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Lunes, 16 de julio de 2018

Riesgos y carencias en la costa correntina

La falta de sanitarios acorde a la cantidad de visitantes, como también de bebederos, el mal estado de las veredas y barandas, la escasa iluminación en algunos tramos y la falta de control vial en la calzada, afectan a uno de los lugares de paseo más importante de la ciudad

Ante el receso escolar de invierno, la costanera se constituye como una de las principales opciones de recreación de las familias y de los jóvenes, sin embargo, algunos aspectos en materia de servicios, infraestructura y seguridad influyen negativamente al momento de optar por visitarla y evidencia muchas falencias como espacio público.

Mediante un relevamiento que realizó El Litoral en diálogo con algunas familias que compartían un mate en la costanera, elaboró un conjunto de necesidades y algunos riesgos que se observan en uno de los paseos más convocantes de la ciudad.

Cualquier familia o grupo de jóvenes al pensar en concurrir a la costanera en primer lugar debe determinar cuál será el medio de transporte en el cual concurrirán, dado que el servicio que funciona durante la temporada de verano, no presta servicio durante el resto del año y menos aún durante el receso escolar de invierno.

Y si bien existen algunas líneas que llegan hasta la zona debajo del puente General Manuel Belgrano, la mala frecuencia y la alta demanda logran muchas veces que ese paseo sea desestimado.
Otros de los puntos importantes y más demandantes es la ausencia de sanitarios en todo el tramo, siendo un paseo público carece de este servicio tan esencial y básico.

La gente sobre el tema informó que ante la urgencia concurren a las instalaciones de la Punta Tacuara, donde hay solamente dos cubículos, lo que genera que se formen filas, en caso de que estén habilitados para su uso.

“Por los chicos nosotros permanecemos en la zona de Pellegrini y costanera por el tema del baño, si estamos en el parque Cambá Cuá solo cruzamos una calle y solucionamos el problema, y si estamos sobre el río también. Pero es una lástima que en la zona después del puente no haya nada”, dijo una madre que compartía unos mates en familia.

“Tampoco hay bebederos, debemos comprar o traer el agua, lo que es todo un tema para los chicos que jugando se ensucian las manos y demás”, agregó.

Un mayor control vial es otra de las necesidades evidentes, dado que sobre la calzada no sólo circulan los vehículos, sino también en zig-zag lo hacen los corredores, patinadores, los skater y como si esto fuera poco, en el último período también se observa una gran cantidad de chicos en bicicletas que avanzan en grupo.

Y en este marco, pero no menos importante, se debe señalar que en algunos sectores de la peatonal existen baldosas sueltas que dificultan a las personas con movilidad reducida, a las carriolas de bebés o adultos mayores.

También se debe considerar que sobre costanera no existe el sistema de estacionamiento medido, pero en la zona hay cuidadores que no cuentan con identificación alguna.

Por último, vale señalar que en toda la zona ya no se observa la presencia de la Policía Turística, como así también en la zona de los balnearios hay muy poco personal de Guardia Urbana.