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Alejandra Stamateas
Martes, 12 de noviembre de 2019
Cómo reconstruir mi confianza
¿Te gustan las flores y los bombones? ¿Alguna vez te animás a comprártelos, o siempre esperás que él te los regale? Muchas mujeres jamás se preguntan por qué viven esperando algo del otro. Pero la respuesta es sencilla: es una cuestión de identidad. Cuando no sabés quién sos, siempre vas a depender de otros y a esperar que alguien solucione tus problemas.


En el fondo, esta actitud revela que continuamos siendo niñas en espera de que mamá o papá vengan a salvarnos. En el fondo, nos negamos a crecer, a tomar las riendas de nuestras vidas y nuestras propias decisiones. Aun cuando los tiempos han cambiado, todavía hay muchas mujeres que no se atreven a hacer lo que desean porque siguen esperando que alguien lo haga por ellas.
¿Cómo adquiere identidad un ser humano? A través de sus acciones. Jamás otra persona nos permitirá saber quiénes somos. Pero debido a la falta de confianza en nosotras mismas, las mujeres solemos aferrarnos a proyectos ajenos (de la pareja, los hijos, las amigas, etc.) y a depender de ello. Es así como perdemos nuestro brillo.
Es válido buscar motivación y consejo en otros pero algo muy diferente es buscar seguridad en alguien que pasa a convertirse en una especie de amuleto sin el que no somos capaces de accionar. Son muchas las mujeres tan inseguras interiormente que se aterran de solo pensar en hacer algo por sí mismas.
Pero llega un momento en el que necesitamos juntar coraje y atrevernos a encarar la vida por nosotros mismas. Todas podemos hacer ese negocio, cursar esa carrera, hacer ese curso, viajar al exterior, comprar esa propiedad. Es decir, enfrentar con fuerza y sabiduría todas las circunstancias que la vida nos presenta valiéndonos de nuestra propia confianza.
¿Cómo puedo reconstruir mi confianza? Básicamente de estas dos maneras:
1. Valorando mis logros. ¡Siempre tenemos alguno! Pero las mujeres, por lo general, nos enfocamos más en nuestros errores.
2. Reconociendo mi capacidad interior. Es decir, sabiendo que si ayer fui capaz, hoy seré capaz también.
Mujer, sos capaz. Es tiempo de darnos el valor que nos merecemos.


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