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ESPECIAL ESCHACO
Lunes, 14 de agosto de 2017
Una sociedad sin empatía, difícilmente sea integradora
Niños heridos en los juegos habilitados de una plazoleta de la ciudad, pusieron al descubierto una serie de falencias como sociedad. El desinterés por la integración y la inclusión, dejó herido a otros integrantes de ella: los chicos con capacidades diferentes. "Hay que hacer foco en la educación", coincidieron padres y docentes de chicos discapacitados. Aquí la voces de una realidad, que de afectarnos a todos por igual, tal vez, nos torne integradora.



Un posteo que llegó hace unas semanas a Eschaco, disparó una serie de interrogantes sobre los juegos del recientemente inaugurado Parque de la Integración, ubicado en el límite de las ciudades de Resistencia y Barranqueras. La inquietud de los lectores pasaba por denunciar que varios niños habían sufrido heridas al utilizar los juegos, incluso algunas de ellas de gravedad.

En imágenes y videos de niños haciendo uso de los mismos, a primera vista se apreciaba que tal vez no estarían bien construidos o señalizados. Ante esa información y las dudas respecto a sí las autoridades tomaron todas las precauciones del caso, Eschaco visitó el Parque de la Integración y lo primero que encontró fue que uno de los juegos, una calesita donde se habrían originado los accidentes, fue clausurado (y posteriormente reparado y/o readaptado).


Al mismo tiempo, y las imágenes así lo prueban, nos percatamos que ellos estaban debidamente señalizados: Dichos juegos son para personas con capacidades especiales y he aquí donde todo otro cobra sentido; ya que según testimonios de los papás los mismos son utilizados por los demás niños y niñas que concurren al lugar y si bien dicha calesita cuenta con una rampa de acceso para personas con movilidad reducida, ese detalle no fue tenido en cuenta por quienes lo venían utilizando. Así, sucede con la mayoría de los juegos de esta y otras plazas de la ciudad.


En la galería, hay imágenes del Parque de la democracia, donde también existen esto juegos inclusivos e integradores y del Parque de la Integración-del que hablamos- donde dado la conjunción de varios factores negativos terminaron en la lesión de algunos chicos. Qué factores?: un pequeño error de diseño permitía que la rampa para discapacitados obrara de freno al girar el juego. El mal uso, dado que tenia una capacidad especificada con un cartel en el piso del juego y estaba siempre extralimitada. Un poco el descuido de los padres al no comprender y enseñar acerca del uso de juegos inclusivos.

La idea no es que los juegos sean exclusividad de nadie en particular, sino que sea para uso de todos, pero considerando que si llega un niño con capacidad especiales, tanto padres como niños comprendan y apliquen el significado de solidaridad, ofreciendo y compartiendo el juego en cuestión. Si un padre luego de tomar todos los recaudos, preparar al niño, mover un auto para poder trasladarse unos minutos a un parque, al llegar los asientos especiales están ocupados y nadie aplica esa cuota de solidaridad, generalmente la situación o termina en una discusión con algún otro papá o terminan dándose vuelta y volviendo a la casa sin haber podido utilizarlo.

Nadie es culpable y al mismo tiempo todos somos culpables, sino nos educamos y lo transmitimos.


Todo pasa por la educación

Lastimosamente hubo que lamentar personas heridas para reparar en esta situación: la falta de conciencia social de los ciudadanos a la hora de hacer uso de los espacios públicos. Lo comprueban a diario papás, como los de Milagros de 22 años y Ana Paula de 19 y Ursula de 10 años, jóvenes con discapacidad-e historias de vida y lucha que serán parte de otra nota-que viven en carne propia estas 'limitaciones sociales', de 'educación esencialmente', insisten.

La charla con Eschaco transcurre en la Plaza España, y así como sucede en estos lugares, 'que nuestros chicos aman ir, lo pueden ver ahora; nos pasa en otros ámbitos de la ciudad, en estacionar cuando los llevamos a la Escuela, en el transporte de pasajeros. No hay prioridad para nada con los chicos discapacitados, es más muchas veces tenemos que soportar el destrato de las autoridades', insisten los papás.

La reforma y arreglo de las plazas y de los espacios públicos es algo muy positivo, porque rescata lugares abandonados, los embellece con juegos, plantas y flores y ofrece un lugar de esparcimiento y por eso debemos aprender a usarlo.

Las personas que cuidan las plazas, como ser la plaza España nos cuentan que su función es cuidarla, evitar que las motos circulen por ella, que no se rompan los juegos, que los baños se mantengan utilizables; pero no de evitar que adolescentes se suban a los juegos de niños, donde es evidente que con el tiempo algo fabricado para un uso sea desbordado en su capacidad hasta romperlo o que alguien se lastime. 'No podemos hacer de padres nosotros', explicaron, 'cada uno debe enseñarle educación y solidaridad a sus hijos y hay que empezar cuando es pequeño, ellos entienden, es una función que le compete a los padres'.

"Hay una falta de empatía, a veces generalizada", acota Paola Sosa, Estimuladora Temprana y Profesora de Educación Especial, 'no hay concientización en las Escuelas y también es algo que hay que trabajar desde los hogares', reafirma Lilian Beatriz Leme Franco, directora de la Escuela de Educación Especial N°40-dependiente del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología del Chaco. Esa falta de conciencia social es la que debe alertarnos y como sujetos de derechos y obligaciones hacernos partícipes y comprometernos a respetar al "otro", ese que, "dependiendo de su situación, cuenta con mis mismos o, aún, más derechos".



La versión oficial

Eschaco consultó a las autoridades del Ministerio de Infraestructura de la provincia, ente encargado de construir y remodelar ese espacio, el del Parque de la Integración, sobre los parámetros en qué fueron pensado cada uno de los juegos. La subsecretaria de Planificación y Proyectos, Lorena Sánchez detalló el 'esfuerzo' que hace el Estado a través de la obra pública de proponer espacios para el uso y disfrute de todos los chicos sin dejar afuera a los niños con discapacidad.

“Es un esfuerzo que necesita y merece ser trasladado a la comunidad en la comprensión y el respeto de los juegos que son particularmente integradores. Las hamacas grandes, son para chicos con problemas de parálisis, sin embargo, se suben 5 o 6 niños, el cual es falta de conocimiento y en otras ocasiones de desconsideración".

Explicó la funcionaria, que el Gobierno provincial lleva adelante a través del Ministerio de Infraestructura el plan de obras con alto impacto en la 'integración social de las personas con discapacidad. A través de un trabajo articulado con las distintas áreas de Gobierno se trabaja en la planificación, diseño, y ejecución de proyectos sobre las bases de estratégicas de inclusión.

“En el hall de Casa de Gobierno realizamos adaptaciones para gente con discapacidades motrices y visuales, a partir de una clara intensión de integración universal, en las comisarías que ejecutamos incorporamos sanitarios universales además en las área de juegos de los distintos parques y espacios recreativos como el Parque de la Democracia, Paseo Sur, Plaza de la Integración y Parque del Encuentro instalamos juegos integradores".

Finalmente y ante la insistencia de Eschaco sobre el compromiso que deben asumir las autoridades para que se 'respeten los derechos de las personas con discapacidad', sostuvo 'vamos a seguir trabajando fuertemente en la planificación y ejecución de espacios públicos, con el diseño de edificios, con la corporación del IPRODICH, como símbolo central, traer los juegos Paraevita, es andar un camino en el que hay mucha falta de conocimiento y hay que hacer un trabajo de formación e involucrar a la sociedad desde la escuela con temas referidos a la discapacidad.

”Los juegos bien usados son para todos, en tanto los juegos con diseños particulares son prioritariamente para los chicos con discapacidad, que no pueden ir a otros juegos. El juego es una pauta que colabora con el desarrollo infantil, tenemos la idea de andar un camino de convivencia e integración un desafío que merece ser tomado".



El 'Otro'*

Una vez más, no pude evitar ir hacia los juegos y decirles: “chicos, esos juegos son para niños en sillas de ruedas, o que no caminan, no para todos ustedes” (5 en un juego para 1). No pude evitar sentirme molesta al ver que personas jóvenes o adultas sin dificultades de movilidad se sienten sin dudar en los primeros asientos del colectivo. No puedo mirar para otro lado si hay una mujer o un hombre con bebé en brazos o ancianos soportando una larga fila del cajero. Pregunto, ¿sólo yo veo eso? ¿Mi indignación es absurda o extrema? ¿Por qué reacciono yo y no aquellos que son los que necesitan: padres de niños discapacitados, ancianos, mamás o papás con sus bebés en brazos? ¿Qué nos pasa que vemos esas situaciones y no actuamos?.

Muchas veces somos presos del silencio, actuamos como cómplices de ese momento desagradable que vive el otro*. Y el otro** por vergüenza, por dolor, o por no reaccionar de mala manera acostumbrado a recibir quejas o miradas desafiantes o desconfiadas permite que su derecho sea negado, que su prioridad importe nada frente a la sociedad. ¿Sabe la sociedad que se siente vivir con obstáculos transitoriamente o de por vida?.

Hay una palabra hermosa que es EMPATÍA, es difícil definirla, pero más difícil se nos hace practicarla. Empatía es la capacidad de sentir aquello que el otro** tiene y, así, compartir su sufrimiento. Esto hace referencia a una predisposición a sentir la necesidad de acompañar y proteger a quien lo necesita. La falta de empatía y de total ausencia de solidaridad son rasgos característicos en los momentos descriptos al comienzo del relato, en la cual se puede ver que cada uno tiende a buscar su satisfacción personal (ser atendidos primero, que mis hijos disfruten como quieran de los juegos sin respetar las normas, sentarme en el colectivo sin ver si otro** necesita sentarse, etc.) antes que mostrar compasión con que el más lo necesita.

Mi motivación mayor este último tiempo a elevar la voz y protestar teniendo las redes sociales a mi alcance, fue la discriminación total que se vivió en plazas con respecto a los juegos adaptados para niños con movilidad reducida. Ver un video en el que se observan 20 niños de entre 10 y 3 años subidos al mismo tiempo y girando una calesita adaptada como si quisieran que aquella saliese volando por los aires, y además, sin ver ningún adulto que intervenga a favor del cuidado de estos juegos que no están preparados para ese maltrato, pero por sobretodo, me impactó la falta de interés por intervenir para prevenir lo que se dio, lastimaduras graves por ese juego, perdón, por esa manera de jugar sin límites. Y apostando en cada vuelta a más velocidad y más gritos de los pequeños que pegaban alaridos del susto que le provocaban los giros. Me vuelvo a preguntar: ¿qué lugar ocupamos los adultos? ¿Acompañamos a los niños a nuestro cargo o los largamos al parque, a la plaza, a la vida y que se arreglen?.

Creo que es hora de mirar más, escuchar más, entender más al otro**, que mi derecho termina, donde empieza el del otro.

Otro** aquel que también es persona, también es individuo y que siente y piensa diferente, pero que tiene mis mismos derechos o más derechos dependiendo de su situación permanente o transitoria.

*Paola Sosa
Estimuladora Temprana
Prof. de Educación Especial
Cel. 362744932
Brown 231-Resistencia




NOTA DE LA REDACCIÓN: ES LA PRIMERA PARTE DE UNA NOTA REFERIDO AL TEMA DE LA DISCAPACIDAD


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