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Adolfo Pepe Britez
Viernes, 28 de marzo de 2014
El Consejo de la Magistratura y los Convencionales de 1957
El espíritu que movilizó a los convencionales provinciales del año 1957 en cuanto a la función de la justicia, era que la misma sea independiente y gozara de una transparencia inobjetable, en esa inteligencia decidieron crear un organismo constitucional separado del sistema político para la selección de los jueces, es así como nace el primer Consejo de la Magistratura en todo el país, siendo el Chaco pionero en ese sentido.


Los del año 1994 también lo entendieron así y agregaron el concurso de antecedentes y oposición para todos los niveles judiciales sin excepción. Pero la política que parafraseando al rey Midas todo lo que toca lo bastardea, permitió que fueran nombrados jueces sin ese requisito esencial del concurso por antecedentes y oposición, de tal modo que hoy tenemos jueces inconstitucionales administrando nuestra justicia. Inclusive el Consejo de la magistratura violando los principios que impulsaron su creación, impidió que se llevara adelante los juicios por inconstitucionalidad, al dictaminar que dichos jueces del Superior Tribunal de Justicia fueron elegidos de acuerdo a las leyes vigentes, ignorando que en el orden de prelación primero está la constitución y después las leyes, que nunca la deben contradecir. Sin embargo se ha escuchado a muchos dirigentes decir que el Superior Tribunal de Justicia debe ser político, para estar consustanciado con el proyecto político de país que se pretende. El sentido de la existencia del poder judicial en un sistema de gobierno republicano, cualquiera sea el ‘proyecto que se persiga, es simplemente la de administrar justicia, donde el hombre es el objeto central de esa justicia, pudiendo ser el gobierno de derecha, de izquierda, de centro, progresista, pero la justicia en cuanto a su naturaleza y concepto siempre es igual, es unívoca e inmutable y hay que impartirla cualquiera sea el escenario que se viva, para que haya equilibrio y razonabilidad en su aplicación. Sino entraríamos en un caos y desorden que haría imposible dicha aplicación cualquiera sea el proyecto político de país. Lamentablemente el pensamiento de una justicia independiente se fue desnaturalizando y hoy los archivos, del que poco resisten, nos muestran que la política ha avanzado sobre casi toda la estructura judicial, siendo el juez idóneo e independiente una especie en vía de extinción. Las muestras se acumulan, y es posible sobre todo en aquellos expedientes en que hay funcionarios públicos involucrados, ver:

1) Prescribir causas relacionadas con robo, malversación, desvíos de fondos públicos, enriquecimientos indebidos durante el desempeño de la función pública, por la inacción de fiscales y jueces.

2) Vaciar organismos públicos como el Banco del Chaco y empresas públicas en general, sin que haya investigación alguna y menos imputados.

3) Desmontes y talas indiscriminadas, sin que haya culpables.

4) Ventas fraudulentas de tierras fiscales, en algunos casos sin siquiera haberse iniciado algún expediente.

5) Endeudamientos publico (administración central y empresas estatales) siderales, sin contrapartida cierta, objetiva y constatable, y sin que se investigue quienes son los responsables.

6) Ocupación de cargos en la administración pública, violando derechos de otros acompañados de un nepotismo sin precedente en violación del art. 16 C .N. (igualdad ante la ley)

7) Robos y asesinatos nunca investigados y menos esclarecidos, donde hubo políticos implicados.

8) Avance del narcotráfico sin una intervención decidida de la justicia, a pesar que es un flagelo que afecta especialmente a la juventud, futuro de la patria.

9)Recursos de amparos que deberían resolverse en 72 horas, pueden estar décadas sin que ello ocurra.

10) Inventan organismos como el instituto de mediación sin que aporte mayores soluciones y lo único que hacen es aletargar los tiempos de la justicia. Además de ser una carga presupuestaria para los contribuyentes.

11) Denuncias por comisión de ilícitos o cohechos sin que se de curso a las denuncias.

12) Y se puede seguir enumerando hacia el infinito, pero el resultado siempre es igual: Corrupción e impunidad.

En todos estos puntos enumerados hay un denominador común: La política, que entorpece el accionar de la justicia, permitiendo que la impunidad y la injusticia avancen con las secuelas que ello trae aparejado en el tejido social, económico y político de un país, ya que los jueces no intervienen como deberían hacerlo dejando que la corrupción haga metástasis en todo el cuerpo social.

Es esa premonición o sabiduría de los convencionales del 57 que los llevó a crear el Consejo de la Magistratura , que hoy se encuentra bastardeado y utilizado para que la calidad y la excelencia judicial haya caído a los niveles más exasperante y sin solución a la vista. La voracidad sin limite de nuestros políticos impiden que ello ocurra. De tal modo que estamos en condiciones de afirmar que como resultado de esta situación en el Chaco no hay justicia, si hay ciudadanos que la desean, deben buscarlo fuera de la provincia.

Si el Consejo de la Magistratura cumpliera con la misión y función asignada constitucionalmente, contribuiría una justicia mas eficiente, justa y equilibrada, que promueve el desarrollo de los valores mas excelso de toda sociedad organizada, permitiendo de ese modo mas seguridad, mejor educación, mejor salud, mas trabajo, más inversión, menos miseria y hambre, mejor justicia, más respeto a los ciudadanos y mas esperanza de un futuro mejor para todos los chaqueños.





Adolfo Pepe Britez

7914712

Sec. Gral. Empleados Judiciales (MC)


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