El descuartizador de Madrid realizaba ritos satánicos y sufre esquizofrenia
La detención del descuartizador
El acusado de matar y descuartizar a una mujer argentina en el municipio madrileño de Majadahonda era temido en el barrio por su comportamiento. "Gritaba '¡Lucifer!' y se reía como loco", comentaron los vecinos
Se trata del sujeto conocido como el "descuartizador de Majadahonda" de un pueblito de Madrid. Según relataron sus vecinos, el hombre realizaba ritos satánicos en su domicilio donde invocaba a Lucifer.
Además, compraba animales vivos en un local para luego sacrificarlos y en varias ocasiones provocar pequeños incendios en su domicilio al practicar alguno de los rituales sangrientos que terminaban con la policía en su domicilio.
Según publica el diario español El Mundo, Fernández había ingresado al menos dos veces a la Unidad psiquiátrica del Hospital Móstoles y tenía receta para una medicación especial para controlar los episodios esquizofrénicos que padecía. Según se sabía, estaba por ingresar a un centro psiquiátrico para tratarse.
Hasta el momento, Bruno Fernández está encarcelado por su presunta relación con la desaparición de una argentina de 55 años, Adriana Giogiosa. Ésta residía en la casa que Bruno heredó de su tía en Majadahonda, de la que tampoco se sabe nada desde hace años. Se sospecha que el hombre la mató y descuartizó, ya que algunos vecinos lo vieron salir de ese domicilio con bolsas de basura muy grandes.
Para los vecinos, Fernández tenía varios comportamientos extraños. Era "seco y distante" y "a veces gritaba ¡Lucifer! desde la ventana y se reía como loco". Asimismo, aseguraron que guardaba en la terraza una pala que nadie sabe para que servía.
Otra vecina aseguró que "daba mucho miedo ese chico. Ponía la voz muy grave, como si fuese otra persona, chillaba cosas de guerras y se reía mucho. Además -añade- tenía una pala enorme en la terraza que nos preocupaba".