En el barrio Jardín sospechan que el corsódromo provoca bajas de tensión
La queja es un clásico de todos los años, pero exhibe la falta de cambios de transformadores y cableado. Averías de electrodomésticos.
Un problema recurrente para esta época del año, vecinos del barrio Jardín sospechan que los problemas energéticos en la zona se deben al uso desmedido de energía en el corsódromo Nolo Alías
En ese sentido, los vecinos comentaron a NORTE de Corrientes que hace años sufren este problema, que los perjudica directamente, y que en la primera noche de desfile de comparsas tuvieron un apagón que se prolongó hasta entrada la mañana. Casualidad o causalidad. El problema está y aseguran que cada año sufren este inconveniente.
Pese a ello, este medio conversó con los vecinos de la zona, quienes aseguraron que las subas y bajas de tensión son una constante y, según les dicen los mismos operarios de la Dpec, tiene que ver con el deterioro de los transformadores, que además de estar en mal estado tienen una capacidad mínima y no dan abasto ante el aumento de la población en el barrio.
El malestar es generalizado. Afirman que desde hace años vienen reclamando mejoras en el servicio, y que a pesar de comunicarse en reiteradas oportunidades, vía telefónica, no se toman medidas al respecto.
Otro de los problemas que acarrea esta situación es que los artefactos no pueden ser encendidos, ya que las bajas de tensión no permiten su funcionamiento normal. Este medio recorrió el barrio y pudo constatar el mal funcionamiento de los artefactos de los vecinos. Los más damnificados son los pequeños comerciantes del barrio, quienes aseguran que no pueden vender lácteos y comestibles que necesiten mantener la cadena de frío. Las subas y bajas de tensión son una constante, y los obliga a desenchufar los aparatos durante horas, para evitar que se quemen.
Esta situación aseguran que viene desde hace mucho, y se agrava como todos los años, cuando coincidentemente con el inicio de los corsos el barrio permanece a oscuras durante el horario nocturno. Estos problemas, que perjudican a todo el barrio, viene aparejado de las conexiones clandestinas e incluso de los remiendos que hacen los mismos vecinos.
Sin embargo, aseguran que la desesperación por tener el suministro eléctrico pesa fuerte y, tras pasar en reiteradas ocasiones entre 24 y hasta 72 horas sin luz, deciden hacer arreglos clandestinos. “Hace años venimos sufriendo los mismos problemas y nadie hace nada.
Y los carnavales empeoran la situación, porque estamos toda la noche sin luz y no es una, son todas las noches de corso, y nadie tiene consideración por aquellas personas que deben trabajar al día siguiente, sin importar si pudo descansar o no ”, resaltó Celeste, vecina del lugar. s
Aseguran que los problemas energéticos son constantes y que los reclamos no son atendidos por la Dpec.