. En reconocimiento a su fecunda política internacional le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1985.

Somos de los que entendemos que el presente 2013 es un año especial, nuestra democracia cumple 30 años. Estos 30 años de democracia demandan respeto y justicia para todos pero por sobre todo exigen la preservación del sistema salvaguardándolo de todo tipo de amenazas; para ello indispensable la más amplia participación ciudadana promoviendo en todo momento y ámbito, la cultura de la paz y del diálogo, logrando acuerdos en unidad, progreso y bienestar para todos, sin exclusiones; con las divergencias y discrepancias naturales pero sin odios ni rencores, haciendo valer lo humano, la equidad y los valores.

En este contexto desde General San Martín venimos gestionando y alentando el cambio del nombre del puente Libertad que atraviesa el rio Bermejo y sirve de nexo entre las provincias del Chaco y de Formosa. Fue construido en la década del 50, una obra iniciada por la presidencia del General Juan Domingo Perón y habilitado formalmente el 8 de febrero de 1958.

La inauguración estuvo a cargo de quienes destituyeron a Perón, matando y asesinado a cientos de argentinos, durante la perversa, siniestra e infernal Revolución Libertadora. En la ceremonia llego a la zona el entonces vicepresidente Almirante de Marina Isaac Francisco Rojas quien sostenía un antiperonismo tajante y drástico, pretendía erradicar totalmente al peronismo de la vida política y sindical argentina, derogar las medidas sociales y laborales establecidas durante el gobierno peronista, y establecer una política económica dirigida por los más conservadores: Todo contra la democracia, todo contra el pueblo.

Así impusieron al nuevo puente el nombre de Libertad, cuando en el país se vivían momentos de privaciones, persecuciones y muertes. En el Congreso de la Nación ya obra, desde noviembre de 2012, un proyecto presentado por el diputado nacional por el Chaco José Mongelo para que el nuevo nombre del puente sea “Héroes de Malvinas” en reconocimiento a quienes defendieron la Patria en suelo austral en una guerra promocionada por los últimos usurpadores del poder en la Argentina. Este puente es una prolongación de la ruta provincial 90 en el Chaco y la provincial 3 de Formosa. Se encuentra a cinco kilómetros de la localidad formoseña de El Colorado y a 20 de la ciudad chaqueña de General José de San Martín. Con el cambio de nombre, de cuya iniciativa somos autores, se anhela establecer y precisar un tributo a la consolidación de la democracia y a la histórica reconciliación nacional de la República Argentina.-

Obra del plan quinquenal

La construcción de este puente considerada la obra más importante para el desarrollo de aquella época es una concreción de la democracia. Comenzó durante la primera presidencia del General Perón, en un tiempo del plan quinquenal con construcciones de escuelas, hospitales, puentes y rutas entre otras obras públicas.

Hablando de democracia viene al caso mencionar que Juan Domingo Perón es hasta estos tiempos el único ciudadano elegido Presidente de la Nación Argentina en tres ocasiones. La primera, en las elecciones del 24 de febrero de 1946, para el periodo 1946–1952. La segunda, en las del 11 de noviembre de 1951 para el período 1952–1958, que no alcanzó a completar debido al golpe militar que lo derrocó el 16 de septiembre de 1955 y la tercera el 23 de septiembre de 1973, tras 18 años de exilio, para el periodo1973-1979, que no pudo completar a causa de su fallecimiento.

El plan quinquenal planteaba la necesidad de prever y codificar en un solo cuerpo el conjunto de medidas que afectaban la exportación y la importación, reglamentando la tipificación, el envase y la certificación de la calidad de los productos exportables y estableciendo un régimen aduanero ajustado a las realidades de ese momento. Descentralizaba y diversificaba la industria formando nuevas zonas productivas emplazándolas adecuadamente en función de las fuentes de energía naturales, las vías de comunicaciones, los medios de transporte y los mercados de consumidores. Se estableció un programa mínimo de cinco años de obras y de inversiones necesarias para asegurar un suministro adecuados de materias primas, combustibles y equipos mecánicos y desarrollar racionalmente la industria y la agricultura del país. Así comenzó la construcción del puente sobre el río Bermejo, entre el entonces pueblo de El Zapallar en el Chaco y El Colorado, Formosa. La obra democrática se inicia en el año 1950, la historia nos relata que fueron siete años de largos y arduos trabajos los que demandaron la cristalización de un sueño largamente acariciado por la región.

Los archivos también nos indican que la obra fue un verdadero desafío al furioso, violento e indomable río Bermejo. El enfrentamiento entre la naturaleza y el progreso que traía el puente costo muchas vidas humanas, durante la obra se tuvo que resistir a altas crecientes. Al habilitarse el puente. 8 de febrero de 1958 una amplia zona geográfica dejo de ser una ínsula para convertirse en una región integrada impulsando acciones en pro de un mayor desarrollo. De esta manera resulta inapropiado mantener el nombre de Libertad. El diputado nacional José Mongelo entre los fundamentos de su proyecto expresa: “El puente interprovincial que une a las ciudades mencionadas lleva actualmente el nombre de Puente Libertad, hermoso nombre sin lugar a dudas, pero detrás de ese nombre se esconde una oscura historia de divisiones, persecuciones muerte y proscripciones de argentinos, el nombre actual esconce la historia nefasta, una afrenta a la democracia y una injuria a la memoria de fusilados, torturados, desaparecidos y perseguidos por los asesinos usurpadores del poder”.-

Tres décadas

Este puente, forma parte de un tridente comunicativo entre las dos provincias, el cual está compuesto junto al puente General Lavalle ubicado en la ruta nacional 95 y el puente General San Martín ubicado en la ruta nacional 11.Es por hoy el segundo más transitado de estos tres, por detrás del puente San Martín. Sin embargo, en los últimos años su tránsito se vio incrementado a raíz del colapso del Puente Lavalle, cuya estructura corrió peligro de derrumbe, debido a diversas fallas de la misma generadas por la poca resistencia al paso de la corriente del rio Bermejo.

Con los amigos y vecinos de El Colorado se viene reclamando por la reparación del puente. Hemos realizado un acto conmemorativo a sus bodas de oro y ahora deseamos el cambio de su nombre como un tributo a los 30 años de vida democrática. Pero de ninguna manera nuestra actitud es quedarnos con un simple cambio de nombre a un puente para honrar a la democracia. La hora nos impone hacer un recorrido por este logro pero aún más nos exige atención sobre lo que permanece inconcluso en este proyecto democrático. Celebrar tres décadas de democracia es mantener una actitud de rechazo a la confrontación de argentinos contra argentinos y toda forma de violencia, es hacer efectivos los derechos fundamentales de las personas a la educación, a la salud y a la autodeterminación de los pueblos.

En este año especial de tres décadas de saludable vida democrática es imprescindible ser conscientes de que es un año lleno de complejos desafíos. Debemos tener convicción y voluntad para seguir avanzando no dando lugar al desanimo y al no se puede.

Si nuestra voluntad por realizar un tributo a la democracia y a la reconciliación de los argentinos es sincera debemos imponer la autocritica, principalmente quienes ocasionalmente estamos en la función pública. Es imprescindible repasar lo que se hizo y pensar inmediatamente en lo que se viene, en lo que resta por hacer. Estos 30 años de democracia sin dudas que nos convoca a consolidar, fortalecer y afianzar una sociedad unida por el esfuerzo común como base para la pujanza y para el desarrollo con una verdadera justicia social. Lo que resta construir debe ser la meta.

En nuestra agenda de las nuevas cuestiones deben figurar objetivos guiados por la perseverancia, por el optimismo, consustanciados por una ética de la solidaridad y con la paz como camino.

Es importante que no olvidemos a todos aquellos que murieron, desaparecieron y sufrieron durante los gobiernos de facto. Es igualmente valido renovar el máximo de los compromisos para respaldar los esfuerzos de tantos conciudadanos por impulsar y defender los derechos humanos

El mejor tributo para estos 30 años de democracia es que vayamos juntos por los sueños que nos faltan hacer realidad; 30 años de democracia, en medio de luces y sombras, constituyen un importante patrimonio que debemos proteger y salvaguardar como la mejor herencia para las futuras generaciones en el importante desafío de la construcción de un país más justo, digno, libre y solidario. Estas exigencias y obligaciones son mayores para la clase política.


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