Aniversario número 168 del fallecimiento del General San Martín
En el aniversario número 168 de su fallecimiento, época dialogó con Jorge Deniri, director del Archivo General de la Provincia. Mencionó cuestiones vinculadas a sus logros político-militares y últimos años de vida del héroe nacido en Yapeyú
Un día como hoy en 1850, en la ciudad de Boulogne-sur-Mer, una localidad ubicada al Norte de Francia, falleció José Francisco de San Martín y Matorras. En un nuevo aniversario de su fallecimiento, época dialogó con Jorge Deniri, director del Archivo General de la Provincia para conocer cuestiones puntuales de la vida del recordado general correntino.
Sobre sus últimos años, explicó que los pasó en esa ciudad, conocida por su cercanía con París, donde el argentino alquilaba una casa: “Eligió un buen lugar para pasar sus últimos años. En ese momento era central para la cultura occidental y sigue siendo uno de los grandes faros culturales a nivel mundial”.
Antes de pasar por “la ciudad de la luz”, San Martín vivió en Bélgica un tiempo. “Lo eligió primero porque se trataba de un lugar neutral, se movía en función de las revoluciones europeas de 1830 y 1848”, explicó.
Con respecto a los motivos de su partida al viejo continente, Deniri señaló: “Todo lo que podemos hacer es especular porque nunca dijo nada concreto. La interpretación es que su regreso se debe a que no quería participar de la interna política que estaba destruyendo al país a través de la anarquía y los cambios de gobierno”.
Sobre sus últimos años, dijo que los pasó junto a su hija Mercedes, sus nietos y yerno: “Le alcanzó bien para vivir, a pesar que desde Argentina tardaron en pagarle lo que le debían, tanto Perú como Chile le hacían llegar el dinero. La única nación que es irreverente con todos los que le dan algo es la nuestra”. Señaló que el prócer penó bastante por esa cuestión. “No era acomodado pero tenía un pasar discreto para ese tiempo en que no existían jubilaciones. Le permitía vivir, no le sobraba ni le faltaba nada”.
En este sentido, el director reflexionó sobre el escaso número de años que el militar y político estuvo en América: “Vivió 72 años, de los cuales pasó poco más de una década, entre 11 y 12 años. Era muy consciente de su leyenda y quería dejar un legado que no fuera material, sino más vinculado su trayectoria”.
Al respecto, a pesar de su capacidad estratégica para las batallas, destacó un logro por sobre los demás: “Con el cruce de los Andes realizó una hazaña superior a lo hecho por Napoleón Bonaparte. En Europa también es considerado una leyenda por sus conquistas. Incluso sus batallas son estudiadas en diferentes escuelas de guerra del continente”.
En este repaso, Deniri también destacó la actuación de San Martín en Perú con todas las dificultades que esto significó para promover independencia: “Se dirigió a un nido de intriga en esos tiempos en los que el país era considerado la capital del virreinato, ya que su sentido de unión con España era fuerte durante esa época”. Una vez conseguido su objetivo, el general devolvió el poder al país, tal como había prometido, por esa acción destacó una de sus frases: “No hay nada más peligroso que un militar victorioso para una república naciente”. Cumplida su tarea se retiró en silencio y volvió a Argentina.
“Con un poncho, un caballo y dos personas que lo acompañaban regresó tras haber sido prácticamente rey del Perú, de hecho fue nombrado su protector. Les dio el himno, la bandera, la independencia y donó sus propios libros para la creación de la biblioteca nacional del país”.
Retomando sus últimos años de vida, señaló que en ese último período padeció algunos problemas de salud que lo complicaron en esa transición. “A lo largo de su vida, tuvo varias afecciones pulmonares por un accidente que sufrió en una oportunidad en la nieve. También padeció cataratas, lo operaron pero salió mal la intervención, lo que terminó de dificultar su visión. Lidió con el dolor porque esos años todas las operaciones se practicaban a cuchillo limpio, no como ahora”, explicó Deniri a época.
“Tocaba la guitarra y era un buen zapateador” Al ser consultado sobre los detalles más íntimos que son desconocidos por el imaginario popular, Deniri mencionó algunas particularidades de José de San Martín para ver una parte más cercana del hombre detrás de la figura emblemática. “Le gustaba la carpintería, tenía intereses en lo relacionado a trabajar con serruchos, mazos y martillos”.
El director explicó que tenía muchos hábitos propios de alguien que había pasado gran parte de su vida en un cuartel, como parte de sus funciones en su actividad profesional principal: “También cosía la ropa, su hija lo retaba por eso. Vivía muy de acuerdo con la vida que tenía cuando estaba solo, se casó en edad avanzada con María de los Remedios de Escalada”. Destacó la importancia de su única esposa, quien en ese momento era una de las bailarinas de salón de Buenos Aires y pertenecía a un círculo social destacado.
Además lo remarcó como alguien que era considerado un buen animador de fiestas y hábil para la vida social. “Era considerado un hombre gracioso, con una voz metálica y al que le gustaba contar chistes en las reuniones, lo hacía con mucho humor. Dicen que eran un buen zapateador y tenía una faceta musical, ya que sabía tocar la guitarra”, dijo Deniri.
El Colegio Yapeyú homenajeó al héroe en la previa Un día antes del aniversario de su desaparición física, los alumnos y autoridades del Colegio Yapeyú homenajearon a San Martín con actividades que incluyeron un desfile hacia la plaza 25 de Mayo. En ese punto realizaron el acto principal con ofrenda floral y luego se dirigieron de regreso a la plazoleta Italia.
Allí celebraron un nuevo año de su fundación, el 17 de agosto de 1990, cuando fueron inscriptos en el registro de enseñanza privada: “Actualmente contamos con más de 1150 alumnos y creamos una propuesta clara que nos permitió ganarnos un lugar”, explicó Lucía Avancini, directora de la institución educativa, en dialogo con época. “
Cuando se aproxima la fecha, asistimos con toda nuestra comunidad para recordar al Padre de la Patria. San Martín es el mentor de nuestro colegio y sus valores están presentes en la propuesta cotidiana.
En agosto reforzamos esos principios intentando que los alumnos aprendan algo nuevo al respecto de su obra y persona”, agregó.