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Por Catriel López Acosta
Domingo, 22 de septiembre de 2013
Argentina en campaña, ese largo camino al mismo lugar
Hoy arranca la campaña electoral para octubre. Pero más allá de las giras proselitistas, las promesas que nadie cree y los discursos cargados de una convicción actuada, ¿qué tienen para ofrecer realmente los candidatos?


Corrientes, que de forma anticipada eligió gobernador e intendentes, fue un diagnóstico claro de la falta de oferta electoral para los argentinos: el kirchnerismo pierde terreno, pero los votos van a parar a candidatos que ya decepcionaron.
Camau Espínola no pudo convencer a los correntinos de que era una mejor opción que el desgastado Ricardo Colombi. No lo pudo lograr, ni aún con un respaldo inédito de la presidente Cristina Fernández, y todo su aparato oficial. Fue un cachetazo más de realidad, para quienes todavía osaban minimizar los resultados de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Camau y Cristina perdieron, es innegable. Ahora, vale la pena hacer una observación. Colombi no la tuvo fácil.Para poder conseguir un nuevo mandato, debió recurrir a aliados inesperados. Perdonó a su primo Arturo, quien hace sólo cuatro años fue su rival electoral, judicial y con quien –era un secreto a voces- había algo muy similar al odio.
También incorporó entre sus filas al Panu, el partido del exintendente y exgobernador correntino Rolando Tato Romero Feris. Su mujer, Nora Nazar, que también pasó por la Intendencia de la ciudad de Corrientes, fue la cara visible de esta alianza.
Así y todo, sumando a quienes antes fueron enemigos, Ricardo Colombi sólo pudo sacarle algunos exiguos puntos de ventaja a la cara elegida por Cristina, el ex medallista olímpico. Y por ello en Corrientes la sensación es que perdieron todos: los que siguen, los que se van, y los ciudadanos, que hace una semana se conformaron con los mismos que durante décadas intentaron alejar de los cargos de poder.

La sombra ya ganó
En Chaco, la realidad no dista mucho de la que se vivió del otro lado del Paraná. Capitanich y lo que hasta hace algunos meses era una gestión indiscutible, hoy ya no parecen invencibles para la oposición. Esto se da porque los chaqueños decidieron votar nuevamente a quienes años atrás castigaron en las urnas.
Rozas, derrotado hace seis años por Capitanich después de más de una década de gobierno radical, quien hasta aparecía detrás de la figura de la intendenta resistenciana Aída Ayala, encontró un enorme respaldo en las PASO. Y en octubre amenaza con dar el “batacazo” electoral.
Tanto es así que en los últimos actos oficiales de Coqui, el mandatario chaqueño no se limitó a enumerar sus actos de gestión, sino que fue mucho más explícito y solicitó a los vecinos abiertamente que necesita que lo “acompañen” en octubre.
Aunque el radicalismo no logre vencer al oficialismo coquista-kirchnerista, que el rozismo le haga sombraparece una llamada de atención muy grande para el dirigente que hace años busca posicionarse a nivel nacional.

¿Voto no positivo?
Ni hablar a nivel país. Julio Cobos, quien llegó a confesar que volvería a trabajar de abogado, condenado como traidor por los kirchneristas, hoy se erige como triunfador en Mendoza.
Y para quienes claman por terminarcon el modelo k, optan en su mayoría por Sergio Massa, kirchnerista devenido a opositor. Quien también muestra entre sus filas a una heterogénea lista de exoficialistas, nuevo políticos, artistas, exmilitares, exmenemistas, y tantos otros.
Hoy arranca la campaña. Los electores tienen poco más de un mes hasta el 27 de octubre para decir. Todo parece indicar que el voto será no positivo una vez más.


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