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Diego Rojas
Domingo, 20 de enero de 2013
El apartheid que mata en el noreste argentino
Villa Río Bermejito es un pueblo que queda en la provincia del Chaco, cerca de la frontera con Formosa, en el noreste lejano del país. Su población no supera los mil habitantes. Como en toda la zona chaqueña, en verano el calor es extenuante y por lo general durante las tardes de la siesta sus calles permanecen vacías, calladas, quietas.


El balneario del pueblo suele llenarse de los habitantes de pueblos de alrededor, que instalan sus carpas y autos en el camping. Cada año se realiza allí un festival que da inicio a la temporada de verano. Este enero contaría con la actuación del Chaqueño Palavecino. A disfrutar de ese espectáculo se dirigió la noche del 4 de enero Imer Flores, niño de 12 años. Nunca regresó. Encontraron su cadáver al día siguiente, en el río, desfigurado por los golpes. Imer era miembro de la comunidad qom de ese pueblo.

No es el primer crimen violento que tiene como víctima a una persona qom en Villa Río Bermejito -y a un criollo (término que se usa en la región para denominar a los no aborígenes) como victimario-. El crimen de Imer Flores es el séptimo que se produce en estos últimos años, según contabiliza Edilberto Pérez, líder de la comunidad. Entre ellos, el caso de Alberto Galván, herido y tirado al río donde las pirañas -que huelen la sangre- se hicieron cargo de su cuerpo. O el de Claudio Alvino, que fue invitado por unos criollos a una fiesta y allí apuñalado. O el de Alberto Montenegro, que apareció ahorcado en un árbol y cuya muerte -a pesar de toda la evidencia en contra- fue caracterizada como un suicidio. Entre otros.

Son menos de mil vecinos en Villa Río Bermejito, y las poblaciones criolla y qom tienen un número similar de habitantes. Quizás por eso allí se puedan percibir de manera concentrada las razones y las formas de un “apartheid” que ocurre ahora mismo en el noreste argentino, esa región donde habitan los qom, especialmente en las provincias de Chaco y Formosa.

“Justicia y que hagan derechos para los niños”. Ese es el reclamo de Fariseo Flores, padre de Imer Flores, que expresa con palabras arrastradas y una mirada cansada, abatida. Muestra fotos de su hijo, junto a sus compañeros y solo, vistiendo pantalones de gimnasia. “Le gusta el fútbol -dice en presente-, se junta con sus amigos, no tiene problemas con nadie”. Nino Franco, un criollo del lugar, fue detenido por el crimen. Se sospecha que desquitó la inquina que tenía con los qom descargándola a golpes contra un niño elegido al azar en la fiesta donde tocaba el Chaqueño Palavecino. El niño elegido resultó ser Imer Flores.

El fin de semana estuvimos en Villa Río Bermejito junto al escritor Martín Quintana, de Corrientes, para tratar de percibir las causas y razones de esos crímenes de odio.

En una mesa del hotel de Villa Bermejito -propiedad del secretario de Gobierno del pueblo- unas señoras almuerzan y se refugian del calor abrasante. Al consultárseles sobre los qom -luego de aclarar y perjurar que ellas no discriminan- emiten algunos conceptos sobre aquellos aborígenes. Esto es un extracto de lo que dijeron: “No trabajan, tienen planes, todos tienen planes. Son quedados, son vagos. Con lo que cobran del plan compran motos y celulares. Y qué motos y celulares… El año pasado mataron a un criollo, ¿y el gobierno hizo algo? No. Pero matan a un indio y se mueve todo el gobierno. Nosotros somos los discriminados. Son de otra raza, tienen un olor característico por eso, además siempre hacen fuego. En invierno se les ahuma toda la ropa y eso se huele. En las casas que les dan hasta hacen fuego sobre el azulejo”.

-¿Pero no son trabajadores los originarios? -se les preguntó.
-Los alemanes originarios que vinieron a construir esta comunidad, esos eran trabajadores, no éstos -fue la respuesta.

El intendente Lorenzo Heffner se refirió al asesinato y a los otros crímenes. Sobre Imer Flores aclaró: “Lamentamos esa muerte como cualquier otra, de cualquier raza. Sin embargo quiero aclarar que existe una ordenanza que prohíbe que los menores de edad deambulen de noche”. Heffner fue denunciado en 2006 por discriminación, ya que una veintena de miembros de la comunidad qom aseguraba que el alcalde no los recibía en la municipalidad, sino en la vereda, por ser aborígenes. La Justicia desestimó la denuncia. “Antes los qom eran trabajadores, ahora todo cambió -asegura el representante del Estado en el lugar-. Están influidos por los piqueteros, por abogados que vienen de afuera para influir en sus cabezas. No todos son malos, como no todos los criollos son malos. Los que cortan la ruta y nos cortan la posibilidad de salir de Bermejito son una minoría. Y quedarse horas en la ruta sin poder llegar a sus casas crea enojo en los damnificados. Están provocando una guerra, porque va a llegar el momento en que sí puede crecer el odio y sí puede haber violencia”.

Esos pareceres, los de las señoras -que se expanden al resto de la sociedad- y los del intendente no sólo expresan el racismo que pesa desde hace siglos sobre los aborígenes, sino que son expresiones, también, de una disputa económica agudizada en los últimos años: son la consecuencia de la irresuelta cuestión de la tierra. Los qom provienen de una cultura cazadora y recolectora. El uso que le podrían dar a las tierras con ese tipo de actividades se contrapone a la actividad ganadera o a la expansión sojera. La creciente organización política de la comunidad qom en reclamo de sus derechos también implica el reclamo por la tierra, que se convertiría en improductiva según los cánones más actuales que rigen la agricultura en el país hoy.

El Estado no sólo tiene responsabilidad en estos dos aspectos, sino que promueve de forma activa en la violencia contra los qom. En Formosa en 2010 la represión dirigida por el gobernador kirchnerista Gildo Insfrán contra la protesta por tierras de la comunidad La Primavera se cobró la vida del aborigen Roberto López y ocasionó la muerte de un policía -en represalia por ese fallecimiento, los ranchos de la comunidad fueron quemados, como en una postal de la guerra de Vietnam, por las fuerzas de seguridad -. Al día siguiente un policía atropelló al dirigente qom Mario López y ocasionó su muerte. En 2011 una camioneta atropelló al dirigente qom y militante del Partido Comunista Revolucionario Mártires López en el Chaco. Todos los crímenes permanecen impunes.

La marginación económica y social, discriminación racial y segregación cultural de los qom son responsabilidad del Estado, así como la violencia directa del aparato represivo sobre ellos, replicada criminalmente por la sociedad civil. Depende de la movilización popular y de los esfuerzos de los gobernantes que ese estado de las cosas se transforme.
Las puestas en escena del Estado kirchnerista
Diego Rojas ~ Enero 11, 2013

La actualidad argentina se encuentra atravesada por la teatralidad, por un espíritu de la política marcado por la puesta en escena. La acción del Estado necesita reforzarse a través de las herramientas del drama, una muy sagaz manera de convencer -convertir, hipnotizar, fanatizar- a sus adeptos.

El último período ha sido prolífico en este tipo de manifestaciones. Desde la apelación constante a “Él” o la exhibición extendida del luto, pasando por las liturgias llevadas adelante en el sanatorio Austral -perteneciente a la orden católica ultramontana Opus Dei- en ocasión de la intervención quirúrgica de la presidenta, hasta la recepción de la fragata Libertad en Mar del Plata, el hecho teatral se convirtió en un factor dominante de la política kirchnerista. (Recuerdo la ansiedad desasosegada que cundió entre varios simpatizantes oficialistas antes de que se conocieran los resultados de la operación a la que había sido sometida la presidenta que los llevaba a intervenciones histriónicas que se replicaron, de manera extrema, entre los militantes que habían ido a rezar en los alrededores de la clínica, muchos de los cuales sucumbieron al llanto del alivio. Hay una expresión en inglés que caracteriza a los cultores de este tipo de escenas: se les dice “Drama Queen”).

El miércoles fue el día elegido para hacer un despliegue monumental de la puesta en escena kirchnerista. Ese día la fragata Libertad regresaría a la patria luego de su estadía embargada en la lejana nación africana de Ghana. Los fondos buitre habían urdido la maniobra para quedarse con esa embarcación propiedad del Estado argentino y el Tribunal del Mar había desestimado el intento por su flagrante ilegalidad. Por un pelo, la nación no había perdido uno de sus emblemas a manos de los especuladores financieros internacionales. Se decidió celebrar la accidentada recuperación de la fragata como si fuera la cereza del postre de una sostenida política antiimperialista. La presidenta -en medio de ejercicios acrobáticos de aviación, paracaidistas, paradas militares, rodeada de manifestantes de Unidos y Organizados, con el fondo de la fragata rediviva y con la ayuda de la música incidental de película épica de ciertas transmisiones televisivas- aludió a la consigna: “Patria sí, colonia no”. Sin embargo, en simultáneo, se reabría el canje a los mismos fondos buitre que habían embargado la fragata posibilitando que el sino especulativo de esos grupos parasitarios persista en la exacción del patrimonio de la Argentina. Todo esto pocos días después de anunciar la asociación con la multinacional imperialista Chevron para la explotación de los yacimientos petrolíferos de Vaca Muerta, revelando de ese modo el carácter ficticio de la “nacionalización” de YPF, que ha sido puesta otra vez en oferta a los referentes hidrocarburíferos del capitalismo internacional. Puestas en escena.

No toda puesta en escena de la Argentina kirchnerista tiene ese carácter monumental, aunque sí debe consignarse la gravedad de otro tipo de puestas en escena minimalistas. En el noreste del país, en Formosa y el Chaco específicamente, la etnia qom asiste al desangramiento de su comunidad. Con pequeños intervalos mueren hombres y mujeres qom en circunstancias tremendas. A la noticia del asesinato el domingo 6 de un niño de 12 años -desfigurado por los golpes, arrancado de su piel un tramo en el que se había tatuado una insignia qom- en Río Bermejito, Chaco, el jueves 10 se conoció la noticia de la muerte de Daniel Asajik, sobrino del líder qom Félix Díaz, en la Comunidad La Primavera, sita en Formosa. Su cuerpo había aparecido a lado de su motocicleta y voceros del gobierno aseguraron que se trató de un accidente. Sin embargo sus familiares cercanos aseguraron que los médicos habían diagnosticado fracturas en el cráneo provocadas por un fierro, probablemente oxidado. Podía parecer un accidente, pero la recurrencia de accidentes que en realidad son asesinatos mueven a los qom a desconfiar. Hace un mes solamente un gendarme embistió contra una moto en la que viajaba el referente qom de La Primavera Ricardo Coyipé, su esposa y su nieta Lila. Las dos mujeres murieron por el impacto. El gendarme arremetió a golpes, patadas e insultos contra Coyipé que yacía en el asfalto de la ruta. La Justicia liberó al gendarme porque se había tratado de un accidente. Un día después de la muerte del dirigente qom Roberto López en la represión ordenada por Gildo Insfrán en noviembre de 2010, en la localidad formoseña de Estanislao del Campo, un policía atropelló con su camioneta al delegado qom Mario López, que iba en una moto y terminó muerto. Lo mismo ocurrió en 2011 con Mártires López, dirigente qom del Chaco y militante del Partido Comunista Revolucionario, quien también, embestida su moto por una camioneta, falleció. El mismo Félix Díaz había sido víctima hace unos meses de un incidente similar, pero había podido esquivar a la camioneta, y sobrevivir. En la cotidianidad de los qom, los accidentes automovilísticos pueden funcionar como puestas en escena.

En un momento central del Hamlet de Shakespeare, el príncipe danés toma conciencia de los trazos de una intriga que lo circunda cuando, a través de una representación teatral, percibe los nexos que unen la ficción con su realidad. Cuando logra deconstruir esa puesta en escena, Hamlet, entonces, puede actuar. Desmontar las puestas en escena de la política de la era kirchnerista para tomar conciencia de las tareas que la realidad impone y, entonces, actuar es una necesidad insoslayable de la sociedad argentina.
Los derrumbes producidos por la batalla cultural kirchnerista
Diego Rojas ~ Enero 4, 2013

Muchas veces se afirmó que el kirchnerismo había ganado la batalla cultural. La construcción de diversos dispositivos le brindó al oficialismo la posibilidad de esparcir su discurso -el famoso “relato K”- con el apoyo infraestructural, logístico y económico del Estado. Las últimas horas de 2012 permiten comprobar, por lo menos de modo simbólico, algunas consecuencias de la acción cultural del kirchnerismo luego de una década en el poder.

El senador Aníbal Fernández -quizás como forma de reforzar los espacios que le son cada vez más esquivos en el esquema del poder- exhibió un mensaje de texto enviado por Carlos “Indio” Solari, mítico fundador, cantante y compositor de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, la banda que expresó el espíritu del rock nacional con una potencia inusitada durante varias décadas. “Toda mi vida acepté, a regañadientes, que la valentía era un recurso temporario de los jóvenes. Acercale a la Sra. Presidenta, si no implica molestarla, mi respeto por su templanza y su firme determinación juvenil. Para vos, un abrazo con buenos presagios”, tal fue el contenido del SMS firmado por “Indio”. Tal vez sea una percepción arcaica, pero que un rockero pida permiso para elogiar a la máxima representante del Estado suena a un derrumbe de los parámetros de rebeldía que caracterizó al rock desde sus orígenes. No habría que olvidar que el mensaje de texto fue enviado a Aníbal Fernández, secretario general de la Presidencia de Eduardo Duhalde cuando se realizó la masacre del Puente Pueyrredon, que costó las vidas de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Fernández, apenas realizada la matanza que produjo también cuarenta heridos con balas de plomo, acusó a los grupos piqueteros de aquel entonces por su responsabilidad en esos hechos al esgrimir que habían planificado “un cronograma de hostilidades” y apelado a “la lucha armada”. Eran mentiras que tenían el objetivo de deslindar la responsabilidad del Estado en la masacre. Lo mismo sucedió cuando, al día siguiente del asesinato de Mariano Ferreyra, señaló que la policía había actuado de modo impecable. Hoy se encuentran imputados ante la Justicia siete miembros de esa fuerza de seguridad -que dependían de Fernández- acusados de haber liberado la zona y haber permitido el ataque que culminó con ese homicidio. Fernández es el mismo que sindicó falsamente a Rubén “El Pollo” Sobrero por la quema de vagones en una revuelta en Haedo y festejó su detención ordenada sin pruebas por el juez Yajl, de triste recuerdo debido a esa causa. Aníbal Fernández es la persona a la que el Indio Solari -que supo escribir las letras de un enorme disco llamado Oktubre- le dedica “un abrazo con buenos presagios”.

Superlativo es el himno que le fuera dedicado en San Juan al gobernador José Luis Gioja. Compuesto por Carlos “Tuti” García, director de una orquesta sinfónica y también músico que abreva en las aguas del rock y del cuarteto, la pieza para tenor y piano incluye versos como los siguientes: “José Luis es el nombre de la historia, / Gioja el apellido de San Juan” o “es San Juan el que luce resplandeciente, / Con el Flaco Gioja de anfitrión” y llega a calificar al gobernador como “Cóndor del Cielo del Valle Mundial”. Los himnos dedicados en vida a Mao Tse Tung, Iosip Stalin o Kim Il Sung envidiarían este último verso. Si bien el video fue grabado en el Auditorio Provincial y contó con la colaboración del área de prensa de la gobernación (además de que el tenor Octavio Sosa admitió que era un trabajo pago, aunque no reveló a sus contratistas), no existen pruebas hoy de que haya impulsado desde el Estado mismo. Sin embargo, la existencia de este homenaje y que un himno de estas características forme parte del horizonte de posibilidades de un grupo de músicos sanjuaninos es un signo de los tiempos. Un clima epocal en el que muchos músicos consideran que rendir pleitesía al Estado en los recitales organizados y pagados por el Estado es una forma de esgrimir la cultura popular.

La gastronomía es uno de las formas esa mentada cultura popular y, en esa categoría, el asado define a los argentinos, que suelen prepararlo en sus celebraciones de fin de año. No debería sorprender que el Ministerio de Justicia haya elegido esa comida para despedir el 2012, a menos que se añada el dato de la realización del convite en la ex ESMA, el mayor campo de concentración de la dictadura videlista, donde los militares habían llamado “asados” a las incineraciones de los cuerpos de los militanes caídos que no podían esperar a que se los lanzara desde aviones hacia el Río de la Plata debido a la constante acumulación de cadáveres. Un asado para dos mil personas realizado en ese lugar impulsado por el ministro de Justicia Julio Alak (que adhiriera fervorosamente al menemismo, defendiera los indultos y organizara movilizaciones para pedir por la libertad de Carlos Saúl Menem mientras estuvo detenido) es de, por lo menos, un mal gusto desorbitado.

Se ha dicho que el kirchnerismo derrumba inteligencias. Que transmuta talentos intelectuales en pensamientos menores debido a la recurrente y fatigosa justificación del estado de las cosas en que se embarcan los miembros del campo cultural que comulgan con el oficialismo. Una frase polémica señalaba el fenómeno con contundencia: “El kirchnerismo no te mata, pero te deja pelotudo para siempre”. La había pronunciado Moisés Ikonicoff, uno de los intelectuales de la época conocida como “menemismo” que, a todas luces, posee profundos vasos comunicantes con el presente de la nación.
La construcción del saqueo
Diego Rojas ~ Diciembre 28, 2012

Una corrida, hombres y mujeres –también niños– que superan las vallas, el personal de seguridad, la policía. Una puerta de vidrio que se rompe, una vitrina que se rompe, el ingreso. El caos. Luego, la huida veloz con lo que se haya conseguido.

Esta imagen se repitió la semana pasada al menos 292 veces en 40 ciudades entre el jueves y el viernes de la semana pasada en todo el país, según los datos que informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que responde al kirchnerismo.

Una imagen similar fue el preámbulo de los acontecimientos de diciembre de 2001, que terminaron con la caída del gobierno de Fernando de la Rúa.

También formó parte del paisaje de la hiperinflación alfonsinista en 1989.

Más atrás en el tiempo, también fueron comunes durante el levantamiento conocido como el Viborazo, producido en la ciudad de Córdoba, bajo la dictadura de Levingston.

Es muy probable que en todos los casos haya habido una orquestación inicial, que quizás pueda atribuirse a manos oscuras. Sin embargo, la masividad de los saqueos –el efecto contagio– sólo puede producirse cuando los sectores que los protagonizan –los más olvidados de entre los olvidados– deciden que obtener ese botín hace que valga la pena poner el cuerpo.

En el caso más reciente, producido los días previos al festejo de la Navidad, los saqueos se iniciaron con participación de multitudes en Bariloche, ciudad gobernada por el kirchnerista Omar Goye, quien habría advertido con anterioridad sobre esta posible consecuencia de la pobreza. Siguieron en Malvinas Argentinas del duhaldista Jesús Cariglino. En San Fernando, donde el intendente Luis Andreotti comulga con el dudoso oficialista, tal vez sciolista, tal vez massista, Sergio Massa. En la provincia de Santa Fe, gobernada por los socialistas que apoyan el Frente Amplio Progresista, que candidatea a Hermes Binner. Los saqueos se produjeron en lugares donde los Estados son gobernados por diversas expresiones de la política ya que sus causas –la pobreza, la regresión del ingreso, la tendencia a la baja de los salarios en los sectores populares– expresan efectivamente una transversalidad.

“Les pido a los que no estén de acuerdo que formen un partido”. Así aconsejó la presidenta Cristina Fernández a sindicalistas y miembros de la oposición luego de responsabilizarlos por los saqueos, que habrían intentado desestabilizar a su gobierno. Habían pasado nueve días en los que la máxima mandataria hacía el silencio frente a los sucesos violentos que recorrían el país. Luego, decidió acusar.

Tal vez debería haber pensado en las causas en las que el Estado, que su gobierno administra, tiene responsabilidad para la irrupción de estos acontecimientos. En la depreciación salarial operada a través del impuesto a las ganancias que pagan vastas capas de trabajadores. En la depreciación de la capacidad de consumo de quienes viven gracias a los planes asistenciales -y en que en ninguna familia puede vivir con mil quinientos pesos por mes-. En los montos bajísimos que ganan los jubilados, a quienes su gobierno les negó que perciban el 82 por ciento móvil. En los tarifazos en el transporte y los servicios que, dicho sea de paso, atraviesan una crisis que se expresa en la crisis energética y los apagones y tiene su imagen terrible en la masacre de Once. Entre otros.

Los saqueos son. Es necesario pensar en sus causas y sus consecuencias.
Las plazas de diciembre
Diego Rojas ~ Diciembre 21, 2012

Los veranos en la Argentina, contra todo lo que se podría esperar para un periodo de fiestas y comienzo de las vacaciones, son épocas de acontecimientos políticos. Los hechos sucedidos el 19 y 20 de diciembre de 2001 -que culminaron con el gobierno de Fernando de la Rua y que costaron la vida de 39 personas- quizás hayan inaugurado los veranos calientes de nuestra política. Una tradición que a todas luces perdura y que este año se continúa a través de las manifestaciones de la crisis que atraviesa el kirchnerismo.

Este 19 de diciembre transcurrió con una movilización a Plaza de Mayo (escenario central de los sucesos ocurridos hace once años) convocada por las centrales sindicales CGT, dirigida por Hugo Moyano, y CTA, comandada por Pablo Micheli. Se postulaba como la continuidad del paro nacional realizado el 20 de noviembre, aunque en realidad implicó un retroceso en el plan de lucha que había comenzado contra el impuesto a las ganancias que deben pagar los trabajadores y por el 82 por ciento móvil para las jubilaciones, entre otras reivindicaciones. Significa un retroceso ya que, luego del primer y exitoso paro nacional que enfrentó el gobierno desde que asumió en 2003, la no profundización del plan de lucha implica una concesión cuyos alcances están por verse. Todo indica que los Moyano, tanto Hugo como Facundo, estarían privilegiando sus armados políticos para el 2013 frente a la posibilidad de continuar con el genuino impulso a la movilización mostrado por la clase trabajadora. De allí las reuniones de Hugo y Facundo con representantes de la oposición a los K que abrevan en el justicialismo y en el mismo Frente para la Victoria, de la mano de Daniel Scioli y Sergio Massa. La ruptura que se está gestando en los sectores laboriosos con el kirchnerismo intenta ser capitalizada por esos sectores o por esa nueva “Unión Democrática” que reúne a Hermes Binner, Ricardo Gil Laavedra, Alfonso Prat Gay y hasta a Victoria Donda, que han compartido reuniones y estarían gestando un nuevo espacio amplio opositor.

Una posición alternativa fue levantada en la plaza de la mano de la izquierda, que -fragmentada– aportó una fuerte concurrencia a la protesta. Desde sus columnas se instó a la continuidad del plan de lucha y a fijar fecha a un paro de treinta y seis horas. No debe perderse de vista que estos sectores tuvieron una activa participación en el paro del 20 de noviembre y que sus piquetes fueron fundamentales a la hora de garantizar el éxito de esa protesta. Algunos partidos de la izquierda local integran Proyecto Sur, de Pino Solanas, o el Frente Amplio Progresista, de Binner. La izquierda trotskista conformó el Frente de Izquierda. Algo los une: a diferencia de los partidos tradicionales que ya comenzaron los preparativos electorales para el 2013, la izquierda parece no tener conciencia de la importancia de la disputa del año que viene y por eso no ha lanzado su campaña ni candidatos todavía, salvo alguna excepción puntual.

Diciembre de 2001 fue protagonizado por amplios sectores populares pero no hubo una participación organizada de los sectores sindicales. A diferencia de esa época, la clase trabajadora se encuentra hoy en un estado de discusión y con una tendencia a movilizarse en función de la defensa de sus derechos y calidad de vida. Los sectores laboriosos podrían tener peso propio en los sucesos políticos venideros. El 19 de diciembre la Plaza de Mayo fue ocupada por la protesta de las centrales sindicales. El 20, la izquierda la copó de manera conjunta. Esas dos plazas también forman parte de la deliberación obrera que se está gestando en el país.
Radiografía social de un crimen
Diego Rojas ~ Diciembre 14, 2012

Ciertos crímenes dan cuenta de un panorama social más amplio y exceden así al mero acto delictivo, al hecho judiciable. El último domingo, Ricardo Coyipé, su mujer Celestina Jara y su nieta Lila, de once meses –todos integrantes de la Comunidad Qom La Primavera–, viajaban por la ruta en una moto de regreso a su hogar luego de asistir a un oficio religioso evangelista. Una camioneta, conducida por el gendarme Walter Cardozo, los embistió, provocando la muerte instantánea de Celestina y graves heridas a la bebé, que fallecería al día siguiente. El gendarme bajó de su vehículo pero no para auxiliar a los heridos, sino para comenzar una catarata de insultos, golpes y patadas contra Ricardo, que había sufrido heridas leves –todo esto mientras el cuerpo inanimado de su mujer yacía en la ruta y su nieta agonizaba sobre el capot de la camioneta–. La madre de la bebé, que viajaba en otra moto, cuenta que al tomar en brazos a su hija para socorrerla, una mujer que acompañaba al gendarme bajó de la camioneta y se acercó para insultarla y decirle: “Ojalá tu hija muera”.

El salvajismo de la escena es abrumador.

Se pudo saber que los Cardozo tenían cierta inquina con los miembros de La Primavera, debido a que se les había rescindido un contrato de arrendamiento de tierras cuando la comunidad había comenzado un proceso de reapropiación de sus tierras. Sin embargo, ¿el resentimiento económico podría ser la única explicación para semejante acto de barbarie?

Los qom constituyen el grupo social más pobre y olvidado de Formosa, la provincia más pobre y olvidada del país. Según el último censo del Indec, el 25,1% de la población de esa provincia tiene las necesidades básicas insatisfechas. Los aborígenes son el grupo más vulnerable de esa franja.

Hace dos años, una protesta de la Comunidad La Primavera fue reprimida y provocó la muerte de uno de los manifestantes, hecho en el que también perdió la vida un policía. Los qom reclamaban desde la provisión de agua hasta la entrega de documentos. Todavía siguen reclamándolos.

Varios de sus dirigentes sufrieron atentados que repiten un modus operandi: camionetas los embisten cuando viajan en sus motocicletas, el medio de transporte más difundido entre los sectores populares. Mario López, dirigente qom, falleció luego de una situación de esa naturaleza. Mártires López, referente qom del Chaco, murió en circunstancias dudosas similares. El cacique Félix Díaz sufrió un intento de atropello hace unos meses. “Nos matan así para que parezcan accidentes”, declaró Díaz.

La tremenda acción del gendarme Cardozo y sus acompañantes, ¿no replica en otra esfera la hostilidad del Estado contra la comunidad qom de Formosa y no reproduce la indefensión a la que se ven sometidos sus miembros cotidianamente? Esta semana, el kirchnerista Gildo Insfrán cumplió diecisiete años al frente de la gobernación de la provincia.


Diego Rojas

Es periodista, publicó ¿Quién mató a Mariano Ferreyra? y Argentuits, pasiones políticas en 140 caracteres.


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