Apuestan a la destrucción del monte y de la biodiversidad
La ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos (26.331), comúnmente conocida como ley Bonasso, fue sancionada el 28 de noviembre de 2007 y puesta en vigencia el 19 de diciembre del mismo año.
Desde entonces ha sido sistemáticamente violada. Esta herramienta legal ha sido el fruto de los esfuerzos de muchos sectores vinculados en la lucha por el uso y la explotación racional de los montes, que en Argentina fueron diezmados desde la instalación de La Forestal en 1872. Esta empresa, de capitales ingleses, franceses y alemanes, destruyó una gran parte del monte y del ecosistema del norte argentino, explotando irracionalmente los quebrachales de Chaco, Santiago del Estero y norte de Santa Fe, que llevaron a Europa. La firma creció, hasta transformarse en un Estado, comprando tierras a precios irrisorios, con recursos obtenidos a través de subsidios no reintegrables otorgados por la Nación y las provincias involucradas, con sobornos a funcionarios públicos.
Los nuevos mecanismos para depredar
La ley 26.331 establece que todo desmonte o manejo sostenible de los montes nativos deben ser autorizados por los gobiernos provinciales. En el artículo 15 se prohíbe la quema a cielo abierto de los residuos derivados de desmontes o aprovechamientos sostenibles de bosques nativos, además de sujetar la actividad a un Plan de Manejo Sostenible que contemple el cumplimiento de las condiciones mínimas de persistencia, producción sostenida y mantenimiento de los servicios ambientales que el monte nativo presta al ecosistema. En el artículo 20 se establece que en caso de verificarse daño ambiental, presente o futuro, en la ejecución de los Planes de Manejo Sostenible de Bosques Nativos y de los Planes de Aprovechamiento de Cambio de Uso del Suelo, las personas físicas o jurídicas que firmaron tales estudios serán solidariamente responsables junto a los titulares de la autorización. Sin embargo, a pesar de la claridad de la ley, en Chaco se sigue diezmando el monte nativo y se violan casi todas las pautas de presupuestos mínimos de protección ambiental contempladas en la ley Bonasso.
Otro caso de violación de la ley ambiental
Este caso consiste en un desmonte efectuado en un predio ubicado sobre la picada que va al Paraje “El Recreo”, cerca del establecimiento “Pinocho”, detrás del campo de Gaspar Stride, en el área de influencia de Pampa del Infierno. Las coordenadas son: primer esquinero desde la picada S26º 14.916 W061º 06.360’, y segundo esquinero S26º 14.753’W061º 06.359’. En el predio no se exhibía el cartel obligatorio en el que se deben consignar los datos del trámite iniciado ante la Dirección de Bosques, especialmente el permiso para encarar el desmonte, por lo que es posible presumir algunas ilegalidades. La irregularidad que sobresale consiste en los restos forestales fueron totalmente quemados. Provocaron un gran desastre. Al momento de la visita se desató una tormenta de cenizas que formó un remolino de más de treinta metros de altura. Las imágenes que ilustran la nota son más que elocuentes y dan cuenta de una notable degradación en el manejo de los recursos naturales, que advertimos se ha profundizado –a niveles alarmantes- en el curso de los últimos meses producto del pésimo funcionamiento de la Subsecretaría de Recursos Naturales y de la Dirección de Bosques, que forman parte de un Ministerio de la Producción que está fuera de control, no justamente por la acefalia actual. Son notables las irregularidades que se producen y se acumulan en esta área de gestión, que sumadas potencian la destrucción del monte nativo, con consecuencias que ya están a la vista, entre las que sobresale las largas sequías que azotan la región.