Policía chaqueño será juzgado por delitos sexuales cometidos contra una desaparecida
Un policía chaqueño retirado será sometido a juicio oral por delitos sexuales cometidos contra una joven militante del PRT durante su cautiverio en un centro clandestino de detención, durante la última dictadura, según la decisión adoptada por el juez federal de Resistencia Carlos Skidelsky
De esta forma, se convertirá en el primer caso en que este tipo de delitos será juzgado como de lesa humanidad, en el marco de una megacausa "Caballero II", en la que se investigan crímenes cometidos en la Brigada de Investigaciones de Resistencia, uno de los centros clandestinos de detención más importantes que funcionó en esa zona del país.
Así lo informó hoy el portal de noticias del Ministerio de Justicia -www.infojus.gov.ar-, en una nota en la que señala que el caso es por los ataques a la que fue sometida Sara Fulvia Ayala, una militante del PRT y de las Ligas Agrarias, de 22 años, de nacionalidad paraguaya, que fue capturada al igual que su marido, Pedro Morel.
Dos sobrevivientes narraron con lujo de detalles como Borda y otro policía ya fallecido, Rubén "Chuleta" Roldán, violaban rutinaria y sistemáticamente a la joven en los calabozos de la Brigada de Investigaciones de la Policía del Chaco, ante la desesperación de su marido, que escuchaba sus gritos.
Según el historiador Roberto Baschetti ella estaba embarazada de cinco meses al momento de su captura.
Sara y Pedro permanecen desaparecidos. En Formosa, ambos trabajaban en el Poder Judicial: ella, como empleada administrativa en un juzgado de Trabajo mientras él, que se desempeñaba en la Asesoría de Menores, llegó a ser secretario de la Asociación Judicial de Formosa.
Según pudo reconstruir la Justicia, cuando la jefatura del Regimiento de Infantería de Monte número 29 de Formosa dictó la orden de captura por su militancia en el PRT, se fueron a Goya, en Corrientes, donde se vincularon a las Ligas Agrarias, y, más tarde, a Claypole, en el Gran Buenos Aires, donde ambos fueron secuestrados.
La hija de ambos, que en ese momento tenía un año y medio, fue dejada por los secuestradores con una vecina y, pasado un tiempo, una de sus abuelas pudo encontrarla.