La familia de mi pareja no me quiere - EsChaco.com - Resistencia

Alejandra Stamateas

Martes, 9 de mayo de 2017

La familia de mi pareja no me quiere

Cuando formamos pareja, ese hombre llega a nuestra vida con costumbres y tradiciones, con un estilo de vida y con una familia. En muchas oportunidades, los papás tienen la ilusión de una determinada mujer para su hijo, y tal vez vos no seas ese modelo que ellos estaban esperando, por lo que no les podés cumplir sus expectativas. Esta es la razón por la que vienen los conflictos. Ahora bien, ¿qué hacemos cuando tenemos conflictos con la familia de nuestra pareja? Veamos algunos puntos a tener en cuenta:

1. No traslades los conflictos que tengas con tu pareja. A veces creemos que se trata de un problema con nuestros suegros o con nuestros cuñados, pero en realidad es un problema que tenemos con nuestra pareja, que como no lo podemos hablar, lo trasladamos a otro familiar.
2. Los problemas que tenemos con su familia los tenemos que hablar con él, y las decisiones se deben tomar en pareja. Cuando tengas un conflicto con la familia de tu pareja, hablalo con él, y juntos, como pareja decidan qué es lo que van a hacer al respecto. La decisión debe tomarse en pareja, pero recordá que quien le tiene que poner límites a sus familiares es el hijo.
3. No debemos pasar por alto la herida de nuestra pareja. Cuando alguno de los dos se ve afectado por un familiar de la pareja, el otro no tiene que minimizar su sufrimiento y decir, por ejemplo: “No te enojes, es que papá está enfermo”.
4. No depender de la familia de tu pareja en ningún área. Si estás viviendo con la familia de tu pareja, si te dan dinero, si son los niñeros de tus hijos, entonces ellos van a pensar que tienen autoridad para meterse en tu vida y opinar. Tenés que ser independiente de la casa de los padres de él y de la casa de tus padres.
Necesitás saber que hay personas que nunca te van a querer, que sistemáticamente te van a criticar. Cuando aprendés a vivir con eso, dejás de preocuparte y aprendés la lección. Es importante que puedas afrontar el rechazo, de lo contrario, vas a seguir actuando para repetirlo. Si no enfrentás el rechazo, vas a fracasar en esa prueba, y “prueba fracasada, prueba que se tiene que repetir”, pero si enfrentás el rechazo y lo resolvés, habrás aprendido la lección y podrás afirmar: “¡Prueba superada!”.